Musica Para el Alma
domingo, 7 de enero de 2024
MARCOS 1,14-20 CICLO B
*Lecturas del Lunes de la 1ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 8 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (1,14-20)*
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar
el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y
creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran
pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a
Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca
repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
《El
Señor les dijo: "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres"
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron 》
*Esta
palabra es toda una invitación, para aprender a escuchar, las distintas formas y
maneras, que utiliza el Señor, para llamar y convocar a sus discípulos para
hermosa misión de ir a los lugares donde él quiere llegar. El llamado en
algunas ocasiones puede ser muy claro, más en otras ocasiones hay que dejar
algunas cosas para poderle escuchar. El Señor me llama para que lo siga. Para
mi tirar las redes es dejar mis seguridades y abandonarme en la voluntad del
Señor. El Señor sabe que para mí es un poco difícil. Pero algo es muy seguro y
es que el Señor, a quien llama lo va preparando por el camino. Solo una cosa es
necesaria escuchar y obedecer la voz y la voluntad del
Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 8
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*LUNES SEMANA
I*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Entremos a la presencia del Señor
dándole gracias.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entremos a la presencia del Señor
dándole gracias.
Himno: DEJADO YA EL DESCANSO DE LA NOCHE
Dejado ya el descanso de la noche,
despierto en la alegría de tu amor,
concédeme tu luz que me ilumine
como ilumina el sol.
No sé lo que será del nuevo día
que entre luces y sombras viviré,
pero sé que, si tú vienes conmigo,
no fallará mi fe.
Tal vez me esperen horas de desierto
amargas y sedientas, mas yo sé
que, si vienes conmigo de camino,
jamás yo tendré sed.
Concédeme vivir esta jornada
en paz con mis hermanos y mi Dios,
al sentarnos los dos para la cena,
párteme el pan, Señor.
Recibe, Padre santo, nuestro ruego,
acoge por tu Hijo la oración
que fluye del Espíritu en el alma
que sabe de tu amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO PERSEGUIDO
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti te suplico, Señor; por la mañana
escucharás mi voz.
Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Cantico: SÓLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro 29, 10-13
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
LECTURA BREVE 2Ts 3, 10b-13
Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque nos hemos enterado que
hay entre vosotros algunos que viven desconcertados, sin trabajar nada, pero
metiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor
Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. Vosotros,
hermanos, no os canséis de hacer el bien.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito el Señor ahora y por siempre.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
V. Solo él hizo maravillas.
R. Ahora y por siempre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
V. Enséñame a cumplir tu voluntad.
R. Y a guardarla de todo corazón.
PRIMERA LECTURA
Comienza el libro del Génesis 1, 1--2, 4a
LA CREACIÓN DEL CIELO Y DE LA TIERRA
Al principio creó Dios el cielo y la
tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y
el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios:
«Que exista la luz.»
Y la luz existió. Y vio Dios que la luz era
buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla: llamó Dios a la luz «día»; a la
tiniebla, «noche». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero.
Y dijo Dios:
«Que exista una bóveda entre las aguas, que
separe aguas de aguas.»
E hizo Dios una bóveda y separó las aguas
de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue. Y llamó
Dios a la bóveda «cielo». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo.
Y dijo Dios:
«Que se junten las aguas de debajo del
cielo en un solo sitio, y que aparezcan los continentes.»
Y así fue. Y llamó Dios a los continentes
«tierra» y a la masa de las aguas la llamó «mar». Y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios:
«Verdee la tierra hierba verde, que
engendre semilla y árboles frutales que den fruto según su especie, y que
lleven semilla sobre la tierra.»
Y así fue. La tierra brotó hierba verde que
engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban
semilla según su especie. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una
mañana: el día tercero.
Y dijo Dios:
«Que existan lumbreras en la bóveda del
cielo, para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y
los años; y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la
tierra.»
Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras
grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la
noche; y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz
sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de la
tiniebla. Y vio Dios que era bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día
cuarto.
Y dijo Dios:
«Pululen las aguas un pulular de vivientes,
y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo.»
Y creó Dios los cetáceos y los vivientes
que se deslizan y que el agua hace pulular según sus especies, y las aves
aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo,
diciendo:
«Creced, multiplicaos, llenad las aguas del
mar; que las aves se multipliquen en la tierra.»
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día
quinto.
Y dijo Dios:
«Produzca la tierra vivientes según sus
especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus especies.»
Y así fue. E hizo Dios las fieras según sus
especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según sus
especies. Y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios:
«Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales
domésticos, los reptiles de la tierra.»
