Musica Para el Alma
jueves, 1 de junio de 2023
MARCOS 11,11-26 CICLO A
*Lecturas del Viernes de la
8ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 2
de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Marcos
(11,11-26)*
Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una
higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no
encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Entonces le dijo: «Nunca jamás coma nadie de ti.» Los discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban
allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían
palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo.
Y los instruía, diciendo: «¿No está escrito: "Mi casa se llamará casa de
oración para todos los pueblos" Vosotros, en cambio, la habéis convertido
en cueva de bandidos.»
Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo,
porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de
acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente,
al pasar, vieron la higuera seca de raíz.
Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que
maldijiste se ha secado.»
Jesús contestó: «Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte:
"Quítate de ahí y tirate al mar", no con dudas, sino con fe en que
sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis
en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os
pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro
Padre del cielo os perdone vuestras culpas.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Por
eso os digo: Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que os la han
concedido, y la obtendréis)
*En
el evangelio de hoy, Jesús describe dos hechos en los cuales su significado va
mucho más allá de la acción misma. Por estos hechos Jesús nos sorprende y tal
vez nos incomode, y esto nos hace pensar. El entra en el templo y expulsa a los
vendedores, usando un lenguaje fuerte. El templo era el lugar más sagrado para
los judíos y Jesús afirma su autoridad aún en ese lugar. No es de extrañarse
por que el sumo sacerdotes y los escribas buscaban la manera de deshacerse de
Él, ya que Él claramente desafiaba su autoridad y ganando admiración y simpatía
de la gente. El otro hecho es aún más sorprendente y perturbador, la
maldición y sequía en un día del árbol de higos, y solo podemos entender esto
como un signo profético. Jesús viene a Jerusalén a celebrar la pascua, pero
encuentra a la ciudad y a sus lideres estériles, incapaces de darle la
bienvenida, a quien ellos profesaban buscar. Al igual que el árbol de higos, se
secará y morirá. Jesús me reta a producir frutos, y no solo a vivir en una
nostalgia de un pasado glorioso.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 2
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES
DE LA SEMANA VIII
De la Feria.
Salterio IV
2 de junio
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. El Señor es bueno, bendecid su
nombre.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es bueno, bendecid su
nombre.
Himno: POR EL DOLOR CREYENTE QUE BROTA DEL PECADO.
Por el dolor creyente que brota del pecado,
por no haberte querido de todo corazón,
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
con súplicas te pido, de rodillas, perdón.
Por haberte perdido, por no haberte encontrado,
porque es como un desierto nevado mi oración;
porque es como una hiedra sobre el árbol cortado
el recuerdo que brota cargado de ilusión,
Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
primero amargamente, lleno de flor después,
y que a ti, viejo tronco, poco a poco me enlace,
y que mi vieja sombra se derrame a tus pies. Amén
SALMODIA
Ant 1. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con
Espíritu firme.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón
puro, renuévame por dentro con Espíritu firme.
Ant 2. Alégrate, Jerusalén, porque en ti
serán congregados todos los pueblos.
Cántico: ACCIÓN DE GRACIAS POR LA LIBERACIÓN DEL PUEBLO - Tb 13,
10-15. 17-19
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén,
la ciudad del Santo;
por las obras de tus hijos te azotará,
pero de nuevo se compadecerá
de los hijos de los justos.
Confiesa dignamente al Señor
y bendice al Rey de los siglos,
para que de nuevo sea en ti
edificado su tabernáculo con alegría,
para que alegre en ti a los cautivos
y muestre en ti su amor hacia los desdichados,
por todas las generaciones y generaciones.
Brillarás cual luz de lámpara
y todos los confines de la tierra vendrán a ti.
Pueblos numerosos vendrán de lejos
al nombre del Señor, nuestro Dios,
trayendo ofrendas en sus manos,
ofrendas para el rey del cielo.
Las generaciones de las generaciones
exultarán en ti.
Y benditos para siempre todos los que te aman.
Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,
que serán congregados,
y al Señor de los justos bendecirán.
Dichosos los que te aman;
en tu paz se alegrarán.
Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,
pues en ti se alegrarán
contemplando toda tu gloria,
y se regocijarán para siempre.
Bendice, alma mía, a Dios, rey grande,
porque Jerusalén con zafiros y esmeraldas
será reedificada,
con piedras preciosas sus muros
y con oro puro sus torres y sus almenas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti
serán congregados todos los pueblos.
Ant 3. Sión, alaba a tu Dios, que envía su
mensaje a la tierra.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su
mensaje a la tierra.
LECTURA BREVE Ga 2, 19b-20
Estoy crucificado con Cristo; vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en
mi. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me
amó hasta entregarse por mí.
RESPONSORIO BREVE
V. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
R. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto
por mí.
V. Desde el cielo me enviará la salvación.
R. El Dios que hace tanto por mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto
por mí.
V. Hijo
mío, haz caso de mi sabiduría.
R. Presta oído a mi inteligencia.
PRIMERA LECTURA
Comienza la carta del apóstol Santiago 1,
1-18
SI ESTÁIS SOMETIDOS A TENTACIONES DIVERSAS,
CONSIDERADLO COMO UNA ALEGRÍA
Santiago, esclavo de Dios y de Jesucristo, el
Señor. A las doce tribus que viven en la diáspora: ¡Salud! Hermanos míos, si
estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como una alegría,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero haced que la
constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e íntegros, sin
defectos en nada.
Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a
todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. Pero pida con fe, sin
vacilar; porque quien vacila es semejante al flujo y reflujo del mar, que el
viento agita y lleva de una parte a otra. Éste no espere recibir cosa alguna
del Señor. Es un indeciso y un inconstante en todo su proceder.
El hermano de humilde condición gloríese de su dignidad; el rico, por el
contrario, gloríese de su humillación, porque pasará como flor de heno. Salió
el sol con su ardor, secóse el heno, y cayó la flor, desapareciendo su belleza.
Así también se marchitará el rico en sus empresas.
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá
la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Nadie, cuando
es tentado, diga: «Soy tentado por Dios.» Porque Dios ni puede ser tentado por
el mal ni tienta a nadie. Cada uno es tentado por su propia concupiscencia que
lo atrae y lo seduce; una vez que la concupiscencia ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, llegado a su madurez, engendra la muerte.
Hermanos carísimos, basta ya de seguir en el engaño. Toda dádiva preciosa y
todo don excelente provienen de lo alto, descienden del Creador de los astros.
En él no se da cambio ni sombra alguna de eclipse. Porque así lo ha querido,
nos ha engendrado por su mensaje de la verdad, para que seamos como primicias
de sus creaturas.
RESPONSORIO St 1, 12; 2Tm 4, 7-8
R. Dichoso el
hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de
la vida * que el Señor ha prometido a los que lo aman.
V. He combatido hasta el fin en noble combate, he
llegado al término de la carrera, he guardado intacta la fe; de ahora en
adelante sólo me espera la corona de la glorificación.
R. Que el Señor ha prometido a los que lo aman.
SEGUNDA LECTURA
Del Tratado de san Ambrosio, obispo, Sobre los
misterios.
(Núms. 43. 47-49: SC 25 bis, 178-180. 182)
INSTRUCCIÓN DE LOS RECIÉN BAUTIZADOS SOBRE LA
EUCARISTÍA
Los recién bautizados, enriquecidos con tales
distintivos, se dirigen al altar de Cristo, diciendo: Me acercaré al altar de
Dios, al Dios que alegra mi juventud. En efecto, despojados ya de todo resto de
sus antiguos errores, renovada su juventud como un águila, se apresuran a
participar del convite celestial. Llegan, pues, y al ver preparado el sagrado
altar, exclaman: Preparas una mesa ante mí. A ellos se aplican aquellas
palabras del salmista: El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas
me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Y
más adelante: Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí enfrente de
mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Es ciertamente admirable el hecho de que Dios hiciera llover el maná para los
padres y los alimentase cada día con aquel manjar celestial, del que dice el
salmo: El hombre comió pan de ángeles. Pero los que comieron aquel pan murieron
todos en el desierto; en cambio, el alimento que tú recibes, este pan vivo que
ha bajado del cielo, comunica el sostén de la vida eterna, y todo el que coma
de él no morirá para siempre, porque es el cuerpo de Cristo.
