Musica Para el Alma
domingo, 27 de noviembre de 2022
MATEO 8,5-11 CICLO A
*Lecturas del Lunes de la 1ª
semana de Adviento*
Lunes, 28
de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(8,5-11)*
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de
palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y
tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo
que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y
Jacob en el reino de los cielos».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Señor,
no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi
criado quedará sano).
*La sincerada de este Centurión, han provocado en mí
algunas preguntas o interrogante ¿Bajo cual disciplina vivo hoy en
día? ¿Quién es mi superior? ¿Quién le da órdenes a mi vida? Cuando me hago estas
preguntas, puedo comprobar que la admiración que sintió el Señor, por este
centurión fue muy profunda. El Señor, me hace una invitación a abrir las
puertas de mi corazón a las personas que están muy cerca de mí. Que de mi salga
el interés por las persona que están pasando por un momento de dificulta, que
me haga cercano con el que sufre, que esté dispuesto a ponerme al servicio de
aquel que me necesita, en los momento difíciles, que de mi salga el deseo de
vivir totalmente bajo la disciplina del amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 28
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO
DE ADVIENTO
LUNES DE LA SEMANA I
Del propio del Tiempo. Salterio I
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Al Rey que viene, al Señor que se
acerca, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: UNA CLARA VOZ RESUENA.
Una clara voz resuena
que las tinieblas repudia,
el sueño pesado ahuyéntase,
Cristo en el cielo fulgura.
Despierte el alma adormida
y sus torpezas sacuda,
que para borrar los males
un astro nuevo relumbra.
De arriba llega el Cordero
que ha de lavar nuestras culpas;
con lágrimas imploremos
el perdón que nos depura,
porque en su nueva venida
que aterroriza y conturba,
no tenga que castigarnos,
más con piedad nos acuda.
Al Padre eterno la gloria,
loor al Hijo en la altura,
y al Espíritu Paráclito
por siempre alabanza suma. Amén.
SALMODIA
Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana
escucharás mi voz.
Salmo 5 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO
PERSEGUIDO
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Cantico: SOLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro
29,10-13
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA
TEMPESTAD.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
LECTURA BREVE Is 2, 3
Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos
instruirá en sus caminos, y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá
la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Su gloria aparecerá sobre ti.
R. Amanecerá el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Muéstranos, Señor, tu
misericordia.
R. Y danos tu salvación.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Isaías 7, 1-17
LA SEÑAL DEL EMMANUEL
Cuando Ajaz, hijo de Yotán,
hijo de Ozías, reinaba en Judá, Rasín, rey de Damasco, y Pecaj, hijo de Romelía
y rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla; pero no lograron
conquistarla.
Llegó la noticia al heredero
de David:
«Los sirios acampan en
Efraím.» y se agitó su corazón Y el del pueblo como se agitan los árboles del
bosque con el viento. Entonces el Señor dijo a Isaías:
«Sal al encuentro de Ajaz,
con tu hijo Sear Yasub, hacia el extremo del canal de la Alberca de Arriba,
junto a la Calzada del Batanero, Y le dirás:
"¡Vigilancia y calma!
No temas, no te acobardes ante esos dos cabos de tizones humeantes (la ira
ardiente de Rasín y los sirios, y del hijo de Romelía). Aunque tramen tu ruina
diciendo: 'Subamos contra Judá, sitiémosla, apoderémonos de ella, y nombraremos
en ella rey al hijo de Tabeel', así dice el Señor: No se cumplirá ni sucederá
así; Damasco es capital de Siria, y Rasín es jefe de Damasco; Samaría es
capital de Efraím, y el hijo de Romelía es jefe de Samaría. Pues bien, dentro
de cinco o seis años, Efraím será destruido y dejará de ser pueblo. Si no
creéis en mí, no subsistiréis."»
El Señor volvió a hablar a
Ajaz:
«Pide una señal al Señor, tu
Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Ajaz:
«No la pido, no quiero
tentar al Señor.»
Entonces dijo Isaías:
«Escucha, heredero de David:
¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el
Señor, por su cuenta, os dará él mismo una señal. Mirad: la joven ha concebido
y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel:
"Dios-con-nosotros". Éste comerá requesón y miel, hasta que aprenda a
rechazar el mal y a escoger el bien. Pues, antes que aprenda el niño a rechazar
el mal y a escoger el bien, será devastado el país de los dos reyes que ahora
te causan temor. El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo, sobre tu
dinastía, días como no se han conocido desde que Efraím se apartó de Judá.»
