Musica Para el Alma
sábado, 12 de agosto de 2023
MATEO 14,22-33 CICLO A
*Lecturas del Domingo 19º
del Tiempo Ordinario - Ciclo A*
Domingo,
13 de agosto de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(14,22-33)*
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que
subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía
a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para
orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy
lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De
madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole
andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un
fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el
agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero,
al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué
has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
*(Viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como
comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»)*.
*He sentido en mi vida, momento en que se han
levantado, grandes y fuertes dificultades, donde he experimentado que me estoy
hundiendo que el peligro está muy cerca, y en medio de mi
desesperación, he gritado al Señor y en su gran amor y misericordia ha
venido en mi ayuda. El Señor, está siempre cerca de mí, y con estas palabras me
dice: « ¡Animo!, que
soy yo; no temáis.» Estas
palabras me hacen sentir alegre, contento, por todo lo que el Señor está
haciendo por mí, y para que reconozca que él es mi único y verdadero
salvador, que no dude nunca de su amor por mí*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL DOMINGO 13
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO DOMINGO SEMANA III*
De la Feria. Salterio III
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos
vítores a la Roca que nos salva. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos
vítores a la Roca que nos salva. Aleluya.
Himno: LAS SOMBRAS OSCURAS HUYEN.
Las sombras oscuras huyen,
ya va pasando la noche;
y el sol, con su luz de fuego,
nos disipa los temores.
Ya se apagan las estrellas
y se han encendido soles;
el rocío cae de los cielos
en el cáliz de las flores.
Las criaturas van vistiendo
sus galas y sus colores,
porque al nacer nuevo día
hacen nuevas las canciones.
¡Lucero, Cristo, del alba,
que paces entre esplendores,
apacienta nuestras vidas
ya sin sombras y sin noches!
¡Hermoso Cristo, el Cordero,
entre collados y montes! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es admirable en el cielo. Aleluya.
Salmo 92 - GLORIA DEL DIOS CREADOR
El Señor reina vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder:
así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno.
Levantan los ríos, Señor,
levantan los ríos su voz,
levantan los ríos su fragor;
pero más que la voz de aguas caudalosas,
más potente que el oleaje del mar,
más potente en el cielo es el Señor.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es admirable en el cielo.
Aleluya.
Ant 2. Tú, Señor, eres alabado y ensalzado
por los siglos. Aleluya.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Tú, Señor, eres alabado y ensalzado
por los siglos. Aleluya.
Ant 3. Alabad al Señor en el cielo.
Aleluya.
Salmo 148 - ALABANZA DEL DIOS CREADOR
Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo todos sus ángeles,
alabadlo todos sus ejércitos.
Alabadlo, sol y luna;
alabadlo, estrellas lucientes.
Alabadlo, espacios celestes,
y aguas que cuelgan en el cielo.
Alaben el nombre del Señor,
porque él lo mandó, y existieron.
Les dio consistencia perpetua
y una ley que no pasará.
Alabad al Señor en la tierra,
cetáceos y abismos del mar.
Rayos, granizo, nieve y bruma,
viento huracanado que cumple sus órdenes.
Montes y todas las sierras,
árboles frutales y cedros.
Fieras y animales domésticos,
reptiles y pájaros que vuelan.
Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo.
Los jóvenes y también las doncellas,
los viejos junto con los niños.
Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra;
él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad al Señor en el cielo.
Aleluya.
LECTURA BREVE Ez 37, 12b-14
Así dice el Señor. «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de
vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y cuando
abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis
que yo soy el Señor: os infundiré mi espíritu y viviréis, os colocaré en
vuestra tierra y sabréis que yo el Señor lo digo y lo hago.» Oráculo del Señor.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de
nosotros.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de
nosotros.
V. Hijo mío, haz caso a mis palabras.
R. presta oído a mis consejos.
PRIMERA LECTURA
Del segundo libro de los Reyes 4, 38-44; 6, 1-7
MILAGROS DE ELISEO EN FAVOR DE LA COMUNIDAD DE PROFETAS
En aquellos días, cuando Eliseo volvió a Guilgal, se pasaba hambre en aquella
región. La comunidad de profetas estaba sentada junto a él, y Eliseo ordenó a
su criado:
«Pon la olla grande y cuece un caldo para la comunidad.»
Uno de ellos salió al campo a coger unas yerbas; encontró unas uvas silvestres,
las arrancó, llenó el manto y, al llegar, las fue echando en el caldo sin saber
lo que hacía. Cuando sirvieron la comida a los hombres y probaron el caldo,
gritaron:
«¡Profeta, esto sabe a veneno!»
Y no pudieron comerlo. Entonces, Eliseo ordenó: «Traedme harina.»
La echó en la olla y dijo:
«Sirve a la gente, que coman.»
Y el caldo ya no sabía mal. Uno de Baal Salisá vino a traer al profeta el pan
de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo
dijo:
«Dáselos a la gente, que coman.»
El criado replicó:
«¿Qué hago yo con esto para cien personas?» Eliseo insistió:
«Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: "Comerán y
sobrará."»