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen
de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo:
«Creced, multiplicaos, llenad la tierra y
sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se
mueven sobre la tierra.»
Y dijo Dios:
«Mirad, os entrego todas las hierbas que
engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que
engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a
todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra -a todo ser que
respira- la hierba verde les servirá de alimento.»
Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho:
y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y
sus ejércitos. Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había
hecho; y descansó el día séptimo de todo el trabajo que había hecho. Y bendijo
Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de todo el trabajo que
Dios había hecho cuando creó. Ésta es la historia de la creación del cielo y de
la tierra.
RESPONSORIO Ap 4, 11; cf. Est
13, 10-11
R. Eres digno, Señor Dios nuestro, de
recibir la gloria, el honor y el poder, * porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
V. Tú hiciste todas las cosas, el cielo y
la tierra y cuantas maravillas existen bajo el cielo; tú eres el Señor del
universo.
R. Porque tú has creado el universo; porque
por tu voluntad lo que no existía fue creado.
SEGUNDA LECTURA
De la carta de san Clemente primero, papa, a
los Corintios
(Cap. 59, 2--60, 4; 61, 3: Funk 1, 135-141)
EL VERBO DE DIOS FUENTE DE SABIDURÍA CELESTIAL
No cesamos de pedir y de rogar para que el
Artífice de todas las cosas conserve íntegro en todo el mundo el número de sus
elegidos, por mediación de su amado siervo Jesucristo, por quien nos llamó de
las tinieblas a la luz, de la ignorancia al conocimiento de la gloria de su
nombre. Haz que esperemos en tu nombre, tú que eres el origen de todo lo
creado; abre los ojos de nuestro corazón, para que te conozcamos a ti, el solo
altísimo en las alturas, el santo que reposa entre los santos; que terminas con
la soberbia de los insolentes, que deshaces los planes de las naciones, que
ensalzas a los humildes y humillas a los soberbios, que das la pobreza y la
riqueza, que das la muerte, la salvación y la vida, el solo bienhechor de los
espíritus y Dios de toda carne; tú que sondeas los abismos, que ves todas
nuestras acciones, que eres ayuda de los que están en peligro, que eres
salvador de los desesperados, que has creado todo ser viviente y velas sobre
ellos; tú que multiplicas las naciones sobre la tierra y eliges de entre ellas
a los que te aman por Jesucristo, tu Hijo amado, por quien nos has instruido,
santificado y honrado.
Te pedimos, Señor, que seas nuestra ayuda y
defensa. Libra a aquellos de entre nosotros que se hallan en tribulación,
compadécete de los humildes, levanta a los caídos, socorre a los necesitados,
cura a los enfermos, haz volver a los miembros de tu pueblo que se han
desviado; da alimento a los que padecen hambre, libertad a nuestros cautivos,
fortaleza a los débiles, consuelo a los pusilánimes; que todos los pueblos de
la tierra sepan que tú eres Dios y no hay otro, y que Jesucristo es tu siervo,
y que nosotros somos tu pueblo, el rebaño que tú guías.
Tú has dado a conocer la ordenación perenne
del mundo, por medio de las fuerzas que obran en él; tú, Señor, pusiste los
cimientos de la tierra, tú eres fiel por todas las generaciones, justo en tus
juicios, admirable por tu fuerza y magnificencia, sabio en la creación y
providente en el gobierno de las cosas creadas, bueno en estos dones visibles y
fiel para los que en ti confían, benigno y misericordioso; perdona nuestras
iniquidades e injusticias, nuestros pecados y delitos.
No tomes en cuenta todos los pecados de tus
siervos y siervas, antes purifícanos en tu verdad y asegura nuestros pasos,
para que caminemos en la piedad, la justicia y la rectitud de corazón, y
hagamos lo que es bueno y aceptable ante ti y ante los que nos gobiernan.
Más aún, Señor, ilumina tu rostro sobre
nosotros, para que gocemos del bienestar en la paz, para que seamos protegidos
con tu mano poderosa, y tu brazo extendido nos libre de todo pecado y de todos
los que nos aborrecen sin motivo.
Da la concordia y la paz a nosotros y a
todos los habitantes del mundo, como la diste a nuestros padres, que piadosamente
te invocaron con fe y con verdad. A ti, el único que puedes concedernos estos
bienes y muchos más, te ofrecemos nuestra alabanza por Jesucristo, pontífice y
abogado de nuestras almas, por quien sea a ti la gloria y la majestad, ahora y
por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO Sal 76, 14-16
R. ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? *
Tú, ¡oh Dios!, hiciste maravillas.