RESPONSORIO Lc 1, 31. 32
R. Concebirás y darás a luz
un hijo, * y le llamarás Jesús.
V. El Señor Dios le dará el
trono de David, su padre.
R. Y le llamarás Jesús.
SEGUNDA LECTURA
De las Cartas pastorales de san Carlos Borromeo, obispo
(Acta Ecclesiae Mediolanensis, t. 2, Lyon 1683, 916-917)
SOBRE EL TIEMPO DE ADVIENTO
Ha llegado, amadísimos
hermanos, aquel tiempo tan importante y solemne, que, como dice el Espíritu
Santo, es tiempo favorable, día de la salvación, de la paz y de la
reconciliación; el tiempo que tan ardientemente desearon los patriarcas y
profetas y que fue objeto de tantos suspiros y anhelos; el tiempo que Simeón
vio lleno de alegría, que la Iglesia celebra solemnemente y que también
nosotros debemos vivir en todo momento con fervor, alabando y dando gracias al
Padre eterno por la misericordia que en este misterio nos ha manifestado. El
Padre, por su inmenso amor hacia nosotros, pecadores, nos envió a su Hijo único,
para libramos de la tiranía y del poder del demonio, invitarnos al cielo e
introducimos en lo más profundo de los misterios de su reino, manifestarnos la
verdad, enseñarnos la honestidad de costumbres, comunicarnos el germen de las
virtudes, enriquecernos con los tesoros de su gracia y hacernos sus hijos
adoptivos y herederos de la vida eterna.
La Iglesia celebra cada año
el misterio de este amor tan grande hacia nosotros, exhortándonos a tenerlo
siempre presente. A la vez nos enseña que la venida de Cristo no sólo aprovechó
a los que vivían en el tiempo del Salvador, sino que su eficacia continúa y aún
hoy se nos comunica si queremos recibir, mediante la fe y los sacramentos, la
gracia que él nos prometió, y si ordenamos nuestra conducta conforme a sus
mandamientos.
La Iglesia desea vivamente
hacernos comprender que así como Cristo vino una vez al mundo en la carne, de
la misma manera está dispuesto a volver en cualquier momento, para habitar
espiritualmente en nuestra alma con la abundancia de sus gracias, si nosotros,
por nuestra parte, quitamos todo obstáculo.
Por eso, durante este
tiempo, la Iglesia, como madre amantísima y celosísima de nuestra salvación,
nos enseña, a través de himnos, cánticos y otras palabras del Espíritu Santo y
de diversos ritos, a recibir convenientemente y con un corazón agradecido este
beneficio tan grande, a enriquecernos con su fruto y a preparar nuestra alma
para la venida de nuestro Señor Jesucristo con tanta solicitud como si hubiera
él de venir nuevamente al mundo. No de otra manera nos lo enseñaron con sus
palabras y ejemplos los patriarcas del antiguo Testamento para que en ello los
imitáramos.
RESPONSORIO Cf. Jl 2, 15; cf. Is 62, 11; cf. Jr 4,
5
R. Tocad la trompeta en
Sión, convocad a las naciones, anunciadlo a los pueblos y decidles: * «Mirad
que ya viene Dios, nuestro salvador.»
V. Anunciadlo y haced que se
escuche en todas partes; proclamad la nueva, gritadla a plena voz:
R. Mirad que ya viene Dios,
nuestro salvador.
*Lecturas del Lunes de la 1ª
semana de Adviento*
Lunes, 28
de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(8,5-11)*
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de
palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y
tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo
que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y
Jacob en el reino de los cielos».
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Levanta tu mirada, Jerusalén, y
contempla el poder de tu Rey: mira, tu Salvador viene a librarte de tus
cadenas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Levanta tu mirada, Jerusalén, y contempla el poder de tu Rey: mira, tu
Salvador viene a librarte de tus cadenas.
PRECES
El Señor Jesucristo, luz de luz e Hijo
de Dios vivo, nos arrancará de nuestras tinieblas para que podamos contemplar
su gloria; acudamos, pues, a él y digámosle confiadamente:
Ven, Señor Jesús.
Oh Luz indestructible que vienes a iluminar nuestras tinieblas,
despierta nuestra fe aletargada.
Haz que andemos con seguridad durante el día,
guiados por el resplandor de tu claridad.
Enséñanos a tener la verdadera bondad,
y haz que ella sirva para iluminar a los hombres.
Ven a crear la nueva tierra que anhelamos,
en la que habite la justicia y la paz.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Digamos a nuestro Padre, con toda confianza:
Padre nuestro...