Entonces, el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.
La comunidad de profetas dijo a Eliseo:
«Mira, el sitio donde habitamos bajo tu dirección nos resulta pequeño. Déjanos
ir al Jordán a coger cada uno un madero, para hacernos una habitación.»
Eliseo les dijo:
«Id.»
Uno de ellos le pidió:
«Haz el favor de venir con nosotros.» Eliseo respondió:
«Voy.»
Y se fue con ellos. Cuando llegaron al Jordán, se pusieron a cortar ramas, pero
a uno, cuando estaba derribando un tronco, se le cayó al río el hierro del
hacha, y gritó:
«¡Ay, maestro, que era prestada!»
El profeta preguntó:
«¿Dónde cayó?»
El otro le indicó el sitio. Eliseo cortó un palo, lo tiró allí, y el hierro
salió a flote. Eliseo dijo: «Sácalo.»
El otro alargó el brazo y lo cogió.
RESPONSORIO 2R 4, 42. 43; Mc 6, 41. 42
R. Un hombre vino a traer al profeta el pan de las
primicias, veinte panes de cebada. Eliseo dijo: «Dáselos a la gente, que
coman. * Porque así dice el Señor: "Comerán y sobrará."»
V. Jesús pronunció la bendición, partió los panes,
y todos comieron hasta quedar satisfechos.
R. Porque así dice el Señor: «Comerán y sobrará.»
SEGUNDA LECTURA
Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen, Sobre la divina
providencia
(Cap. 4, 13: edición latina, Ingolstadt 1583, ff. 19v-20)
CON LAZOS DE AMOR
Mi Señor dulcísimo, vuelve benignamente tus ojos misericordiosos a este pueblo
y al cuerpo místico que es tu Iglesia; porque mayor gloria se seguirá para tu
santo nombre al perdonar tan gran muchedumbre de tus creaturas que si tan sólo
me perdonas a mí, miserable pecadora, que tan gravemente he ofendido a tu
majestad. ¿Qué consuelo podría hallar yo en poseer la vida, viendo que tu
pueblo está privado de ella, y viendo cómo las tinieblas del pecado cubren a tu
amada Esposa, por mis pecados y los de las demás creaturas tuyas?
Deseo, pues, y te pido como una gracia especial este perdón, por aquel amor
incomparable que te movió a crear al hombre a tu imagen y semejanza. ¿Cuál, me
pregunto, fue la causa de que colocaras al hombre en tan alta dignidad?
Ciertamente, sólo el amor incomparable con el cual miraste en ti mismo a tu
creatura y te enamoraste de ella. Mas veo con claridad que por culpa de su
pecado perdió merecidamente la dignidad en que lo habías colocado.
Pero tú, movido por aquel mismo amor, queriendo reconciliarte gratuitamente al
género humano, nos diste la Palabra que es tu Hijo unigénito, el cual fue
verdaderamente reconciliador y mediador entre tú y nosotros. Él fue nuestra
justicia, ya que cargó sobre sí todas nuestras injusticias e iniquidades y
sufrió el castigo que por ellas merecíamos, por obediencia al mandato que tú,
Padre eterno, le impusiste, cuando decretaste que había de asumir nuestra
humanidad. ¡Oh incomparable abismo de caridad! ¿Qué corazón habrá tan duro que
no se parta al considerar cómo la sublimidad divina ha descendido tan abajo,
hasta nuestra propia humanidad?
Nosotros somos tu imagen y tú imagen nuestra, por la unión verificada en el
hombre, velando la divinidad eterna con esta nube que es la masa infecta de la
carne de Adán. ¿Cuál es la causa de todo esto? Solamente tu amor inefable. Por
éste tu amor incomparable imploro, pues, a tu majestad, con todas las fuerzas
de mi alma, para que otorgues benignamente tu misericordia a tus miserables
creaturas.
RESPONSORIO Sal 100, 1-2
R. Voy a cantar la bondad y la justicia, para ti
es mi música, Señor. * Caminaré
por la senda perfecta, ¿cuándo vendrás a mí?
V. Procederé con rectitud de corazón dentro de mi
casa.
R. Caminaré por la senda perfecta, ¿cuándo vendrás
a mí?
*Lecturas del Domingo 19º
del Tiempo Ordinario - Ciclo A*
Domingo,
13 de agosto de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(14,22-33)*
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que
subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía
a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para
orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy
lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De
madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole
andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un
fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el
agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero,
al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué
has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Antífona
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
Invoquemos a Dios Padre que envió al Espíritu Santo, para que con
su luz santísima penetrara las almas de sus fieles, y digámosle:
*Ilumina,
Señor, a tu pueblo*.
Te bendecimos, Señor, luz nuestra,
porque a gloria de tu nombre nos has hecho llegar a este nuevo día.
Tú que por la resurrección de tu Hijo quisiste iluminar el mundo,
haz que tu Iglesia difunda entre todos los hombres la alegría pascual.
