Musica Para el Alma
miércoles, 26 de enero de 2022
MARCOS 4,21-25 CICLO C
*Lecturas del Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27
de enero de 2022
Evangelio
*Lectura del
santo evangelio según san Marcos (4,21-25)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo
debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se
esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que
salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la
usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no
tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor
*¿Acaso
se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es
para ponerla sobre el candelero?*
*El Señor, me regala su luz, pero no es para usarla
para mi propio bienestar es para ponerla al servicio de los demás, si vivo en
la luz, no puedo hablar mentira. Esta palabra me hace una invitación hacer
sincero en todo y con todos. EL Señor, sabe que dentro de mi hay muchos secretos
escondido, ocultos. El Señor, me invita a vivir en la luz, y me dice que tenga
mucho cuidado con juzgar a las personas, porque yo veo lo de afuera, pero no
puedo ver el corazón*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL JUEVES 27
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO LIBRO III.
SEMANA 3*
TIEMPO
ORDINARIO
JUEVES
DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él es nuestro Dios.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él es nuestro Dios.
Himno: SEÑOR, CUANDO FLORECE UN NUEVO DÍA.
Señor, cuando florece un nuevo día
en el jardín del tiempo,
no dejes que la espina del pecado
vierta en él su veneno.
El trabajo del hombre rompe el surco
en el campo moreno;
en frutos de bondad y de justicia
convierte sus deseos.
Alivia sus dolores con la hartura
de tu propio alimento;
y que vuelvan al fuego de tu casa
cansados y contentos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Salmo 86 - HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS.
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.»
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Ant 2. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Cántico: EL BUEN PASTOR ES EL DIOS ALTISIMO Y SAPIENTÍSIMO - Is 40,
10-17
Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.
¿Quién ha medido a puñados el mar
o mensurado a palmos el cielo,
o a cuartillos el polvo de la tierra?
¿Quién ha pesado en la balanza los montes
y en la báscula las colinas?
¿Quién ha medido el aliento del Señor?
¿Quién le ha sugerido su proyecto?
¿Con quién se aconsejó para entenderlo,
para que le enseñara el camino exacto,
para que le enseñara el saber
y le sugiriese el método inteligente?
Mirad, las naciones son gotas de un cubo
y valen lo que el polvillo de balanza.
Mirad, las islas pesan lo que un grano,
el Líbano no basta para leña,
sus fieras no bastan para el holocausto.
En su presencia, las naciones todas,
como si no existieran,
son ante él como nada y vacío.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Ant 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus
pies.
Salmo 98 - SANTO ES EL SEÑOR, NUESTRO DIOS.
El Señor reina, tiemblen las naciones;
sentado sobre querubines, vacile la tierra.
El Señor es grande en Sión,
encumbrado sobre todos los pueblos.
Reconozcan tu nombre, grande y terrible:
Él es santo.
Reinas con poder y amas la justicia,
tú has establecido la rectitud;
tú administras la justicia y el derecho,
tú actúas en Jacob.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.
Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón
y un Dios vengador de sus maldades.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus
pies.
LECTURA BREVE 1Pe 4, 10-11
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que toma la
palabra que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en
virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por
medio de Jesucristo, Señor nuestro, cuya es la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
V. Guardaré tus leyes.
R. Respóndeme, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis
24, 1-27
ABRAHAM ENVÍA A BUSCAR
MUJER PARA ISAAC
En aquellos días, Abraham era viejo, de edad avanzada, y el Señor lo había
bendecido en todo. Abraham dijo al criado más viejo de su casa, que
administraba todas las posesiones:
«Pon tu mano bajo mi muslo, y júrame por el Señor, Dios del cielo y Dios de la
tierra, que, cuando le busques mujer a mi hijo, no la escogerás entre los
cananeos, en cuya tierra habito, sino que irás a mi tierra nativa, y allí
buscarás mujer a mi hijo Isaac.»
El criado contestó:
«Y, si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que llevar a tu
hijo a la tierra de donde saliste?» Abraham le replicó:
«De ninguna manera lleves a mi hijo allá. El Señor, Dios del cielo, que me sacó
de la casa paterna y del país nativo, que me juró: "A tu descendencia daré
esta tierra", enviará su ángel delante de ti, y traerás de allí mujer para
mi hijo. Pero, si la mujer no quiere venir contigo, quedas libre del juramento.
Sólo que a mi hijo no lo lleves allá.»
El criado puso su mano bajo el muslo de Abraham, su amo, y le juró cumplirlo.
