Musica Para el Alma
lunes, 29 de julio de 2024
MATEO 13,36-43 CICLO B
*Lecturas del Martes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario.*
30 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (13,36-43)*
En aquel
tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se acercaron a
decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la
cizaña y se quema: así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus
ángeles y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
«Acláranos
la parábola de la cizaña en el campo.»
*El mejor signo de una persona cuando quiere aprender
es, tener una idea clara de lo que está escuchando. Los discípulos
se acercaron a Jesús y le dijeron: Acláranos la parábola de la cizaña en el
campo. Jesús como buen maestro les comienza a explicar: «El que siembra la
buena semilla es el Hijo del Hombre; y si recordamos la pregunta que en una
ocasión hizo a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy Yo? Esto me ayuda
para estar claro que el Hijo del Hombre, es Jesús; la buena semilla son los
ciudadanos del Reino, los que hemos tomado la hermosa decisión de entregarle
nuestra alma y vida al Señor; la cizaña son los colaboradores del Maligno, los
que están a favor del mal y de las cosas malas, y tienen grabado en su corazón,
no serviré al Dios del cielo creador de todo lo que existe; la cosecha es el
fin del tiempo, cuando terminen mis días en esta tierra, y los segadores los
ángeles. Si cuando tome la decisión de entregar mi vida al Señor, no me reserve
nada para mí, mi vida fue llena de sinceridad, me estará esperando esta
palabra: Los justos brillarán como el sol en el Reino de mi Padre. El que tenga
oídos, que oiga*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 30
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*MARTES
SEMANA I*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Himno: AL CANTO DE LOS GALLOS.
Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios, Padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos!
Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.
Del sueño del pecado
nos resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas!,
tú nos sacas por gracia
de las tinieblas.
Gloria al Padre y al Hijo,
gloria al Espíritu,
al que es paz, luz y vida,
al Uno y Trino;
gloria a su nombre
y al misterio divino
que nos lo esconde. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del
Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El hombre de manos inocentes y puro
corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.
Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
LECTURA BREVE Rm 13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima;
desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de
la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. El Señor hace caminar a los humildes con rectitud.
R. Enseña su camino a los humildes.
PRIMERA
LECTURA
Del libro de
Job 31, 1-8. 13-23. 35-37
CONDUCTA LIMPIA Y RECTA DE JOB
Pronunció Job estas palabras:
«Yo hice un pacto con mis ojos de no fijarme en doncellas. Mas Dios ¿qué suerte
me reserva desde el cielo?, ¿qué herencia el Poderoso desde lo alto? ¿No es
acaso la desgracia para el hombre que es injusto, y el fracaso para el que obra
iniquidad?
¿No contempla él mis caminos? ¿No me lleva la cuenta de mis pasos? ¿He caminado
yo con embusteros, o han corrido mis pies tras la mentira? Péseme Dios en
balanza no alterada y entonces mi honradez comprobará.
Si aparté mis pasos del camino, siguiendo los caprichos de mis ojos, o si a mis
manos mancha alguna se adhirió, ¡que otro coma lo que yo sembrare y arranque
los retoños de mis campos!
Si negué su derecho al esclavo o a la esclava en litigio surgido contra mí,
¿qué podría yo hacer cuando Dios se levantase, o qué respondería, si me llegase
a interrogar? El que me hizo a mí en el vientre ¿no lo hizo también a él?, ¿no
nos hizo él a todos igualmente?
Si al pobre negué lo que deseaba o dejé bañarse en llanto los ojos de la viuda,
si comí yo solo mi pan, sin compartirlo con el huérfano -yo que desde joven los
he cuidado como un padre, yo que los he guiado desde niño-, si vi al pobre o al
vagabundo sin ropa con qué cubrirse, y no me dieron las gracias sus cuerpos,
calientes con el vellón de mis ovejas, si contra el inocente alcé la mano, por
saber que el tribunal su apoyo me brindaba, ¡que mi espalda se arranque de mi
nuca y mi brazo del hombro se desgaje!
Pues el terror de mi Dios me invadiría y no sería capaz de resistir el
esplendor de tanta majestad.
¡Ojalá que él me escuchara! ¡Yo estampo aquí mi firma! Que me responda el
Todopoderoso, que mi rival escriba su alegato: Yo lo llevaría sobre mis
hombros, lo ceñiría sobre mi frente igual que una diadema, de cada uno de mis
pasos cuenta le daría, y avanzaría hacia él, igual que un príncipe.»
RESPONSORIO
Jb 31, 3; Pr 15, 3; Jb 31, 4
R. ¿No es acaso la desgracia para el hombre que es injusto, y el fracaso
para el que obra iniquidad? * En todo lugar están los ojos del Señor observando
a los malos y a los buenos.
V. ¿No contempla él mis caminos? ¿No me lleva la cuenta de mis pasos?
R. En todo lugar están los ojos del Señor observando a los malos y a los
buenos.
SEGUNDA
LECTURA
De las
Homilías de san Basilio Magno, obispo.
(Homilía 3,
Sobre la caridad, 6: PG 31, 266-267. 275)
SEMBRAD PARA
VOSOTROS MISMOS EN JUSTICIA
Oh hombre, imita a la tierra; produce fruto igual que ella, no
sea que parezcas peor que ella, que es un ser inanimado. La tierra produce unos
frutos de los que ella no ha de gozar, sino que están destinados a tu provecho.
En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en
provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras revierte en beneficio
de los que las hacen. Cuando das al necesitado, lo que le das se convierte en
algo tuyo y se te devuelve acrecentado. Del mismo modo que el grano de trigo,
al caer en tierra, cede en provecho del que lo ha sembrado, así también el pan
que tú das al pobre te proporcionará en el futuro una ganancia no pequeña.