Tú que por el Espíritu de la verdad adoctrinaste a los discípulos de tu Hijo,
envía este mismo Espíritu a tu Iglesia para que permanezca siempre fiel a ti.
Tú que eres luz para todos los hombres, acuérdate de los que viven aún en las
tinieblas
y abre los ojos de su mente para que te reconozcan a ti, único Dios verdadero.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Por Jesús hemos sido hechos hijos de Dios; por esto nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan
extraviados, para que puedan volver al camino recto, concede a todos los
cristianos que se aparten de todo lo que sea indigno de ese nombre que llevan,
y que cumplan lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: SANTA UNIDAD Y TRINIDAD BEATA.
Santa unidad y Trinidad beata:
con los destellos de tu brillo eterno,
infunde amor en nuestros corazones,
mientras se va alejando el sol de fuego.
Por la mañana te cantamos loas
y por la tarde te elevamos ruegos,
pidiéndote que estemos algún día
entre los que te alaban en el cielo.
Glorificado sean por los siglos
de los siglos el Padre y su Unigénito,
y que glorificado con entrambos
sea por tiempo igual el Paracleto. Amén
SALMODIA
Ant 1. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha.» Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha.» Aleluya.
Ant 2. El Señor piadoso ha hecho
maravillas memorables. Aleluya.
Salmo 110 - GRANDES SON LAS OBRAS DEL SEÑOR
Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.
Él da alimento a sus fieles,
recordando siempre su alianza;
mostró a su pueblo la fuerza de su poder,
dándoles la heredad de los gentiles.
Justicia y verdad son las obras de sus manos,
todos sus preceptos merecen confianza:
son estables para siempre jamás,
se han de cumplir con verdad y rectitud.
Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza,
su nombre es sagrado y temible.
Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,
tienen buen juicio los que lo practican;
la alabanza del Señor dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor piadoso ha hecho
maravillas memorables. Aleluya.
Ant 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño
de todo. Aleluya.
Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO - Cf. Ap 19,1-2, 5-7
El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados
cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente
decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada
estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que le teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño
de todo. Aleluya.
LECTURA BREVE 1Pe 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia,
por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de
nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura,
imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia
en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
V. Digno de gloria y alabanza por los siglos.
R. En la bóveda del cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. A los malvados les dará una muerte afrentosa, y arrendará su viña
a otros viñadores que le entreguen los frutos a su tiempo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A los malvados les dará una muerte
afrentosa, y arrendará su viña a otros viñadores que le entreguen los frutos a
su tiempo.
PRECES
Invoquemos a Dios, nuestro Padre, que maravillosamente creó el
mundo, lo redimió de forma más admirable aún y no cesa de conservarlo con amor,
y digámosle:
Renueva, Señor, las maravillas de tu amor.
Señor, tú que en el universo, obra de tus manos, nos revelas tu poder,
haz que sepamos ver tu providencia en los acontecimientos del mundo.
Tú que por la victoria de tu Hijo en la cruz anunciaste la paz al mundo,
líbranos de todo desaliento y de todo temor.
A todos los que aman la justicia y trabajan por conseguirla,
concédeles que cooperen con sinceridad y concordia en la edificación de un
mundo mejor.
Ayuda a los oprimidos, consuela a los afligidos, libra a los cautivos, da pan a
los hambrientos
y fortalece a los débiles, para que en todos se manifieste el triunfo de la
cruz.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que al tercer día resucitaste a tu Hijo gloriosamente del sepulcro,
haz que nuestros hermanos difuntos lleguen también a la plenitud de la vida.
Concluyamos nuestra súplica con la oración que el mismo Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que con la magnificencia de tu amor
sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre
nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud
y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL DOMINGO 13 DE AGOSTO 2023
*Lecturas del Domingo 19º
del Tiempo Ordinario - Ciclo A*
Domingo, 13 de agosto de 2023
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes
(19,9a.11-13a):
En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en
una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte
ante el Señor. ¡El Señor va pasar!»
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas
delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento,
vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del
terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del
fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el
manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos (9,1-5):
Digo la verdad en Cristo; mi
conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento
una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis
hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito
lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos,
tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos
son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está
por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios
*Lecturas del Domingo 19º
del Tiempo Ordinario - Ciclo A*
Domingo,
13 de agosto de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(14,22-33)*
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que
subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía
a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para
orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy
lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De
madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole
andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un
fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el
agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero,
al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué
has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
*(Viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como
comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»)*.
*He sentido en mi vida, momento en que se han
levantado, grandes y fuertes dificultades, donde he experimentado que me estoy
hundiendo que el peligro está muy cerca, y en medio de mi
desesperación, he gritado al Señor y en su gran amor y misericordia ha
venido en mi ayuda. El Señor, está siempre cerca de mí, y con estas palabras me
dice: « ¡Animo!, que
soy yo; no temáis.» Estas
palabras me hacen sentir alegre, contento, por todo lo que el Señor está
haciendo por mí, y para que reconozca que él es mi único y verdadero
salvador, que no dude nunca de su amor por mí*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.