Entonces, el criado tomó diez de los camellos de su amo y, llevando toda clase
de regalos de su amo, se encaminó a AramNaharaim, ciudad de Najor. Hizo
arrodillarse a los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo, al atardecer;
cuando suelen salir las aguadoras. Y dijo:
«Señor, Dios de mi amo Abraham, dame hoy una señal propicia y trata con amor a
mi amo Abraham. Yo estaré junto a la fuente, cuando las muchachas de la ciudad
salgan a por agua. Diré a una de las muchachas: "Por favor, inclina tu
cántaro para que beba." La que me diga: "Bebe, y también abrevaré tus
camellos", ésa es la que has destinado para tu siervo Isaac. Así sabré que
tratas con amor a mi amo.»
No había acabado de hablar, cuando salía Rebeca -hija de Betuel, el hijo de
Milca, la mujer de Najor, el hermano de Abraham-, con el cántaro al hombro. La
muchacha era muy hermosa y doncella; no había tenido que ver con ningún hombre.
Bajó a la fuente, llenó el cántaro y subió. El criado corrió a su encuentro y
le dijo:
«Déjame beber un poco de agua de tu cántaro.» Ella contestó:
«Bebe, señor mío.»
Y, en seguida, bajó el cántaro al brazo y le dio de beber. Cuando terminó, le
dijo:
«Voy a sacar también para tus camellos, para que beban todo lo que quieran.»
Y, en seguida, vació el cántaro en el abrevadero, corrió al pozo a sacar más, y
sacó para todos los camellos. El hombre la estaba mirando, en silencio, hasta
saber si el Señor daba éxito a su viaje o no. Cuando los camellos terminaron de
beber, el hombre tomó un anillo de oro de medio siclo y se lo puso en la nariz,
y dos pulseras de oro de diez siclos para los brazos. Y le preguntó:
«Dime de quién eres hija, y si en casa de tu padre encontraremos sitio para
pasar la noche.»
Ella contestó:
«Soy hija de Betuel, el hijo de Milca y de Najor.» Y añadió:
«También tenemos abundancia de paja y forraje, y sitio para pasar la noche.»
El hombre se inclinó en adoración al Señor, y dijo:
«Bendito sea el Señor, Dios de mi amo Abraham, que no ha olvidado su
misericordia y fidelidad con su siervo. El Señor me ha guiado a la casa del
hermano de mi amo.»
RESPONSORIO
Cf. Gn 24, 27; cf. 35, 3
R. Bendito sea el Señor, Dios de mi
amo Abraham, que no ha olvidado su misericordia y fidelidad con su
siervo. * El Señor me ha guiado por un
camino recto.
V. Subamos y hagamos un altar al Dios
que me acompañó en mi viaje.
R. El Señor me ha guiado por un camino
recto.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de Juan
Mediocre de Nápoles, obispo
(Sermón 7: PLS 4, 785-786)
AMA AL SEÑOR Y SIGUE SUS
CAMINOS
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Dichoso el que
así hablaba, porque sabía cómo y de dónde procedía su luz y quién era el que lo
iluminaba. Él veía la luz, no esta que muere al atardecer, sino aquella
otra que no vieron ojos humanos. Las almas iluminadas por esta
luz no caen en el pecado, no tropiezan en el mal.
Decía el Señor: Caminad mientras tenéis luz. Con estas
palabras se refería a aquella luz que es él mismo, ya que dice: Yo he
venido al mundo como luz, para que los que ven no vean y los ciegos
reciban la luz. El Señor, por tanto, es nuestra luz, él es el sol de justicia
que irradia sobre su Iglesia católica extendida por doquier. A él se refería
proféticamente el salmista, cuando decía:
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
El hombre interior, así iluminado, no vacila, sigue recto su camino, todo lo
soporta. El que contempla de lejos su patria definitiva aguanta en las
adversidades, no se entristece por las cosas temporales, sino que halla en Dios
su fuerza; humilla su corazón y es constante, y su humildad lo hace paciente.
Esta luz verdadera que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre, el
Hijo, revelándose a sí mismo, la da a los que lo temen, la infunde a quien
quiere y cuando quiere.
El que vivía en tiniebla y en sombra de muerte, en la tiniebla del mal y en la
sombra del pecado, cuando nace en él la luz se espanta de sí mismo y sale de su
estado, se arrepiente, se avergüenza de sus faltas y dice: El Señor es
mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Grande es, hermanos, la
salvación que se nos ofrece. Ella no teme la enfermedad, no se asusta del
cansancio, no tiene en cuenta el sufrimiento. Por esto debemos exclama
plenamente convencidos, no sólo con la boca, sino también con el corazón: El
Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Si es él quien
ilumina y quien salva, ¿a quién temeré? Vengan las tinieblas del engaño: el
Señor es mi luz. Podrán venir, pero sin ningún resultado, pues, aunque
ataquen nuestro corazón, no lo vencerán. Venga la ceguera de los malos deseos: el
Señor es mi luz. Él es, por tanto, nuestra fuerza, él que se da a
nosotros y nosotros a él. Acudid al médico mientras podéis, no sea que después
queráis y no podáis.
