Musica Para el Alma
viernes, 5 de mayo de 2023
JUAN 14,7-14 CICLO A
*Lecturas del Sábado de la 4ª
semana de Pascua*
Sábado, 6
de mayo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan
(14,7-14)*
«Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y
lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto
a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo
estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi
nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís
algo en mi nombre, yo lo haré».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y lo
que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré)
*¿Cómo
se sintió Felipe cuando Jesús usó su nombre? ¿Cómo me siento cuando Jesús
susurra suavemente mi nombre? La
oración en el nombre de Jesús significa que Jesús apoya toda oración que vaya
acorde con el proyecto de Dios para el bien del mundo. Por ejemplo, si rezo
para reconciliarme con alguien, o por el don de un corazón agradecido, Jesús me
lo concederá. El proyecto de Dios es que su amor prevalezca en todo lugar. Este
sueño no se realizará hasta el final de la historia, ¡así que necesito orar con
paciencia!*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 6
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO
PASCUAL
SÁBADO DE SEMANA IV
Propio del Tiempo. Salterio IV
6 de mayo
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Verdaderamente ha resucitado el
Señor. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Verdaderamente ha resucitado el
Señor. Aleluya.
Himno: VELARON LAS ESTRELLAS EL SUEÑO DE SU MUERTE
Velaron las estrellas el sueño de su muerte,
sus luces de esperanzas las recogió ya el sol,
en haces luminosos la aurora resplandece,
es hoy el nuevo día en que el Señor actuó.
Los pobres de sí mismos creyeron su palabra,
la noche de los hombres fue grávida de Dios,
él dijo volvería colmando su esperanza,
más fuerte que la muerte fue su infinito amor.
De angustia estremecida lloró y gimió la tierra,
en lágrimas y sangre su humanidad vivió,
pecado, mal y muerte perdieron ya su fuerza,
el Cristo siempre vivo es hoy nuestro blasón.
De gozo reverdecen los valles y praderas,
los pájaros y flores, su canto y su color,
celebran con los hombres la eterna primavera
del día y la victoria en que el Señor actuó.
Recibe, Padre santo, los cánticos y amores
de cuantos en tu Hijo hallaron salvación,
tu Espíritu divino nos llene de sus dones,
los hombres y los pueblos se abran a tu Amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¡Qué magníficas son tus obras, Señor! Aleluya.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué magníficas son tus obras,
Señor! Aleluya.
Ant 2. Derramaré sobre vosotros un agua
pura. Aleluya.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Derramaré sobre vosotros un agua
pura. Aleluya.
Ant 3. Todo es vuestro, y vosotros de
Cristo, y Cristo de Dios. Aleluya.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo es vuestro, y vosotros de
Cristo, y Cristo de Dios. Aleluya.
LECTURA BREVE Rm 14, 7-9
Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí. Que si vivimos,
vivimos para el Señor; y si morimos, para el Señor morimos. En fin, que tanto
en vida como en muerte somos del Señor. Para esto murió Cristo y retornó a la
vida, para ser Señor de vivos y muertos.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Aleluya.
V. El que por nosotros colgó del madero.
R. Aleluya. Aleluya.
V. Gloria al Padre,y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Aleluya.
V. Dios nos ha hecho nacer de nuevo para una
esperanza viva. Aleluya.
R. Por la resurrección de Jesucristo de entre los
muertos. Aleluya.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Apocalipsis 18, 1-20
DESTRUCCIÓN DE ROMA
Yo, Juan, vi a otro ángel que bajaba del cielo,
investido de un gran poder, y la tierra quedó iluminada por su gloria. Gritó el
ángel con voz potente, diciendo:
«Cayó, cayó Babilonia la grande. Quedó convertida en morada de demonios. en
guarida de toda clase de espíritus inmundos, en albergue de todo género de aves
asquerosas y abominables. Del vino de sus prostituciones han bebido todas las
naciones; con ella han fornicado los reyes de la tierra, y los mercaderes de la
tierra se han enriquecido con el derroche de su fastuosidad.»
