Musica Para el Alma

lunes, 8 de enero de 2018

ORACION ANTES DE IR A LA CAMA

MARTES DE LA SEMANA I
9 de enero 


COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA 

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.
SALMODIA
Ant 1. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
Salmo 142, 1-11 - LAMENTACIÓN Y SÚPLICA ANTE LA ANGUSTIA
Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
LECTURA BREVE   1Pe 5, 8-9
Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN       Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.

ORACION DE LA NOCHE

MARTES DE LA SEMANA I
De la Feria. Salterio I

9 de enero 


VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: NOS DIJERON DE NOCHE.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto;
la fe velando,
para verte de noche
resucitando.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;

que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.

Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.

Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.

Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.

Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.

Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.

Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.

Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.

Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE   1Jn 3, 1a. 2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.

V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
PRECES
Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo adquirido, y supliquémosle diciendo:

Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.

Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que las gobiernan:
que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz.

Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.

Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas
y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.

Que los niños imiten tu ejemplo
y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Acoge a los difuntos en tu reino,
donde también nosotros esperamos reinar un día contigo.

Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...

ORACION
Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

ORACION DE LA TARDE

MARTES DE LA SEMANA I
De la Feria. Salterio I

9 de enero
HORA NONA

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: FUNDAMENTO DE TODO LO QUE EXISTE
Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.

Mira al hombre que es fiel y no te olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.

Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dichoso el que anda por los senderos del Señor.

Salmo 118, 1-8 HIMNO A LA REVELACIÓN DE LA LEY
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón;
el que, sin cometer iniquidad,
anda por sus senderos.

Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas;
entonces no sentiré vergüenza
al mirar tus mandatos.

Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú no me abandones.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dichoso el que anda por los senderos del Señor.

Ant 2. Se alegra mi corazón con tu auxilio.

Salmo 12 - SÚPLICA DEL JUSTO EN SUS DIFICULTADES COTIDIANAS

¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?

Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos
para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «lo he vencido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.

Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Se alegra mi corazón con tu auxilio.

Ant 3. Dios lo incluyó todo bajo el dominio del pecado para poder compadecerse de todos.

Salmo 13 - CORRUPCIÓN Y NECEDAD DEL IMPÍO.

Dice el necio para sí:
«No hay Dios.»
Se han corrompido cometiendo abominaciones,
no hay quien obre bien.

El Señor observa desde el cielo
a los hijos de Adán,
para ver si hay alguno sensato
que busque a Dios.

Todos se extravían
igualmente obstinados,
no hay uno que obre bien,
ni uno solo.

Pero ¿no aprenderán los malhechores
que devoran a mi pueblo como pan
y no invocan al Señor?

Pues temblarán de espanto,
porque Dios está con los justos.
Podéis burlaros de los planes del desvalido,
pero el Señor es su refugio.

¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob y gozará Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dios lo incluyó todo bajo el dominio del pecado para poder compadecerse de todos.

LECTURA BREVE   Jb 5, 17-18
Dichoso el hombre a quien corrige Dios: no rechaces el escarmiento del Todopoderoso, porque él hiere y venda la herida, golpea y cura con su mano.

V. Trata con misericordia a tu siervo.
R. Enséñame tus leyes.


ORACIÓN

OREMOS,
Dios nuestro, que enviaste un ángel al centurión Cornelio para que le revelara el camino de la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación de los hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a la Iglesia de tu Hijo, podamos llegar a ti. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

