Musica Para el Alma

lunes, 16 de noviembre de 2015

Lunes 16 nov. Salmo

Salmo Responsorial

118, 53. 61. 134. 150. 155. 158

R. Dame vida, Señor, para que observe tus decretos.

Sentí indignación ante los malvados,
que abandonan tu voluntad. R/

Los lazos de los malvados me envuelven,
pero no olvido tu voluntad. R/

Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus decretos. R/

Ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad. R/

La justicia está lejos de los malvados
que no buscan tus leyes. R/

Viendo a los renegados, sentía asco,
porque no guardan tus mandatos. R/

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

Lunes 16 nov. Primera lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos 1,10-15.41-43.54-57.62-64

En aquellos días, brotó un vástago perverso: Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco. Habla estado en Roma como rehén, y subió al trono el año ciento treinta y siete de la era seléucida. Por entonces hubo unos israelitas apóstatas que convencieron a muchos: -« ¡Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues, desde que nos hemos aislado, nos han venido muchas desgracias! » Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar las costumbres paganas, y entonces, acomodándose a los usos paganos, construyeron un gimnasio en Jerusalén; disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal. El rey Antíoco decretó la unidad nacional para todos los súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey, e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el Sábado. El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey mandó poner sobre el altar un ara sacrílega, y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno; quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real. Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Y murieron. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.

Palabra de DIOS

Lunes 16 nov. Evangelio del Día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 35-43

En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: -«Pasa Jesús Nazareno.» Entonces gritó: -«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: -«¡Hijo de David, ten compasión de mi!» Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: -«¿Qué quieres que haga por ti?» Él dijo: -«Señor, que vea otra vez.» Jesús le contestó: -«Recobra la vista, tu fe te ha curado.» En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Palabra del Señor

Lo que me dice a mi el Evg. Lucas 18, 35-43

El evangelio de hoy Lucas, 18, 35-43. «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» pero él gritaba más fuerte:«¡Hijo de David, ten compasión de mi!» Jesús le preguntó:«¿Qué quieres que haga por ti?»«Señor, que vea otra vez.» Jesús le contestó«Recobra la vista, tu fe te ha curado.» En seguida recobró la vista. Esta palabra del ciego yo las repito, pero no la grito con fuerza, porque me da vergüenza, gritar lo que soy y que la gente lo escuche ! Jesús hijo de David, ten piedad de mi: que soy un odioso con la gente, un orgulloso, un mentiroso, iracundo, un soberbio, uno que está sentado en el borde del camino, pidiendo un cariño a las personas, para caerles bien, un cariño al jefe del trabajo para que no me vote y si tengo que hacer lo mal hecho no importa, y otras cosas malas, que son muy fea a los ojos del Señor. El Señor quiere, desea, le interesa  que yo sienta y me de cuenta, que El, se está hacercado a mi, que le grite de corazón, que tenga piedad de mi, que soy un ciego y necio que no quiero reconocer que estoy ciego, por eso sufro, porque creo que veo, no tengo fe y el Señor quiere que yo descubra cuanto el me ama y me dice que quieres, Señor yo quiero ver, haz una limpieza en mi corazón, porque bienaventurados los limpio de corazón, porque ellos verán a DIOS, y yo quiero seguirte de todo corazón, sin miedo y sin vergüenza.! Jesús hijo de David ten compasión de mi que soy un pecador ¡

《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO 》