ORACION
Concédenos, Señor Dios nuestro, anhelar
de tal manera la llegada de tu Hijo Jesucristo, que, cuando llame a nuestras
puertas, nos encuentre velando en oración y cantando sus alabanzas. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
TIEMPO DE
ADVIENTO
LUNES DE LA SEMANA I
Del propio del Tiempo. Salterio I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y
al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: JESUCRISTO, PALABRA DEL PADRE.
Jesucristo, Palabra del Padre,
luz eterna de todo creyente:
ven, Señor, porque ya se hace tarde,
ven y escucha la súplica ardiente.
Cuando el mundo dormía en tinieblas,
en tu amor, tú quisiste ayudarlo
y trajiste, viniendo a la tierra,
esa vida que puede salvarlo.
Ya madura la historia en promesas,
sólo anhela tu pronto regreso;
si el silencio madura la espera,
el amor no soporta el silencio.
Con María, la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de Madre
y reúne a sus hijos, los fieles,
para juntos poder esperarte.
Cuando vengas, Señor, en tu gloria,
que podamos salir a tu encuentro
y a tu lado vivamos por siempre,
dando gracias al Padre en el reino. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef
1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE Flp 3, 20b-21
Esperamos que venga como salvador Cristo Jesús, el Señor. Él transfigurará
nuestro cuerpo de humilde condición en un cuerpo glorioso, semejante al suyo,
en virtud del poder que tiene para someter a su imperio todas las cosas.
RESPONSORIO BREVE
V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los
ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El ángel del Señor anunció a María, y
concibió por obra del Espíritu Santo. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del Espíritu
Santo. Aleluya.
PRECES
Oremos al Señor, que vendrá y nos
salvará, y digámosle:
Ven, Señor, y sálvanos.
Señor Jesús, ungido del Padre y salvador de los hombres,
ven pronto y sálvanos.
Tú que viniste al mundo,
líbranos del pecado del mundo.
Tú que Viniste del Padre,
muéstranos el camino para ir al Padre.
Tú que fuiste concebido por obra del Espíritu Santo,
renuévanos a nosotros con la fuerza de este mismo Espíritu Santo.
Tú que te hiciste hombre en el seno de la Virgen María,
líbranos de la corrupción de la carne.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Acuérdate, Señor, de todos los hombres
que desde el comienzo del mundo esperaron en ti.
Siguiendo la enseñanza del Salvador, oremos a Dios, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Concédenos, Señor Dios nuestro, anhelar
de tal manera la llegada de tu Hijo Jesucristo, que, cuando llame a nuestras
puertas, nos encuentre velando en oración y cantando sus alabanzas. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 28 DE NOVIEMBRE 2022
*Lecturas del Lunes de la 1ª
semana de Adviento*
Lunes, 28 de noviembre de 2022
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (4,2-6):
Aquel día, el vástago del Señor será el esplendor y la gloria, y el fruto del
país será orgullo y ornamento para los redimidos de Israel.
A los que queden en Sion y al resto de Jerusalén
los llamarán santos: todos los que en Jerusalén están inscritos para la vida.
Cuando el Señor haya lavado la impureza de las hijas de Sion
y purificado la sangre derramada en Jerusalén,
con viento justiciero, con un soplo ardiente,
creará el Señor sobre toda la extensión del monte Sion y sobre su asamblea
una nube de día, un humo y un resplandor de fuego llameante de noche.
Y por encimo, la glora será un baldaquino
y una tienda, sombra en la canícula,
refugio y abrigo de la tempestad y de la lluvia.
Palabra de Dios.
Salmo
Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.
V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.
*Lecturas del Lunes de la 1ª
semana de Adviento*
Lunes, 28
de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(8,5-11)*
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de
palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y
tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo
que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y
Jacob en el reino de los cielos».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Señor,
no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi
criado quedará sano).
*La sincerada de este Centurión, han provocado en mí
algunas preguntas o interrogante ¿Bajo cual disciplina vivo hoy en
día? ¿Quién es mi superior? ¿Quién le da órdenes a mi vida? Cuando me hago estas
preguntas, puedo comprobar que la admiración que sintió el Señor, por este
centurión fue muy profunda. El Señor, me hace una invitación a abrir las
puertas de mi corazón a las personas que están muy cerca de mí. Que de mi salga
el interés por las persona que están pasando por un momento de dificulta, que
me haga cercano con el que sufre, que esté dispuesto a ponerme al servicio de
aquel que me necesita, en los momento difíciles, que de mi salga el deseo de
vivir totalmente bajo la disciplina del amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.