Oí luego otra voz que decía desde el cielo:
«Salid de ella, pueblo mío, para que no os hagáis cómplices de sus pecados, ni
tengáis parte en sus castigos. Sus delitos se han amontonado hasta llegar al
cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades. Tratadla como ella se ha
portado, pagadle el doble de lo que ha hecho. Vertedle en la copa el doble de
lo que ella vertió. Según la medida en que se entregó a la ostentación y al placer,
dadle otro tanto de tormento y duelo. Ya que dijo en su corazón: "Como
reina estoy en mi trono, no soy viuda, ni conoceré jamás el duelo", por
eso vendrán en un solo día sus desastres, la peste, el duelo y el hambre; y
será consumida por el fuego, porque poderoso es el Señor Dios, que la ha
juzgado.»
Llorarán y por ella plañirán los reyes de la tierra, los que con ella
fornicaban y se entregaban al lujo y al placer. Cuando vean el humo de su
incendio se detendrán a distancia por miedo a su tormento y dirán:
«¡Ay, ay de la ciudad grande, de Babilonia, la ciudad poderosa! ¡En una hora ha
venido el juicio de Dios contra ti!»
Llorarán y plañirán por ella los mercaderes de la tierra, porque ya nadie
comprará sus mercancías: cargamentos de oro y plata, de piedras preciosas y de
perlas; cargamentos de lino y púrpura, de seda y escarlata; toda clase de
maderas olorosas, objetos de marfil y de maderas preciosas, de bronce, de
hierro y de mármol; la canela y el bálsamo, los perfumes, la mirra y el
incienso; el vino y el aceite, la flor de harina y el trigo; bestias de carga y
ovejas, caballos y carros; esclavos y toda clase de mercancía humana. Los
frutos en sazón, que tu alma codiciaba, de ti se han alejado; toda
magnificencia y esplendor para ti se ha terminado. ¡Nunca jamás ya volverán!
Los que con sus mercancías traficaban y se enriquecían a costa de ella se
detendrán a distancia por miedo a su tormento, llorando y gimiendo:
«¡Ay, ay de la gran Ciudad, la que se vestía de lino, de púrpura y de grana; la
que se engalanaba con oro, con piedras preciosas y con perlas! ¡En una hora se
redujo a la nada tanta opulencia!»
Todos los capitanes de los barcos, los jefes y oficiales, las tripulaciones de
marinos y cuantos bogan y bregan en el mar se detuvieron y exclamaron, al ver
la humareda de su incendio:
«¿Qué ciudad podía compararse a la gran Ciudad?»
Y arrojaron polvo sobre sus cabezas, y clamaron llorando y lamentándose. Y
dijeron:
«¡Ay, ay de la gran Ciudad! ¡De su opulencia se enriquecieron cuantos tenían naves
en el mar! ¡Y en una hora quedó como un desierto!»
Pero tú, cielo, regocíjate por ello. Y también vosotros los santos, los
apóstoles, los profetas, porque Dios os ha hecho justicia contra ella.
RESPONSORIO Is 52, 11. 12; Ap
18, 4; Jr 51, 45
R. Salid de
Babilonia, purificaos, portadores de los vasos del Señor; el Señor va al frente
de vosotros, * en la retaguardia va el Dios
de Israel. Aleluya.
V. Sal de Babilonia, pueblo mío, que cada uno
salve su vida del incendio de la ira del Señor.
R. En la retaguardia va el Dios de Israel.
Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
Del Comentario de san Cirilo de Alejandría,
obispo, sobre la carta a los Romanos
(Cap. 15, 7: PG 74. 854-855)
ALCANZÓ A TODOS LA MISERICORDIA DIVINA Y FUE
SALVADO TODO EL MUNDO
Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo y
somos miembros los unos de los otros, tal como está escrito, y es Cristo quien
nos une, mediante los vínculos de la caridad: Él ha hecho de los dos pueblos
una sola cosa, derribando el muro que los separaba; él ha abolido la ley con
sus mandamientos y reglas. Conviene, pues, que tengamos todos un mismo sentir:
que, si un miembro sufre, los demás miembros sufran con él y que, si un miembro
es honrado, se alegren todos los miembros.
Acogeos unos a otros —dice el Apóstol—, como Cristo nos acogió para gloria de
Dios. Nos acogeremos unos a otros si nos esforzamos en tener un mismo sentir;
llevando los unos las cargas de los otros, conservando la unidad del Espíritu,
con el vínculo de la paz. Así es como nos acogió Dios a nosotros en Cristo.