V. Mostraste tu poder a los pueblos; con tu
brazo rescataste a tu pueblo.
R. Tú, ¡oh Dios!, hiciste maravillas.
*Lecturas del Lunes de la 1ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 8 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (1,14-20)*
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar
el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y
creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran
pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a
Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca
repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
PRECES
Proclamemos la grandeza de Cristo, lleno de gracia y del Espíritu
Santo, y acudamos a él diciendo:
*Concédenos, Señor, tu Espíritu*.
Concédenos, Señor, un día lleno de paz, de alegría y de inocencia
para que, al llegar a la noche, podamos alabarte con gozo y limpios de pecado.
Que baje hoy a nosotros tu bondad
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Muéstranos tu rostro propicio y danos tu paz
para que durante todo el día sintamos cómo tu mano nos protege.
Mira con bondad a cuantos se han encomendado a nuestras oraciones
y enriquécelos con toda clase de bienes.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Terminemos nuestra oración con la plegaria que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Tu gracia, Señor, inspire nuestras obras, las sostenga y acompañe;
para que todo nuestro trabajo brote de ti, como de su fuente, y tienda a ti,
como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LIBRA MIS OJOS DE LA MUERTE.
Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz, que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.
Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva,
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.
Haz que mi pie vaya ligero.
Da de tu pan y de tu vaso
al que te sigue, paso a paso,
por lo más duro del sendero.
Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.
Guarda mi fe del enemigo.
¡Tantos me dicen que estás muerto!
Y entre la sombra y el desierto
dame tu mano y ven conmigo. Amén
SALMODIA
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE Col 1, 9b-11
Llegad a la plenitud en el conocimiento de la voluntad de Dios, con toda
sabiduría e inteligencia espiritual. Así caminaréis según el Señor se merece y
le agradaréis enteramente, dando fruto en toda clase de obras buenas y
creciendo en el conocimiento de Dios. Fortalecidos en toda fortaleza, según el
poder de su gloria, podréis resistir y perseverar en todo con alegría.
RESPONSORIO BREVE
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi
humillación.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclama mi alma la grandeza del
Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.
PRECES
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su
santa alianza, no cesa de bendecirnos, y digámosle con ánimo confiado:
Favorece a tu pueblo, Señor.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice a tu heredad.
Congrega en la unidad a todos los cristianos:
para que el mundo crea en Cristo, tu enviado.
Derrama tu gracia sobre nuestros familiares y amigos:
que encuentren en ti, Señor, su verdadera felicidad.
Muestra tu amor a los agonizantes:
que puedan contemplar tu salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ten piedad de los que han muerto
y acógelos en el descanso de Cristo.
Terminemos nuestra oración con las palabras que nos enseñó Cristo:
Padre nuestro...
ORACION
Nuestro humilde servicio, Señor, proclame tu grandeza, y ya que
por nuestra salvación te dignaste mirar la humillación de la Virgen María, te
rogamos nos enaltezcas llevándonos a la plenitud de la salvación. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 8 DE ENERO 2024
*Lecturas del Lunes de la 1ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 8 de enero de 2024
Primera
lectura
Comienzo
del primer libro de Samuel (1,1-8):
Había un hombre sufita, oriundo de Ramá, en la serranía de Efraín, llamado
Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita.
Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y
Ana no los tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo, para
adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban
de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés. Llegado el día de
ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e
hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el
Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para
mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año;
siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: «Ana, ¿por qué
lloras y no comes? ¿Por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
115,12.13.14.17.18.19
R/. Te
ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R/.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R/.
*Lecturas del Lunes de la 1ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 8 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (1,14-20)*
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar
el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y
creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran
pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a
Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca
repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
《El
Señor les dijo: "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres"
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron 》
*Esta
palabra es toda una invitación, para aprender a escuchar, las distintas formas y
maneras, que utiliza el Señor, para llamar y convocar a sus discípulos para
hermosa misión de ir a los lugares donde él quiere llegar. El llamado en
algunas ocasiones puede ser muy claro, más en otras ocasiones hay que dejar
algunas cosas para poderle escuchar. El Señor me llama para que lo siga. Para
mi tirar las redes es dejar mis seguridades y abandonarme en la voluntad del
Señor. El Señor sabe que para mí es un poco difícil. Pero algo es muy seguro y
es que el Señor, a quien llama lo va preparando por el camino. Solo una cosa es
necesaria escuchar y obedecer la voz y la voluntad del
Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.