Musica Para el Alma
sábado, 23 de julio de 2022
MATEO 20,20-28 CICLO C
*Lecturas de Santiago
apóstol*
Lunes, 25
de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(20,20-28)*
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se
postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a
tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz
que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene
reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los
tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que
quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser
primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre
no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por
muchos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
*«No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí,
podemos.»*
*Me llena de esperanza saber el
poder que tiene una madre cuando se acerca al corazón del Señor. Esta madre
está muy segura de cómo ha formado y educado a sus hijos, que con tanta
autoridad, hace esta petición al Señor. Enseguida el Señor les hace un
examen, para saber si la enseñanza que han recibido de su madre es
auténtica, la pregunta tiene su origen y su fundamento en “La Fidelidad”. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Y la respuesta fue segura y
convincente. Es la madre quien a temprana edad tiene la misión de preparar el
corazón de los hijos al Señor. Me siento alegre de estar en mi madre la
iglesia, que de igual manera está preparando mi corazón para ser fiel al
Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 25
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
LUNES SEMANA
I
LAUDES
(Oración de la mañana)
*Propio de la fiesta*.
*SANTIAGO, apóstol.
(FIESTA)*
Nació en Betsaida; era
hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Juan. Estuvo presente en los principales
milagros obrados por el Señor. Fue muerto por el rey Herodes alrededor del año
42. Desde la antigüedad esta muy difundida la persuasión de que Santiago había
predicado el Evangelio en los confines de Occidente. Después de la invasión
mahometana, el apóstol Santiago aparece venerado como cabeza refulgente de
España y patrono de sus reinos cristianos. Éstos proclaman en los siglos
siguientes su gratitud por la protección del Apóstol en la defensa de la fe y
de la independencia de la patria y por su asistencia en la acción misionera que
contribuyó a propagar la Iglesia por todo el mundo. Su sepulcro en Compostela,
a semejanza del sepulcro vacío del Señor en Jerusalén y de la tumba de san
Pedro en Roma, atrae, hasta nuestros días, a innumerables peregrinos de toda la
cristiandad. Los papas han concedido a su santuario un jubileo frecuente y
otras gracias extraordinarias.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole
gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la
tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus
manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en
Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a
prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto
mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: VOSOTROS QUE ESCUCHASTEIS LA LLAMADA.
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna.
Amén.
SALMODIA
Ant 1. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, y los
llamó.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con
júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, y los
llamó.
Ant 2. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo siguieron.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al
Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al
Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al
Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al
Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al
Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid
al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al
Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del
cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los
siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo siguieron.
Ant 3. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que recibiréis
el bautismo que yo he de recibir.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de
los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los
humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que recibiréis el
bautismo que yo he de recibir.
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22
Ya no sois extranjeros ni forasteros,
sino que sois ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo
Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y
se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también
vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios por el
Espíritu.
RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda
la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda
la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda
la tierra.
V. Contaron las alabanzas
del Señor y su poder.
R. Y las maravillas que
realizó.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4,1-16
SEAMOS IMITADORES DEL APÓSTOL, COMO ÉL IMITA A CRISTO
Hermanos: Que la gente sólo
vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de
Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Por lo que a
mí se refiere, me importa muy poco ser juzgado por vosotros o por cualquier
tribunal humano. Ni siquiera yo mismo juzgo mi actuación. Cierto que mi
conciencia nada me reprocha, mas no por eso me creo justificado. Mi juez será
el Señor. No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a la
luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones
del corazón. Entonces vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios.
Estas verdades, hermanos,
las he expuesto por vuestro provecho, aplicándolas a mi persona y a Apolo. Así,
por esta aplicación, aprenderéis aquello de: «No más de lo que está escrito», a
fin de que nadie se enorgullezca de un apóstol y desprecie a otro. Porque,
¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y, si lo
recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? ¡Ya estáis
satisfechos! ¡Os habéis hecho ya ricos! ¡Habéis ganado un reino sin ayuda
nuestra! ¡Ya lo podíais haber ganado! ¡Así tendríamos nosotros parte en vuestro
reino!
Por lo que veo, Dios nos ha
asignado a los apóstoles el último lugar, como a condenados a muerte; porque
hemos venido a ser el espectáculo del mundo, de los ángeles y de los hombres.
Nosotros somos insensatos por Cristo, vosotros sensatos en Cristo; nosotros
débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros despreciados. Todavía
ahora pasamos hambre, sed y desnudez. Somos maltratados y arrojados de una
parte a otra, y nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Cuando nos
maldicen, bendecimos; cuando nos persiguen, soportamos; cuando nos injurian,
respondemos con dulzura. Hemos venido a ser hasta ahora como basura del mundo,
como el desecho de la humanidad.
No os escribo esto para
confundiros, sino para amonestaros como a hijos míos carísimos. Aunque tengáis,
en efecto, diez mil maestros que os lleven a Cristo, de hecho sólo tenéis un
padre. Yo os engendré para Cristo por la predicación del evangelio.