Pues no engaña el que dice: Tanto amó Dios al mundo que le entregó su Hijo por
nosotros. Fue entregado, en efecto, para la redención de la vida de todos
nosotros, y así fuimos arrancados de la muerte, redimidos de la muerte y del
pecado. Y el mismo Apóstol explica el objetivo de esta realización de los
designios de Dios, cuando dice que Cristo consagró su ministerio al servicio de
los judíos, por exigirlo la fidelidad de Dios. Pues, como Dios había prometido
a los patriarcas que los bendeciría en su descendencia futura y que los
multiplicaría como las estrellas del cielo, por esto apareció en la carne y se
hizo hombre el que era Dios y la Palabra en persona, el que conserva toda cosa
creada y da a todos la incolumidad, por su condición de Dios. Vino a este mundo
en la carne, mas no para ser servido, sino, al contrario, para servir, como
dice él mismo, y entregar su vida por la redención de una multitud.
Él afirma haber venido de modo visible para cumplir las promesas hechas a
Israel. Decía en efecto: No me ha enviado Dios sino a las ovejas descarriadas
del pueblo de Israel. Por esto, con verdad afirma Pablo que Cristo consagró su
ministerio al servicio de los judíos, para dar cumplimiento a las promesas
hechas a los padres y para que los paganos alcanzasen misericordia, y así ellos
también le diesen gloria como a creador y hacedor, salvador y redentor de
todos. De este modo alcanzó a todos la misericordia divina, sin excluir a los
paganos, de manera que el designio de la sabiduría de Dios en Cristo obtuvo su
finalidad; por la misericordia de Dios, en efecto, fue salvado todo el mundo,
en lugar de los que se habían perdido.
RESPONSORIO Hch 13, 46-47
R. A vosotros,
antes que a nadie, debíamos anunciar la palabra de Dios, mas, como la rechazáis
y no os juzgáis dignos de la vida eterna, * nosotros
nos volvemos ahora a las naciones. Aleluya.
V. Así nos lo ordena el Señor: «Te he puesto como
luz de los pueblos.»
R. Nosotros nos volvemos ahora a las naciones.
Aleluya.
*Lecturas del Sábado de la 4ª
semana de Pascua*
Sábado, 6
de mayo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan
(14,7-14)*
«Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y
lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto
a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo
estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi
nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís
algo en mi nombre, yo lo haré».
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria
que no se marchita. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cuando aparezca el supremo Pastor,
recibiréis la corona de gloria que no se marchita. Aleluya.
PRECES
Oremos a Cristo, que nos ha manifestado la vida eterna, y
digámosle confiados:
Que tu resurrección, Señor, nos haga crecer en gracia.
Pastor eterno, contempla con amor a tu pueblo, que se levanta ahora del
descanso,
y aliméntalo durante este día con tu palabra y tu eucaristía.
No permitas que seamos arrebatados por el lobo que devora o entregados por el
mercenario que huye,
sino haz que escuchemos siempre tu voz de buen pastor.
Tú que actúas siempre juntamente con los ministros de tu Evangelio y confirmas
su palabra con tu gracia,
haz que durante este día proclamemos tu resurrección con nuestras palabras y
con nuestra vida.
Sé, Señor, tú mismo nuestro gozo, el gozo que nadie puede arrebatarnos,
y haz que, alejados de toda tristeza, fruto del pecado, tengamos hambre de
poseer tu vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestra oración, diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro
maestro:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, asístenos con tu gracia para que
llevemos a su más plena realidad, en nosotros mismos, el misterio pascual que
estamos celebrando, y para que así los que hemos renacido en el bautismo demos
frutos abundantes de vida cristiana y alcancemos finalmente los goces de la
vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: REVESTIDOS DE BLANCAS VESTIDURAS
Revestidos de blancas vestiduras,
vayamos al banquete del Cordero
y, terminado el cruce del mar Rojo
alcemos nuestro canto al rey eterno.
La caridad de Dios es quien nos brinda
y quien nos da a beber su sangre propia,
y el Amor sacerdote es quien se ofrece
y quien los miembros de su cuerpo inmola.
Las puertas salpicadas con tal sangre
hacen temblar al ángel vengativo,
y el mar deja pasar a los hebreos
y sumerge después a los egipcios.
