Musica Para el Alma
viernes, 18 de septiembre de 2020
EVANGELIO DE LUCAS 8,4-15 CICLO A
Sábado, 19 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (8,4-15):
4 Habiéndose congregado mucha gente, y
viniendo a él de todas las ciudades, dijo en parábola:
5 «Salió un sembrador a sembrar su simiente;
y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del
cielo se la comieron;
6 otra cayó sobre piedra, y después de
brotar, se secó, por no tener humedad;
7 otra cayó en medio de abrojos, y creciendo
con ella los abrojos, la ahogaron.
8 Y otra cayó en tierra buena, y creciendo
dio fruto centuplicado.» Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que
oiga.»
9 Le preguntaban sus discípulos qué
significaba esta parábola,
10 y él dijo: «A vosotros se os ha dado el
conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para
que = viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. =
11 «La parábola quiere decir esto: La
simiente es la Palabra de Dios.
12 Los de a lo largo del camino, son los que
han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea
que crean y se salven.
13 Los de sobre piedra son los que, al oír
la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún
tiempo, pero a la hora de la prueba desisten.
14 Lo que cayó entre los abrojos, son los
que han oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las
preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez.
15 Lo que cayó, en buena tierra, son los
que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y
dan fruto con perseverancia.
Palabra del Señor
(La
simiente es la Palabra de Dios)
*La simiente santa es Jesucristo,
Jesucristo es el Verbo hecho carne, quien al morir en la cruz ha dado muchos
frutos. El Señor a través de esta palabra me invita a que deje que la simiente
incorrupta de su palabra penetre dentro de mi vida. Esta es una palabra muy
seria no se trata solamente del sembrador y la semilla, tiene que ver mucho con
el lugar donde caiga la simiente. Si la palabra, la simiente del Señor cae
dentro de mi corazón eso quiere decir nacer de nuevo, no puedo tener la palabra
dentro de mí y querer seguir llevando una vida dentro del pecado, esto implica
una renuncia a la práctica del pecado en mi vida*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL SÁBADO 19 LAS ORACIONES DEL DIA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
TIEMPO
ORDINARIO
SÁBADO
DE LA SEMANA XXIV
De la Feria. Salterio IV
19 de septiembre
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: DADOR DE LUZ ESPLÉNDIDO
Dador de luz espléndido,
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.
Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,
más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.
Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.
A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
LECTURA BREVE 2 Pe 3, 13-15a
Nosotros conforme a la promesa del Señor esperamos cielos nuevos y tierra
nueva, en los que tiene su morada la santidad. Por eso, carísimos, mientras
esperáis estos acontecimientos, procurad con toda diligencia que él os
encuentre en paz, sin mancha e irreprensibles. Considerad esta paciente espera
de nuestro Señor como una oportunidad para alcanzar la salud.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. No
dejamos de orar y pedir por vosotros.
R. Que lleguéis al pleno conocimiento de la voluntad de Dios.
PRIMERA LECTURA
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Baruc. 3, 9-15. 24—4, 4
LA SALVACIÓN DE ISRAEL ESTÁ EN LA SABIDURÍA
Escucha, Israel, los mandamientos de vida, tiende tu oído para conocer la
prudencia. ¿Por qué, Israel, por qué estás en país de enemigos, has envejecido
en un país extraño, te has contaminado con cadáveres y has sido contado entre
los que bajan al sheol? ¡Es que abandonaste la fuente de la sabiduría! Si
hubieras andado por el camino de Dios, habrías vivido en paz eternamente.
Aprende dónde está la prudencia, dónde la fuerza, dónde la inteligencia, para
saber al mismo tiempo dónde están la longevidad y la vida, dónde la luz de los
ojos y la paz. Pero ¿quién ha encontrado la mansión de Dios, quién ha entrado
en sus tesoros?
¡Oh Israel, qué grande es la casa de Dios, qué vasto el lugar de su dominio!
Grande es y sin límites, excelso y sin medida. Allí nacieron los antiguos
famosos gigantes, de alta estatura y expertos en la guerra. Pero no fue a éstos
a quienes eligió Dios, ni les enseñó el camino de la sabiduría; y perecieron
por no tener prudencia, por su locura perecieron.
¿Quién subió al cielo y la tomó?, ¿quién la hizo bajar desde las nubes? ¿Quién
atravesó el mar y la encontró?, ¿quién la traerá a precio de oro puro? No hay
quién conozca su camino, nadie imagina sus senderos.
Pero el que todo lo sabe la conoce, con su inteligencia la escrutó hasta el
fondo, el que dispuso la tierra para siempre y la llenó de animales
cuadrúpedos, el que envía la luz y ella va, el que la llama y temblorosa lo
obedece; brillan los astros en su puesto de guardia llenos de alegría, los
llama él y dicen: «¡Aquí estamos!», y brillan alegres para su Hacedor.