Considera, pues, ahora qué es más excelente, si aquel pan de ángeles o la carne
de Cristo, que es el cuerpo de vida. Aquel maná caía del cielo, éste está por
encima del cielo; aquél era del cielo, éste del Señor de los cielos; aquél se
corrompía si se guardaba para el día siguiente, éste no sólo es ajeno a toda
corrupción, sino que comunica la incorrupción a todos los que lo comen con
reverencia. A ellos les manó agua de la roca, a ti sangre del mismo Cristo; a
ellos el agua los sació momentáneamente, a ti la sangre que mana de Cristo te
lava para siempre. Los judíos bebieron y volvieron a tener sed, pero tú, si
bebes, ya no puedes volver a sentir sed, porque aquello era la sombra, esto la
realidad.
Si te admira aquello que no era más que una sombra, mucho más debe admirarte la
realidad. Escucha cómo no era más que una sombra lo que acontecía con los
padres: Bebían —dice el Apóstol— de la roca que los seguía, y la roca era
Cristo; pero Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues fueron
postrados en el desierto. Todas estas cosas acontecían en figura para nosotros.
Los dones que tú posees son mucho más excelentes, porque la luz es más que la
sombra, la realidad más que la figura, el cuerpo del Creador más que el maná
del cielo.
RESPONSORIO 1Co 10, 1-2. 11. 3-4
R. Nuestros
padres estuvieron todos bajo la nube, y todos atravesaron el mar; * todos
fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; todas estas cosas les acontecían
en figura.
V. Todos comieron el mismo manjar espiritual, y
todos bebieron de la misma espiritual bebida.
R. Todas estas cosas les acontecían en figura.
*Lecturas del Viernes de la
8ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 2
de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Marcos
(11,11-26)*
Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una
higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no
encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Entonces le dijo: «Nunca jamás coma nadie de ti.» Los discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban
allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían
palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo.
Y los instruía, diciendo: «¿No está escrito: "Mi casa se llamará casa de
oración para todos los pueblos" Vosotros, en cambio, la habéis convertido
en cueva de bandidos.»
Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo,
porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de
acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente,
al pasar, vieron la higuera seca de raíz.
Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que
maldijiste se ha secado.»
Jesús contestó: «Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte:
"Quítate de ahí y tirate al mar", no con dudas, sino con fe en que
sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis
en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os
pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro
Padre del cielo os perdone vuestras culpas.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la entrañable misericordia de
nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto.
PRECES
Confiados en Dios, que cuida con solicitud de todos los que ha
creado y redimido con la sangre de su Hijo, invoquémosle diciendo:
Escucha, Señor, y ten piedad.
Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino de la verdadera
santidad,
y haz que busquemos siempre cuanto hay de verdadero, noble y justo.
No nos abandones para siempre, por amor de tu nombre
no olvides tu alianza con nosotros.
Con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos,
porque no hay confusión para los que en ti confían.
Tú que has querido que participáramos en la misión profética de Cristo,
haz que proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijámonos al Padre, con las mismas palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Señor, tu gracia abundante, para que nos ayude a
seguir el camino de tus mandatos, y así gocemos de tu consuelo en esta vida y
alcancemos la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ERES LA LUZ Y SIEMBRAS CLARIDADES.
Eres la luz y siembras claridades,
eres amor y siembras armonía
desde tu eternidad de eternidades.
Por tu roja frescura de alegría,
la tierra se estremece de rocío,
Hijo eterno del Padre y de María.
En el cielo del hombre, oscuro y frío,
eres la luz total, fuego del fuego,
que aplaca las pasiones y el hastío.
Entro en tus esplendores, Cristo, ciego;
mientras corre la vida paso a paso,
pongo mis horas grises en tu brazo,
y a ti, Señor, mi corazón entrego. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Día tras día te bendeciré, Señor, y explicaré tus proezas.