MARCOS 1, 21-28 LO QUE ME DICE EL EVANGELIO

Lo que me dice: El Santo Evangelio:
.
Martes, 9 de enero de 2018  (Marcos 1, 21-28).  *Estas dos pregunta han estado muy presente en mi vida ¿Qué tú quieres de mi Señor? ¿Has venido a destruirme? Cuando me pregunto ¿Qué tú quieres de mi Señor?  Me gustaría hacerme el tonto o el desentendido, frente a la respuesta que el Señor está esperando de mí. Pero no quiero dar  ese (SI) porque no quiero compromiso, no quiero dar esa respuesta, quiero dar una respuesta que no afecte mis intereses personales o económicos. Hay algo dentro de mí, con mucho miedo, tengo miedo de que mi vida pueda cambiar demasiado. Porque estoy demasiado apegado, a la imagen que con mucho esfuerzo yo me he formado. Estoy muy apegado a mi vida, a los puestos que con mucho esfuerzo he logrado, porque es ahí donde siento que  me realizo, es ahí donde siento que tengo poder. Por eso como no quiero cambiar de vida, no quiero desprender de la murmuración, del juicio, de tener malos deseos, de hacer el mal, y le pregunto al Señor, ¿has venido a destruirme? Y la repuesta es “SI” el Señor viene a destruir mi vida, de esclavitud, de miedo, de temor. Lo que me gusta de esta palabra es que el Señor habla y actúa con autoridad. Para que yo entienda que en el Señor no hay duda. En el amor no existe, ni cabe la desesperanza*.    
.

*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO*

EVANGELIO

Martes, 9 de enero de 2018
Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: « ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: « ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor

SALMO

Martes, 9 de enero de 2018
Salmo
1S 2,1.4-5.6-7.8abcd

R/.
 Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R/.

Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R/.

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.R/.

Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R/.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  

PRIMERA LECTURA

Martes, 9 de enero de 2018
Primera lectura

Lectura del primer libro de Samuel (1,9-20):

En aquellos dias, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo, Ana se levantó y, con el alma llena de amargura, se puso a rezar al Señor, llorando a todo llorar.
Y añadió esta promesa: «Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida, y no pasará la navaja por su cabeza.»
Mientras ella rezaba y rezaba al Señor, Elí observaba sus labios. Y, como Ana hablaba para sí, y no se oía su voz aunque movía los labios, Elí la creyó borracha y le dijo: «¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? A ver si se te pasa el efecto del vino.»
Ana respondió: «No es así, Señor. Soy una mujer que sufre. No he bebido vino ni licor, estaba desahogándome ante el Señor. No creas que esta sierva tuya es una descarada; si he estado hablando hasta ahora, ha sido de pura congoja y aflicción.»
Entonces Elí le dijo: «Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.»
Ana respondió: «Que puedas favorecer siempre a esta sierva tuya.»
Luego se fue por su camino, comió, y no parecía la de antes. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de ella.
Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: «Al Señor se lo pedí.»

Palabra de Dios

LECTURAS LARGAS

PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis 2, 4b-25
LA CREACIÓN DEL HOMBRE EN EL PARAÍSO
Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni brotaba hierba en el campo, porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el campo. Sólo un manantial salía del suelo y regaba la superficie del campo. Entonces, el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.

El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

En Edén nacía un río que regaba el jardín, y después se dividía en cuatro brazos. El primero se llama Pisón, y rodea todo el país de Javila, donde se da el oro; el oro del país es de calidad; y también se dan allí ámbar y lapislázuli. El segundo río se llama Guijón, y rodea todo el país de Cus. El tercero se llama Tigris, y corre al este de Asiria. El cuarto es el Éufrates.

El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara; el Señor Dios dio este mandato al hombre:

«Puedes comer de todos los árboles del jardín; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comas; porque, el día en que comas de él, tendrás que morir.»

El Señor Dios se dijo:

«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que lo ayude.»
Entonces, el Señor modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.

Entonces, el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo; y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo:
«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será "mujer", porque ha salido del hombre.»

Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser. Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza uno de otro.
RESPONSORIO    1Co 15, 45. 47. 49
R. El primer hombre, Adán, se convirtió en ser vivo; el último Adán, en espíritu que da vida. * El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.
V. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.
R. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.
SEGUNDA LECTURA
De la Regla monástica mayor de san Basilio Magno, obispo
(Respuesta 2, 1: PG 31, 908-910)
TENEMOS DEPOSITADA EN NOSOTROS UNA FUERZA QUE NOS CAPACITA PARA AMAR
El amor de Dios no es algo que pueda aprenderse con unas normas y preceptos. Así como nadie nos ha enseñado a gozar de la luz, a amar la vida, a querer a nuestros padres y educadores, así también, y con mayor razón, el amor de Dios no es algo que pueda enseñarse, sino que desde que empieza a existir este ser vivo que llamamos hombre es depositada en él una fuerza espiritual, a manera de semilla, que encierra en sí misma la facultad y la tendencia al amor. Esta fuerza seminal es cultivada diligentemente y nutrida sabiamente en la escuela de los divinos preceptos y así, con la ayuda de Dios, llega a su perfección.

Por eso nosotros, dándonos cuenta de vuestro deseo por llegar a esta perfección, con la ayuda de Dios y de vuestras oraciones, nos esforzaremos, en la medida en que nos lo permita la luz del Espíritu Santo, por avivar la chispa del amor divino escondida en vuestro interior.

Digamos en primer lugar que Dios nos ha dado previamente la fuerza necesaria para cumplir todos los mandamientos que él nos ha impuesto, de manera que no hemos de apenarnos como si se nos exigiese algo extraordinario, ni hemos de enorgullecernos como si devolviésemos a cambio más de lo que se nos ha dado. Si usamos recta y adecuadamente de estas energías que se nos han otorgado, entonces llevaremos con amor una vida llena de virtudes; en cambio, si no las usamos debidamente, habremos viciado su finalidad.

En esto consiste precisamente el pecado, en el uso desviado y contrario a la voluntad de Dios de las facultades que él nos ha dado para practicar el bien; por el contrario, la virtud, que es lo que Dios pide de nosotros, consiste en usar de esas facultades con recta conciencia, de acuerdo con los designios del Señor.

Siendo esto así, lo mismo podemos afirmar de la caridad. Habiendo recibido el mandato de amar a Dios, tenemos depositada en nosotros, desde nuestro origen, una fuerza que nos capacita para amar; y ello no necesita demostrarse con argumentos exteriores, ya que cada cual puede comprobarlo por sí mismo y en sí mismo. En efecto, un impulso natural nos inclina a lo bueno y a lo bello, aunque no todos coinciden siempre en lo que es bello y bueno; y, aunque nadie nos lo ha enseñado, amamos a todos los que de algún modo están vinculados muy de cerca a nosotros, y rodeamos de benevolencia, por inclinación espontánea, a aquellos que nos complacen y nos hacen el bien.

Y ahora yo pregunto, ¿qué hay más admirable que la belleza de Dios? ¿Puede pensarse en algo más dulce y agradable que la magnificencia divina? ¿Puede existir un deseo más fuerte e impetuoso que el que Dios infunde en el alma limpia de todo pecado y que dice con sincero afecto: Desfallezco de amor? El resplandor de la belleza divina es algo absolutamente inefable e inenarrable.
RESPONSORIO    Sal 17, 2-3
R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; * Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

ORACIÓN.
OREMOS,
Señor, atiende benignamente las súplicas de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

MARTES 9 ORACIÓN PARA INICIAR EL DÍA

MARTES DE LA SEMANA I
De la Feria. Salterio I

9 de enero 


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle. 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Himno: AL CANTO DE LOS GALLOS.
Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios, Padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos!

Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.

Del sueño del pecado
nos resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas!,
tú nos sacas por gracia
de las tinieblas.

Gloria al Padre y al Hijo,
gloria al Espíritu,
al que es paz, luz y vida,
al Uno y Trino;
gloria a su nombre
y al misterio divino
que nos lo esconde. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?

El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.

Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.

¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.

Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.

Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.

Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.

Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.

Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.

Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.

Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.

Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.

Ant 3. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:

que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.

La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.

Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.

El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.

No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.

Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
LECTURA BREVE   Rm 13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima; desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.

V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial, bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra fe, y supliquémosle diciendo:

Escúchanos, Señor.

Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza.

Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en nosotros.

Danos tu sabiduría eterna
para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.

Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean
y fuente de esperanza para los decaídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...

ORACION
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.