Musica Para el Alma
miércoles, 24 de diciembre de 2025
JUAN 1,1-18 CICLO A
Lecturas
y Evangelio de la Natividad del Señor
25 Dic 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18)*
En el principio existía el Verbo, y el Verbo
estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que
creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí,
porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado
por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(La
luz brilla en las tiniebla, y la tiniebla no la recibió).
*Esta palabra me invitan a vivir en la Luz. Hay
lugares dentro de mí, que disfrutan de vivir en la oscuridad. Tengo algunos
lugares y escondrijo que no he dejado que la Palabra del Señor, llegue, penetre
y me ilumine, porque tengo miedo a que mi vida pueda cambiar demasiado, por eso
muchas veces tengo miedo de reconocer mis errores, reconocer mi pobreza,
reconocer mis limitaciones que las tengo, porque siento que es como humillarme
frente al otro. Esta palabra me invita a la sinceridad, la sinceridad me dará
la fuerza y la fuerza hará que brote de dentro de mí la decisión de dar permiso
a la esperanza. Porque siento que el Señor, me está acompañando con su Palabra,
para que no tenga miedo de vivir en la luz, que no tenga miedo a hacer sincero
en todo y con todos, y que no tenga miedo de amar y dejarme amar*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL JUEVES 25
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*Natividad
del Señor, solemnidad*
TIEMPO DE NAVIDAD
*SOLEMNIDAD
DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR*
Del Propio de la solemnidad. Día de precepto.
25 de diciembre
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. A Cristo, que por nosotros ha
nacido, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A Cristo, que por nosotros ha
nacido, venid, adorémosle.
Himno: HOY GRANDE GOZO EN EL CIELO
Hoy grande gozo en el cielo
todos tienen,
porque en un barrio del suelo
nace Dios.
¡Qué gran gozo y alegría
tengo yo!
Mas no nace solamente
en Belén,
nace donde hay un caliente
corazón.
¡Qué gran gozo y alegría
tengo yo!
Nace en mí, nace en cualquiera
si hay amor;
nace donde hay verdadera
comprensión.
¡Qué gran gozo y alegría
tiene Dios! Amén.
SALMODIA
Ant 1. «¿A quién habéis visto, pastores? Hablad, contádnoslo, ¿quién se ha
aparecido en la tierra?» «Hemos visto al recién nacido y a los coros de ángeles
alabando al Señor.» Aleluya.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «¿A quién habéis visto, pastores?
Hablad, contádnoslo, ¿quién se ha aparecido en la tierra?» «Hemos visto al
recién nacido y a los coros de ángeles alabando al Señor.» Aleluya.
Ant 2. El ángel dijo a los pastores: «Os
anuncio una gran alegría: hoy os ha nacido el Salvador del mundo.» Aleluya.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. El ángel dijo a los pastores: «Os
anuncio una gran alegría: hoy os ha nacido el Salvador del mundo.» Aleluya.
Ant 3. Hoy nos ha nacido un niño que se
llamará Dios poderoso. Aleluya.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hoy nos ha nacido un niño que se
llamará Dios poderoso. Aleluya.
LECTURA BREVE Hb 1, 1-2
A través de muchas etapas y de muchas maneras habló Dios en otro tiempo a
nuestros antepasados por ministerio de los profetas; en estos tiempos, que son
los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien ha constituido
heredero de todas las cosas y por quien creó los mundos.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.
R. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.
V. Los confines de la tierra la han contemplado.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.
V. La Palabra se hizo carne. Aleluya.
R. y puso su morada entre nosotros. Aleluya.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Isaías 11, 1-10
LA RAÍZ DE JESÉ
Esto dice el Señor:
«Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz brotará un vástago. Sobre
él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor.
No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres
con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara
de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será el
ceñidor de su cintura, y la lealtad el cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero, y la pantera se echará con el cabrito, el
novillo y el león pacerán juntos: y un niño pequeño los conducirá. La vaca
pastará con el oso, sus crías yacerán juntas; el león comerá paja con el buey.
El niño jugará junto al agujero del áspid, la criatura meterá la mano en el
escondrijo de la serpiente. Nadie hará daño ni estrago por todo mi Monte Santo:
porque estará lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como bandera de los pueblos: la buscarán
los gentiles, y será gloriosa su morada.»
RESPONSORIO
R. Hoy se dignó nacer de una Virgen el Rey de los
cielos, para llevar al reino celestial al hombre que estaba perdido. * Se
alegra el ejército de los ángeles, porque ha llegado la salvación eterna al
género humano.
V. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
los hombres que ama el Señor.