Ya el Señor Jesucristo es nuestra pascua,
ya el Señor Jesucristo es nuestra víctima:
el ázimo purísimo y sincero
destinado a las almas sin mancilla.
Oh verdadera víctima del cielo,
que tiene a los infiernos sometidos,
ya rotas las cadenas de la muerte,
y el premio de la vida recibido.
Vencedor del averno subyugado,
el Redentor despliega sus trofeos
y, sujetando al rey de las tinieblas,
abre de par en par el alto cielo.
Para que seas, oh Jesús, la eterna
dicha pascual de nuestras almas limpias,
líbranos de la muerte del pecado
a los que renacimos a la vida.
Gloria sea a Dios Padre y a su Hijo,
que de los muertos ha resucitado,
así como también al sacratísimo
Paracleto, por tiempo ilimitado. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El alzar de mis manos suba a ti, Señor, como ofrenda de la tarde.
Aleluya.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El alzar de mis manos suba a ti,
Señor, como ofrenda de la tarde. Aleluya.
Ant 2. Me sacaste de la prisión: por eso
doy gracias a tu nombre. Aleluya.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES
MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me sacaste de la prisión: por eso
doy gracias a tu nombre. Aleluya.
Ant 3. El Hijo de Dios aprendió,
sufriendo, a obedecer; y se ha convertido para los que lo obedecen en autor de
salvación eterna. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO
PASCUAL - Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Hijo de Dios aprendió,
sufriendo, a obedecer; y se ha convertido para los que lo obedecen en autor de
salvación eterna. Aleluya.
LECTURA BREVE 1Pe 2, 9-10
Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio regio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os
llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Vosotros, que en
otro tiempo no erais pueblo, sois ahora pueblo de Dios; vosotros, que estabais
excluidos de la misericordia, sois ahora objeto de la misericordia de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya.
Aleluya.
V. Al ver al Señor.
R. Aleluya. Aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya.
Aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por
mí. Aleluya
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Yo soy el camino, la verdad y la
vida. Nadie va al Padre sino por mí. Aleluya
PRECES
Oremos a Cristo, vida y resurrección de todos los hombres, y
digámosle con fe:
Hijo de Dios vivo, protege a tu pueblo.
Te rogamos, Señor, por tu Iglesia extendida por todo el mundo:
santifícala y haz que cumpla su misión de llevar tu reino a todos los hombres.
Te pedimos por los que sufren hambre y por los que están tristes, por los
enfermos, los oprimidos y los desterrados:
dales, Señor, ayuda y consuelo.
Te pedimos por los que se han apartado de ti por el error o por el pecado:
que obtengan la gracia de tu perdón y el don de una vida nueva.
Salvador del mundo, tú que fuiste crucificado, resucitaste y has de venir a
juzgar al mundo,
ten piedad de nosotros, pecadores.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te rogamos, Señor, por los que viven en el mundo
y por los que han salido ya de él, con la esperanza de la resurrección.
Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que nos has enviado la redención y concedido la
filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, y
concédenos, por nuestra fe en Cristo, la verdadera libertad y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 6 DE MAYO 2023
*Lecturas del Sábado de la
4ª semana de Pascua*
Sábado, 6 de mayo de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
(13,44-52):
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al
ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a
las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía:
«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la
rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos
a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de
los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”».
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor;
y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos
incitaron a las señoras distinguidas, adoradoras de Dios, y a los principales
de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los
expulsaron de su territorio.
Estos sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. Los
discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 97,1-2ab.2cd.3ab.3cd-4
R/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
*Lecturas del Sábado de la 4ª
semana de Pascua*
Sábado, 6
de mayo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan
(14,7-14)*
«Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y
lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto
a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo
estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi
nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís
algo en mi nombre, yo lo haré».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y lo
que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré)
*¿Cómo
se sintió Felipe cuando Jesús usó su nombre? ¿Cómo me siento cuando Jesús
susurra suavemente mi nombre? La
oración en el nombre de Jesús significa que Jesús apoya toda oración que vaya
acorde con el proyecto de Dios para el bien del mundo. Por ejemplo, si rezo
para reconciliarme con alguien, o por el don de un corazón agradecido, Jesús me
lo concederá. El proyecto de Dios es que su amor prevalezca en todo lugar. Este
sueño no se realizará hasta el final de la historia, ¡así que necesito orar con
paciencia!*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.