Procura, pues, que el fin de tus trabajos sea el comienzo de la siembra
celestial: Sembrad para vosotros mismos en justicia, dice la Escritura.
Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el
contrario, la gloria que hayas adquirido con tus buenas obras la llevarás hasta
el Señor, cuando, rodeado de los elegidos, ante el juez universal, todos
proclamarán tu generosidad, tu largueza y tus beneficios, atribuyéndote todos
los apelativos indicadores de tu humanidad y benignidad. ¿Es que no ves cómo
muchos dilapidan su dinero en los teatros, en los juegos atléticos, en las
pantomimas, en las luchas entre hombres y fieras, cuyo solo espectáculo
repugna, y todo por una gloria momentánea, por el estrépito y aplauso del pueblo?
Y tú, ¿serás avaro, tratándose de gastar en algo que ha de
redundar en tanta gloria para ti? Recibirás la aprobación del mismo Dios, los
ángeles te alabarán, todos los hombres que existen desde el origen del mundo te
proclamarán bienaventurado; en recompensa por haber administrado rectamente
unos bienes corruptibles, recibirás la gloria eterna, la corona de justicia, el
reino de los cielos. Y todo esto te tiene sin cuidado, y por el afán de los
bienes presentes menosprecias aquellos bienes que son el objeto de nuestra
esperanza. Ea, pues, reparte tus riquezas según convenga, sé liberal y
espléndido en dar a los pobres. Ojalá pueda decirse también de ti: Reparte
limosna a los pobres, su caridad es constante.
Deberías estar agradecido, contento y feliz por el honor que se
te ha concedido, al no ser tú quien ha de importunar a la puerta de los demás,
sino los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y te haces casi
inaccesible, rehuyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a
soltar ni una pequeña dádiva. Sólo sabes decir: «No tengo nada que dar, soy
pobre.» En verdad eres pobre y privado de todo bien: pobre en amor, pobre en
humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna.
RESPONSORIO
Is 58, 7-8
R. Parte tu pan con el que tiene hambre, da hospedaje a los
pobres que no tienen techo; * entonces brillará tu luz como la aurora, y tu
justicia te abrirá camino.
V. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu
semejante.
R. Entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te
abrirá camino.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(13,36-43)*
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se
acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la
cizaña y se quema: así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus
ángeles y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nos ha suscitado el Señor una
fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial,
bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra fe, y supliquémosle
diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza.
Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en
nosotros.
Danos tu sabiduría eterna
para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.
Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean
y fuente de esperanza para los decaídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu
misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido
iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MARTES SEMANA
I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: NOS DIJERON DE NOCHE.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto;
la fe velando,
para verte de noche
resucitando.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor da la victoria a su
Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino
de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a. 2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado
lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi
salvador.
PRECES
Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo
adquirido, y supliquémosle diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que
las gobiernan:
que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la
paz.
Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren
esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas
y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.
Que los niños imiten tu ejemplo
y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge a los difuntos en tu reino,
donde también nosotros esperamos reinar un día contigo.
Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido
que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras
manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 30 DE JULIO 2024
*Lecturas del Martes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario.*
30 Jul 2024
Primera Lectura
Lectura
del profeta Jeremías (14,17-22):
Mis
ojos se deshacen en lágrimas, día y noche no cesan: por la terrible desgracia
de la Doncella de mi pueblo, una herida de fuertes dolores. Salgo al campo:
muertos a espada; entro en la ciudad: desfallecidos de hambre; tanto el profeta
como el sacerdote vagan sin sentido por el país. «¿Por qué has rechazado del
todo a Judá? ¿Tiene asco tu garganta de Sión? ¿Por qué nos has herido sin
remedio? Se espera la paz, y no hay bienestar, al tiempo de la cura sucede la
turbación. Señor, reconocemos nuestra impiedad, la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre, no desprestigies tu
trono glorioso; recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. ¿Existe entre los
ídolos de los gentiles quien dé la lluvia? ¿Soltarán los cielos aguas
torrenciales? ¿No eres, Señor Dios nuestro, nuestra esperanza, porque tú lo
hiciste todo?»
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
78
R/. Líbranos, Señor, por el honor
de tu nombre
No
recuerdes contra nosotros
las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R/.
Socórrenos,
Dios salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu nombre. R/.
Llegue a
tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte.
Mientras, nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
contaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
*Lecturas del Martes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario.*
30 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (13,36-43)*
En aquel
tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se acercaron a
decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la
cizaña y se quema: así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus
ángeles y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
«Acláranos
la parábola de la cizaña en el campo.»
*El mejor signo de una persona cuando quiere aprender
es, tener una idea clara de lo que está escuchando. Los discípulos
se acercaron a Jesús y le dijeron: Acláranos la parábola de la cizaña en el
campo. Jesús como buen maestro les comienza a explicar: «El que siembra la
buena semilla es el Hijo del Hombre; y si recordamos la pregunta que en una
ocasión hizo a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy Yo? Esto me ayuda
para estar claro que el Hijo del Hombre, es Jesús; la buena semilla son los
ciudadanos del Reino, los que hemos tomado la hermosa decisión de entregarle
nuestra alma y vida al Señor; la cizaña son los colaboradores del Maligno, los
que están a favor del mal y de las cosas malas, y tienen grabado en su corazón,
no serviré al Dios del cielo creador de todo lo que existe; la cosecha es el
fin del tiempo, cuando terminen mis días en esta tierra, y los segadores los
ángeles. Si cuando tome la decisión de entregar mi vida al Señor, no me reserve
nada para mí, mi vida fue llena de sinceridad, me estará esperando esta
palabra: Los justos brillarán como el sol en el Reino de mi Padre. El que tenga
oídos, que oiga*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.