R. Se alegra el ejército de los ángeles, porque ha
llegado la salvación eterna al género humano.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 1 En la Natividad del Señor, 1.3: PL 54, 190-193)
RECONOCE, OH CRISTIANO, TU DIGNIDAD
Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede
haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a
destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad
dichosa.
Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es
común para todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte,
así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a
todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese
el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado
a la vida.
Al llegar el momento dispuesto de antemano por los impenetrables designios
divinos, el Hijo de Dios quiso asumir la naturaleza humana para reconciliarla
con su Creador; así el diablo, autor de la muerte, sería vencido mediante
aquella misma naturaleza sobre la cual él mismo había reportado su victoria.
Por eso, al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Gloria a Dios en
el cielo, y proclaman: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Ellos
ven, en efecto, que la Jerusalén celestial se va edificando por medio de todas
las naciones del orbe. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez humana
ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros
sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?
Demos, por tanto, amadísimos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su
Hijo en el Espíritu Santo, pues, por la inmensa misericordia con que nos amó,
ha tenido piedad de nosotros y, cuando estábamos muertos por nuestros pecados,
nos vivificó con Cristo, para que fuésemos en él una nueva creatura, una nueva
obra de sus manos. Despojémonos, por tanto, del hombre viejo y de sus acciones
y, habiendo sido admitidos a participar del nacimiento de Cristo, renunciemos a
las obras de la carne. Reconoce, oh cristiano, tu dignidad y, ya que ahora
participas de la misma naturaleza divina, no vuelvas a tu antigua vileza con
una vida depravada. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. Ten
presente que has sido arrancado del dominio de las tinieblas y transportado al
reino y a la claridad de Dios.
Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo;
no ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas un huésped tan excelso, ni te
entregues otra vez como esclavo del demonio, pues el precio con que has sido
comprado es la sangre de Cristo.
RESPONSORIO
R. Hoy descendió del cielo sobre nosotros la paz
verdadera: * hoy los cielos destilaron
miel por todo el mundo.
V. Hoy amaneció el día de redención de los tiempos
nuevos, que fue preparado por los tiempos antiguos, que nos trae para siempre
la felicidad.
R. Hoy los cielos destilaron miel por todo el
mundo.
*Lecturas del Solemnidad de
la Natividad del Señor*
25 de
diciembre de 2025
Evangelio
*Lectura del santo
evangelio según san Juan (1,1-18)*
En el principio existía el Verbo, y
el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que
creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí,
porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado
por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que
ama el Señor. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Gloria a Dios en el cielo, y en la
tierra paz a los hombres que ama el Señor. Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, Palabra eterna del Padre, engendrado antes
de los siglos y nacido por nosotros en el tiempo, y aclamémoslo, diciendo:
Que se goce la tierra, Señor, ante tu venida.
Cristo, Palabra eterna, que al venir al mundo anunciaste la alegría a la
tierra,
alegra nuestros corazones con la gracia de tu visita.
Salvador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de
Dios,
haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de nuestro bautismo.
Rey del cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los
hombres,
conserva nuestras vidas en tu paz.
Señor, tú que viniste para ser la vid verdadera que nos diera el fruto de vida,
haz que permanezcamos siempre en ti y demos fruto abundante.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con el deseo de que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres y que su amor
se extienda por toda la tierra, pidamos al Padre que su reino venga a nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, concédenos que, al vernos envueltos en la luz
nueva de tu Palabra hecha carne, hagamos resplandecer en nuestras obras la fe
que haces brillar en nuestra mente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: TE DIRÉ MI AMOR, REY MÍO
Te diré mi amor, Rey mío,
en la quietud de la tarde,
cuando se cierran los ojos
y los corazones se abren.
Te diré mi amor, Rey mío,
con una mirada suave,
te lo diré contemplando
tu cuerpo que en pajas yace.
Te diré mi amor, Rey mío,
adorándote en la carne,
te lo diré con mis besos,
quizá con gotas de sangre.
Te diré mi amor, Rey mío,
con los hombres y los ángeles,
con el aliento del cielo
que espiran los animales.
Te diré mi amor, Rey mío,
con el amor de tu Madre,
con los labios de tu Esposa
y con la fe de tus mártires.
Te diré mi amor, Rey mío,
¡oh Dios del amor más grande!
¡Bendito en la Trinidad,
que has venido a nuestro valle! Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores
sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres príncipe desde el día de tu
nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes
de la aurora.
Ant 2. Del Señor viene la misericordia y
la redención copiosa.
Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Del Señor viene la misericordia y
la redención copiosa.
Ant 3. En el principio, antes de los
siglos, la Palabra era Dios, y hoy esta Palabra ha nacido como Salvador del
mundo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En el principio, antes de los siglos,
la Palabra era Dios, y hoy esta Palabra ha nacido como Salvador del mundo.