Éste es nuestro Dios, ningún otro es comparable a él. Él halló todos los
caminos de la sabiduría y se la dio a su siervo Jacob, a Israel, su predilecto.
Después apareció ella en la tierra y convivió entre los hombres.
Ella es el libro de los preceptos de Dios, la ley que subsiste eternamente:
todos los que la guardan alcanzarán la vida, mas los que la abandonan morirán.
Vuélvete, Jacob, y abrázala, camina al resplandor de su luz. No cedas tu gloria
a otro ni tus privilegios a nación extranjera. Felices somos, Israel, pues lo
que agrada al Señor se nos ha revelado.
RESPONSORIO Rm 11, 33; Ba 3, 32. 37
R. ¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! * ¡Qué
insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos!
V. El que todo lo sabe conoce la sabiduría y se la dio a Israel, su
predilecto.
R. ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos!
SEGUNDA LECTURA
Del Sermón de san Agustín, obispo, Sobre los pastores
(Sermon 46, 11-12: CCL 41, 538-539)
OFRECE EL VENDAJE DEL CONSUELO
El Señor azota, dice la Escritura, a todo el que por hijo acoge. ¿Y tú te
atreves a decir: «Quizás a ti no te azotará»? Si a ti no te azota quedarás sin
duda excluido del número de sus hijos. «¿Pero acaso -continuarás diciendo-
azota absolutamente a todos sus hijos?» Sin duda alguna, azota a todos sus
hijos, como azotó a su propio Unigénito. Su Unigénito, en efecto, aquel único
Hijo engendrado de la misma sustancia que el Padre, igual al Padre por su
condición divina, el Verbo, por quien fueron creadas todas las cosas, no tenía
en sí mismo posibilidad de ser probado ni azotado. Pero para poder ser azotado
se revistió de carne. Si, pues, Dios no perdonó ni a su propio Hijo que no
había conocido el pecado, ¿piensas que va a dejar sin pruebas a los hijos
adoptivos que conocieron el pecado? El Apóstol dice, en efecto, que hemos sido
hechos hijos de adopción para ser coherederos del Hijo único, para ser la
herencia de él, como se dice en el salmo: Pídemelo: te daré en herencia las
naciones. De ello nos da, pues, un ejemplo cuando nos hace participar en los
sufrimientos de su Hijo.
Pero, a fin de que el débil no desfallezca al oír hablar de las pruebas que se
avecinan, el pastor no debe ni alentarlo con falsas esperanzas ni atemorizarlo
con miedos indebidos. Debe decirle: Prepárate para las pruebas. Y, si al oír
estas palabras la oveja empieza a desfallecer y a temer hasta tal punto que ya
no se atreve a acercarse, el pastor debe recordarle aquello otro: Fiel es Dios
para no permitir que seáis tentados más allá de lo que podéis. Anunciar y
recordar las pruebas que se avecinan es como curar a las ovejas enfermas;
hablar de la misericordia de Dios, que hace superar las pruebas, al que se
asusta desmesuradamente es como vendar las heridas.
Hay algunos, en efecto, que al oír hablar de pruebas futuras se preparan con
mayor empeño y buscan con qué remediar su debilidad. Creen que no es suficiente
la ayuda que pueden recibir de los fieles y se fortalecen recordando la gloria
de los mártires. Pero hay, en cambio, otros que, al oír hablar de las pruebas
futuras que necesariamente tiene que soportar el cristiano y de las que están
exentos los que no lo son, se descorazonan y claudican.
Ofrece, pues, el vendaje del consuelo y cura a la oveja herida. Dile: «No
temas; no te abandonará en tus pruebas aquel en quien has puesto tu fe. Fiel es
Dios para no permitir que seas tentado más allá de lo que puedes resistir.» No
pienses que soy yo quien te dice esto, lo afirma aquel Apóstol que dice
también: ¿Queréis tener pruebas de que Cristo habla por mí? Por tanto, cuando
oyes las palabras que acabas de escuchar oyes al mismo Cristo, escuchas al
pastor que apacienta a Israel. Pues a Israel también se le dijo: Les diste a
comer llanto con medida. Lo que dice el Apóstol: No permitirá Dios que seáis
tentados más allá de lo que podéis, es lo mismo que afirma el profeta al hablar
de un llanto con medida. No abandones, por tanto, al que te corrige y exhorta,
al que te atemoriza y te consuela, al que te hiere y te sana.
RESPONSORIO Sal 43, 23; Rm 8, 37; Sal 43, 12
R. Por tu causa, Señor, estamos siendo asesinados continuamente, nos
tratan como a ovejas de matanza. * Pero en todo esto
vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado.
V. Nos entregas como ovejas al matadero y nos has dispersado por las
naciones.
R. Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado.