Os exhorto, pues, a que
seáis mis imitadores, como yo imito a Cristo.
RESPONSORIO Jn 15,15; Mt 13, 11. 16
R. Ya no os llamaré siervos;
os he llamado amigos, * porque todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he
dado a conocer.
V. A vosotros ha concedido
Dios conocer los misterios del reino de los cielos; dichosos vuestros ojos
porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
R. Porque todo cuanto me ha
comunicado el Padre os lo he dado a conocer.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre el evangelio
de san Mateo
(Homilía 65, 2-4: PG 58, 619-622)
PARTICIPES DE LA PASIÓN DE CRISTO
Los hijos de Zebedeo
apremian a Cristo, diciéndole: Haz que se siente uno a tu derecha y otro a tu
izquierda. ¿Qué les responde el Señor? Para hacerles ver que lo que piden no
tiene nada de espiritual y que, si hubieran sabido lo que pedían, nunca se
hubieran atrevido a hacerlo, les dice: No sabéis lo que pedís, es decir: «No
sabéis cuán grande, cuán admirable, cuán superior a los mismos coros
celestiales es esto que pedís.» Luego añade: ¿Podéis beber el cáliz que yo
tengo que beber o recibir el bautismo con que yo he de ser bautizado? Es como
si les dijera: «Vosotros me habláis de honores y de coronas, pero yo os hablo
de luchas y fatigas. No es éste tiempo de premios, ni es ahora cuando se ha de
manifestar mi gloria; la vida presente es tiempo de muertes, de guerra y de
peligros.»
Pero fijémonos cómo la
manera de interrogar del Señor equivale a una exhortación y a un aliciente. No
dice: «¿Podéis soportar la muerte? ¿Sois capaces de derramar vuestra sangre?»,
sino que sus palabras son: ¿Podéis beber el cáliz? Y, para animarlos a ello,
añade: Que yo tengo que beber; de este modo, la consideración de que se trata
del mismo cáliz que ha de beber el Señor había de estimularlos a una respuesta
más generosa. Y a su pasión le da el nombre de «bautismo», para significar con
ello que sus sufrimientos habían de ser causa de una gran purificación para todo
el mundo. Ellos responden: Sí, podemos. El fervor de su espíritu les hace dar
esta respuesta espontánea, sin saber bien lo que prometen, pero con la
esperanza de que de este modo alcanzarán lo que desean.
¿Qué les dice entonces el
Señor? En efecto, mi cáliz lo beberéis y recibiréis el bautismo que yo he de
recibir. Grandes son los bienes que les anuncia, esto es: «Seréis dignos del
martirio y sufriréis lo mismo que yo, vuestra vida acabará con una muerte
violenta y así seréis partícipes de mi pasión. Pero el sentarse a mi derecha o
a mi izquierda no me corresponde a mi otorgarlo; es para quienes lo ha
reservado mi Padre.» Después que ha levantado sus ánimos y ha provocado su
magnanimidad, después que los ha hecho capaces de superar el sufrimiento, entonces
es cuando corrige su petición.
Los otros diez se
disgustaron contra los dos hermanos. Ya veis cuán imperfectos eran todos, tanto
aquellos que pretendían una precedencia sobre los otros diez, como también los
otros diez que envidiaban a sus dos colegas. Pero -como ya dije en otro lugar-
si nos fijamos en su conducta posterior, observamos que están ya libres de esta
clase de aspiraciones. El mismo Juan, uno de los protagonistas de este
episodio, cede siempre el primer lugar a Pedro, tanto en la predicación como en
la realización de los milagros, como leemos en los Hechos de los apóstoles. En
cuanto a Santiago, no vivió por mucho tiempo; ya desde el principio se dejó
llevar de su gran vehemencia y, dejando a un lado toda aspiración humana,
obtuvo bien pronto la gloria inefable del martirio.
RESPONSORIO
R. Éstos son los que a su
paso por este mundo plantaron con su sangre a la Iglesia; * bebieron el cáliz
del Señor y se convirtieron en amigos de Dios.
V. A toda la tierra alcanza
su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje.
R. Bebieron el cáliz del
Señor y se convirtieron en amigos de Dios.
*Lecturas de Santiago
apóstol*
Lunes, 25
de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(20,20-28)*
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se
postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a
tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz
que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene
reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los
tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que
quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser
primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre
no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por
muchos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los
llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su
pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de
nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos
odian;
ha realizado así la misericordia que
tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre
Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del
Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de
nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo
alto,
para iluminar a los que viven en
tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los
llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está
en los cielos, porque por medio de los apóstoles nos ha dado parte en la
herencia de los elegidos, y aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba, Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de
los apóstoles nos has dado la mesa de tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y
nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de
los apóstoles nos has preparado la mesa de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de
la verdad y se acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de
los apóstoles has fundado tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de
tu pueblo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de
los apóstoles nos has dado el bautismo y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas
nuestras culpas.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Concluyamos nuestra oración con la
plegaria que Jesús enseñó a los apóstoles:
Padre
nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que
quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su
sangre por la predicación del Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el
testimonio de su martirio y confórtala con su valiosa protección. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya.