Salmo 144 I - HIMNO A LA GRANDEZA DE DIOS.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus creaturas.
Que todas tus creaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;
explicando tus proezas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Día tras día te bendeciré, Señor, y
explicaré tus proezas.
Ant 2. Los ojos de todos te están
aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Salmo 144 II
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los ojos de todos te están
aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Ant 3. Justos y verdaderos son tus
caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Justos y verdaderos son tus
caminos, ¡oh Rey de los siglos!
LECTURA BREVE Rm 8, 1-2
No hay ya condenación alguna para los que están en
Cristo Jesús, porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la
ley del pecado y de la muerte.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para
llevarnos a Dios.
V. Muerto en la carne, pero vivificado en el
espíritu.
R. Para llevarnos a Dios.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para
llevarnos a Dios.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a
nuestros padres.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Acuérdate, Señor, de tu
misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.
PRECES
Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre,
diciendo:
Confirma, Señor, lo que has realizado en nosotros.
Señor Jesucristo, consuelo de los humildes,
dígnate sostener con tu gracia nuestra fragilidad, siempre inclinada al pecado.
Que los que por nuestra debilidad estamos inclinados al mal,
por tu misericordia obtengamos el perdón.
Señor, a quien ofende el pecado y aplaca la penitencia,
aparta de nosotros el castigo merecido por nuestros pecados.
Tú que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros la oveja
descarriada,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz,
abre las puertas del cielo a todos los difuntos que en ti confiaron.
Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, digamos al Padre celestial:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que tu Hijo sufriese por
la salvación de todos, haz que, inflamados en tu amor, sepamos ofrecernos a ti
como víctima viva. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 2 DE JUNIO 2023
*Lecturas del Viernes de la
8ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 2 de junio de 2023
Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (44,1.9-13):
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados.
Hay quienes no dejaron recuerdo, y acabaron al acabar su vida: fueron como si
no hubieran sido, y lo mismo sus hijos tras ellos. No así los hombres de bien,
su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia, su heredad
pasa de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus
nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se
olvidará.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b
R/. El Señor ama a su pueblo
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
*Lecturas del Viernes de la 8ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 2
de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Marcos
(11,11-26)*
Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una
higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no
encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Entonces le dijo: «Nunca jamás coma nadie de ti.» Los discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban
allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían
palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo.
Y los instruía, diciendo: «¿No está escrito: "Mi casa se llamará casa de
oración para todos los pueblos" Vosotros, en cambio, la habéis convertido
en cueva de bandidos.»
Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo,
porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de
acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente,
al pasar, vieron la higuera seca de raíz.
Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que
maldijiste se ha secado.»
Jesús contestó: «Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte:
"Quítate de ahí y tirate al mar", no con dudas, sino con fe en que
sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis
en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os
pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro
Padre del cielo os perdone vuestras culpas.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Por
eso os digo: Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que os la han
concedido, y la obtendréis)
*En
el evangelio de hoy, Jesús describe dos hechos en los cuales su significado va
mucho más allá de la acción misma. Por estos hechos Jesús nos sorprende y tal
vez nos incomode, y esto nos hace pensar. El entra en el templo y expulsa a los
vendedores, usando un lenguaje fuerte. El templo era el lugar más sagrado para
los judíos y Jesús afirma su autoridad aún en ese lugar. No es de extrañarse
por que el sumo sacerdotes y los escribas buscaban la manera de deshacerse de
Él, ya que Él claramente desafiaba su autoridad y ganando admiración y simpatía
de la gente. El otro hecho es aún más sorprendente y perturbador, la
maldición y sequía en un día del árbol de higos, y solo podemos entender esto
como un signo profético. Jesús viene a Jerusalén a celebrar la pascua, pero
encuentra a la ciudad y a sus lideres estériles, incapaces de darle la
bienvenida, a quien ellos profesaban buscar. Al igual que el árbol de higos, se
secará y morirá. Jesús me reta a producir frutos, y no solo a vivir en una
nostalgia de un pasado glorioso.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.