Sábado, 19 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (8,4-15):
4 Habiéndose congregado mucha gente, y
viniendo a él de todas las ciudades, dijo en parábola:
5 «Salió un sembrador a sembrar su simiente;
y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del
cielo se la comieron;
6 otra cayó sobre piedra, y después de
brotar, se secó, por no tener humedad;
7 otra cayó en medio de abrojos, y creciendo
con ella los abrojos, la ahogaron.
8 Y otra cayó en tierra buena, y creciendo
dio fruto centuplicado.» Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que
oiga.»
9 Le preguntaban sus discípulos qué
significaba esta parábola,
10 y él dijo: «A vosotros se os ha dado el
conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para
que = viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. =
11 «La parábola quiere decir esto: La
simiente es la Palabra de Dios.
12 Los de a lo largo del camino, son los que
han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea
que crean y se salven.
13 Los de sobre piedra son los que, al oír
la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún
tiempo, pero a la hora de la prueba desisten.
14 Lo que cayó entre los abrojos, son los
que han oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las
preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez.
15 Lo que cayó, en buena tierra, son los
que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y
dan fruto con perseverancia.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al
mundo, y supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor, Padre de todos, tú que nos has hecho llegar al comienzo de este día,
haz que toda nuestra vida unida a la de Cristo sea alabanza de tu gloria.
Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad,
que tú mismo has infundido en nuestras almas.
Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
para que respondamos con presteza a tus llamadas.
Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
y presérvanos de todo pecado.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al
volver a comenzar un nuevo día te pedimos que nos visites con el esplendor de
tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
la ley; concédenos cumplir tus mandamientos y llegar así a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SÁBADO 19 DE SEPTIEMBRE 2020
Lecturas de la 24º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Sábado, 19 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,35-37.42-49):
Alguno preguntará: «¿Y cómo resucitan los muertos? ¿Qué clase de
cuerpo traerán?» ¡Necio! Lo que tú siembras no recibe vida si antes no muere.
Y, al sembrar, no siembras lo mismo que va a brotar después, sino un simple
grano, de trigo, por ejemplo, o de otra planta. Igual pasa en la resurrección
de los muertos: se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se siembra
lo miserable, resucita glorioso; se siembra lo débil, resucita fuerte; se
siembra un cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Si hay cuerpo animal, lo
hay también espiritual. En efecto, así es como dice la Escritura: «El primer
hombre, Adán, fue un ser animado.» El último Adán, un espíritu que da vida. No
es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El
primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo.
Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son
los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos
también imagen del hombre celestial.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
55,10.11-12.13-14
R/. Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida
Que retrocedan mis enemigos
cuando te invoco,
y así sabré que eres mi Dios. R/.
R/. Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida
En Dios, cuya promesa alabo,
en el Señor, cuya promesa alabo,
en Dios confío y no temo;
¿qué podrá hacerme un hombre? R/.
R/. Caminaré en presencia de Dios a la luz de la vida
Te debo, Dios mío, los votos que hice,
los cumpliré con acción de gracias;
porque libraste mi alma de la muerte,
mis pies de la caída;
para que camine en presencia de Dios
a la luz de la vida. R/.
R/. Caminaré
en presencia de Dios a la luz de la vida
Sábado, 19 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (8,4-15):
4 Habiéndose congregado mucha gente, y
viniendo a él de todas las ciudades, dijo en parábola:
5 «Salió un sembrador a sembrar su simiente;
y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del
cielo se la comieron;
6 otra cayó sobre piedra, y después de
brotar, se secó, por no tener humedad;
7 otra cayó en medio de abrojos, y creciendo
con ella los abrojos, la ahogaron.
8 Y otra cayó en tierra buena, y creciendo
dio fruto centuplicado.» Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que
oiga.»
9 Le preguntaban sus discípulos qué
significaba esta parábola,
10 y él dijo: «A vosotros se os ha dado el
conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para
que = viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. =
11 «La parábola quiere decir esto: La
simiente es la Palabra de Dios.
12 Los de a lo largo del camino, son los que
han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea
que crean y se salven.
13 Los de sobre piedra son los que, al oír
la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún
tiempo, pero a la hora de la prueba desisten.
14 Lo que cayó entre los abrojos, son los
que han oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las
preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez.
15 Lo que cayó, en buena tierra, son los
que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y
dan fruto con perseverancia.
Palabra del Señor
(La
simiente es la Palabra de Dios)
*La simiente santa es Jesucristo,
Jesucristo es el Verbo hecho carne, quien al morir en la cruz ha dado muchos
frutos. El Señor a través de esta palabra me invita a que deje que la simiente
incorrupta de su palabra penetre dentro de mi vida. Esta es una palabra muy
seria no se trata solamente del sembrador y la semilla, tiene que ver mucho con
el lugar donde caiga la simiente. Si la palabra, la simiente del Señor cae
dentro de mi corazón eso quiere decir nacer de nuevo, no puedo tener la palabra
dentro de mí y querer seguir llevando una vida dentro del pecado, esto implica
una renuncia a la práctica del pecado en mi vida*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.