Himno: COLUMNAS DE LA IGLESIA, PIEDRAS VIVAS.
¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas!
¡Apóstoles de Dios, grito del Verbo!
Benditos vuestros píes, porque han
llegado
para anunciar la paz al mundo entero.
De pie en la encrucijada de la vida,
del hombre peregrino y de los pueblos,
lleváis agua de Dios a los cansados,
hambre de Dios lleváis a los
hambrientos.
De puerta en puerta va vuestro mensaje,
que es verdad y es amor y es Evangelio.
no temáis, pecadores, que sus manos
son caricias de paz y de consuelo.
Gracias, Señor, que el pan de tu
palabra
nos llega por tu amor, pan verdadero;
gracias, Señor, que el pan de vida
nueva
nos llega por tu amor, partido y
tierno. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Jesús, tomando consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a
sentir terror y angustia.
Salmo 115 - ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Vale mucho a los ojos del Señor
la vida de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús, tomando consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a
sentir terror y angustia.
Ant 2. Entonces les dijo: «Velad y orad, para no caer en la tentación.»
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de
Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entonces les dijo: «Velad y orad, para no caer en la tentación.»
Ant 3. El rey Herodes se apoderó de algunos fieles de la Iglesia, con el
fin de hacerles daño, e hizo morir por la espada a Santiago, hermano de Juan.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de
Cristo
con toda clase de bienes espirituales y
celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de
Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y
prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su
voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por
Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo
por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El rey Herodes se apoderó de
algunos fieles de la Iglesia, con el fin de hacerles daño, e hizo morir por la
espada a Santiago, hermano de Juan.
LECTURA BREVE Ef 4,11-13
Cristo ha constituido a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
doctores, para el perfeccionamiento de los fieles, en función de su ministerio,
y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la
unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la
medida de Cristo en su plenitud.
RESPONSORIO BREVE
V. Contad a los pueblos la gloria del
Señor.
R. Contad a los pueblos la gloria del
Señor.
V. Sus maravillas a todas las naciones.
R. Contad a los pueblos la gloria del
Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo
R. Contad a los pueblos la gloria del
Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Quien aspire a ser el mayor sea siervo vuestro; y quien aspire a
ser el primero sea servidor de todos.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador;
porque ha mirado la humillación de su
esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros
padres-
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Quien aspire a ser el mayor sea siervo vuestro; y quien aspire a
ser el primero sea servidor de todos.
PRECES
Hermanos: Edificados sobre el cimiento
de los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo santo, diciendo:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
Padre santo, que quisiste que tu Hijo
resucitado de entre los muertos se manifestara en primer lugar a los apóstoles,
haz que también nosotros seamos
testigos de Cristo hasta los confines del mundo.
Padre santo, tú que enviaste a tu Hijo
al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,
haz que el Evangelio sea proclamado a
toda la creación.
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la
semilla de la palabra,
haz que, sembrando también tu palabra
con nuestro esfuerzo, recojamos sus frutos con alegría.
Tú que enviaste a tu Hijo para que
reconciliara el mundo contigo,
haz que también nosotros cooperemos a
la reconciliación de los hombres.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Tú que quisiste que tu Hijo resucitara
el primero de entre los muertos,
concede a todos los que son de Cristo
resucitar con él, el día de su venida.
Oremos ahora al Padre, como Jesús
enseñó a los apóstoles:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que
quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su
sangre por la predicación del Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el
testimonio de su martirio y confórtala con su valiosa protección. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos, habiendo llegado al final de
esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros
pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y
omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre
Virgen,
a los ángeles, a los santos y a
vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios,
nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga
misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA
PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.
Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un
sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.
Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día.
Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, Dios mío, de día te pido
auxilio, de noche grito en tu presencia.
Salmo 87 - ORACIÓN DE UN HOMBRE
GRAVEMENTE ENFERMO
Señor, Dios mío, de día te pido
auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.
Porque mi alma está colmada de
desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la
fosa,
soy como un inválido.
Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el
sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.
Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.
Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.
Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte
gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu
misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la
muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la
tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?
Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi
súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?
Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:
me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, Dios mío, de día te pido
auxilio, de noche grito en tu presencia.
LECTURA BREVE Jr 14, 9
Tú estás en medio de nosotros, Señor,
tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi
espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE
SIMEÓN Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu
Salvador,
a quien has presentado ante todos los
pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos,
protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Señor, Dios todopoderoso: ya que con
nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos
que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda
una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.