LECTURA BREVE 1Jn 1, 1-3
Lo que existía desde un principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que tocaron nuestras manos acerca de la
Palabra de vida (porque la vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y
testificamos y os anunciamos esta vida eterna, la que estaba con el Padre y se
nos ha manifestado): lo que hemos visto y oído os lo anunciamos, a fin de que
viváis en comunión con nosotros. Y esta nuestra comunión de vida es con el
Padre y con su Hijo Jesucristo.
RESPONSORIO BREVE
V. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
V. Y puso su morada entre nosotros.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Hoy ha nacido Jesucristo; hoy ha aparecido el Salvador; hoy en la
tierra cantan los ángeles, se alegran los arcángeles; hoy saltan de gozo los
justos, diciendo: «Gloria a Dios en el cielo.» Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hoy ha nacido Jesucristo; hoy ha
aparecido el Salvador; hoy en la tierra cantan los ángeles, se alegran los
arcángeles; hoy saltan de gozo los justos, diciendo: «Gloria a Dios en el
cielo.» Aleluya.
PRECES
Aclamemos alegres a Cristo, ante cuyo nacimiento los ángeles
anunciaron la paz a la tierra, y supliquémosle, diciendo:
Que tu nacimiento, Señor, traiga la paz a todos los hombres.
Tú que con el misterio de tu nacimiento consuelas a la Iglesia,
cólmala también de todos tus bienes.
Tú que has venido como pastor supremo y obispo de nuestras vidas,
haz que el papa y todos los obispos sean buenos administradores de la múltiple
gracia de Dios.
Rey de la eternidad, tú que al nacer quisiste experimentar las limitaciones
humanas, sometiéndote a la brevedad de una vida como la nuestra,
haz que nosotros, caducos y mortales, seamos partícipes de tu vida eterna.
Tú que, esperado durante largos siglos, viniste en el tiempo de la historia
señalado por tu Padre,
manifiesta tu presencia a los que todavía te están esperando.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que, hecho carne, restauraste la naturaleza humana deteriorada por la
muerte,
concede la plena salvación a los difuntos.
Ya que somos la familia de Dios, digamos con grande confianza a nuestro Padre
del cielo:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen
y semejanza y de un modo todavía más admirable elevaste su condición por medio
de Jesucristo, concédenos compartir la divinidad de aquel que se ha dignado
compartir nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL JUEVES 25 DE DICIEMBRE 2025
Lecturas
y Evangelio de la Natividad del Señor
25 Dic 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de Isaías (52,7-10):
¡Que hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que proclama la paz,
que anuncia la buena noticia,
que pregona la justicia,
que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!».
Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro,
porque ven cara a cara al Señor,
que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro,
ruinas de Jerusalén,
porque el Señor ha consolado a su pueblo,
ha rescatado a Jerusalén.
Ha descubierto el Señor su santo brazo
a los ojos de todas las naciones,
y verán los confines de la tierra
la salvación de nuestro Dios.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6
R/. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro
Dios.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
V/. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
V/. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
V/. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
Segunda Lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (1,1-6):
En muchas ocasiones y de muchas maneras habló
Dios antiguamente a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de
todo, y por medio del cual ha realizado los siglos.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su
palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está
sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre
los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»; y
en otro lugar: «Yo seré para él un padre, y el será para mi un hijo»?
Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos
los ángeles de Dios».
Palabra de Dios
Lecturas
y Evangelio de la Natividad del Señor
25 Dic 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18)*
En el principio existía el Verbo, y el Verbo
estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que
creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí,
porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado
por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(La
luz brilla en las tiniebla, y la tiniebla no la recibió).
*Esta palabra me invitan a vivir en la Luz. Hay
lugares dentro de mí, que disfrutan de vivir en la oscuridad. Tengo algunos
lugares y escondrijo que no he dejado que la Palabra del Señor, llegue, penetre
y me ilumine, porque tengo miedo a que mi vida pueda cambiar demasiado, por eso
muchas veces tengo miedo de reconocer mis errores, reconocer mi pobreza,
reconocer mis limitaciones que las tengo, porque siento que es como humillarme
frente al otro. Esta palabra me invita a la sinceridad, la sinceridad me dará
la fuerza y la fuerza hará que brote de dentro de mí la decisión de dar permiso
a la esperanza. Porque siento que el Señor, me está acompañando con su Palabra,
para que no tenga miedo de vivir en la luz, que no tenga miedo a hacer sincero
en todo y con todos, y que no tenga miedo de amar y dejarme amar*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