RESPONSORIO
Sb 9, 10. 4
R. De tu trono de gloria envía, Señor,
la sabiduría para que me asista en mis trabajos * y venga yo a saber lo que te es grato.
V. Dame, Señor, la sabiduría asistente
de tu trono.
R. Y venga yo a saber lo que te es
grato.
*Lecturas del Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27
de enero de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (4,21-25)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo
debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se
esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que
salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la
usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no
tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de
nuestros enemigos.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de
nuestros enemigos.
PRECES
Demos gracias al Señor, que guía y alimenta con amor a su pueblo,
y digámosle:
Te glorificamos por siempre, Señor.
Señor, rey del universo, te alabamos por el amor que nos tienes,
porque de manera admirable nos creaste y más admirablemente aún nos redimiste.
Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte,
para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones.
Purifica nuestros corazones de todo mal deseo,
y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad.
Danos un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos,
para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y
en sombra de muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el
sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Él, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ENFRÍA, SEÑOR, MI BOCA
Enfría, Señor, mi boca;
Señor, reduce mi brasa;
dame, como te lo pido,
concordia de cuerpo y alma.
Frente al perverso oleaje,
ponme costado de gracia;
dame, como te demando,
concordia de cuerpo y alma.
Señor, mitiga mi angustia;
remite, Señor, mi ansia;
dame, como te la clamo,
concordia de cuerpo y alma.
No dejes que los sentidos
me rindan en la batalla;
Señor, Señor, no me niegues
concordia de cuerpo y alma. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I - PROMESAS A LA CASA DE DAVID.
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:
«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.»
Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Ant 2. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
Salmo 131 II.
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.»
Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.
Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.
Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
Ant 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos
le servirán.
Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos
le servirán.
LECTURA BREVE 1Pe 3, 8-9
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal,
con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al
contrario, responded con una bendición, porque vuestra vocación mira a esto: a
heredar una bendición.
RESPONSORIO BREVE
V. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
V. Nos sació con miel silvestre.
R. Con flor de harina.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes.
PRECES
Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda de su pueblo,
diciendo:
Señor, refugio nuestro, escúchanos.
Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia;
haz que seamos fieles a esta dignación de tu amor.
Tú que has encomendado al Papa Francisco la preocupación por todas las
Iglesias,
concédele una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita.
Da a los pecadores la conversión, a los que caen, fortaleza,
y concede a todos la penitencia y la salvación.
Tú que quisiste habitar en un país extranjero,
acuérdate de los que viven lejos de su familia y de su patria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A todos los difuntos que esperaron en ti,
concédeles el descanso eterno.
Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con plena confianza a Dios
nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, te damos gracias por el día que termina e
imploramos tu clemencia para que nos perdones benignamente todas las faltas
que, por la fragilidad de la condición humana, en él hayamos cometido. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL JUEVES 27 DE ENERO 2022
*Lecturas del Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27 de enero de 2022
Primera
lectura
Lectura del
segundo libro de Samuel 7,18-19.24-29):
Después que Natán habló a David, el rey fue a presentarse ante el Señor y dijo:
«¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar
hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu
siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor! Has
establecido a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres
su Dios. Ahora, pues, Señor Dios, mantén siempre la promesa que has hecho a tu
siervo y su familia, cumple tu palabra. Que tu nombre sea siempre famoso. Que
digan: "¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!" Y que la casa
de tu siervo David permanezca en tu presencia. Tú, Señor de los ejércitos, Dios
de Israel, has hecho a tu siervo esta revelación: "Te edificaré una
casa"; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta plegaria. Ahora,
mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta
promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que
esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre
bendita la casa de tu siervo.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
131,1-2.3-5.11.12.13-14
R/. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob. R/.
«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.» R/.
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractara:
«A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.» R/.
«Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.» R/.
Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.» R/.
*Lecturas del Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27
de enero de 2022
Evangelio
*Lectura del
santo evangelio según san Marcos (4,21-25)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo
debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se
esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que
salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la
usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no
tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor
*¿Acaso
se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es
para ponerla sobre el candelero?*
*El Señor, me regala su luz, pero no es para usarla
para mi propio bienestar es para ponerla al servicio de los demás, si vivo en
la luz, no puedo hablar mentira. Esta palabra me hace una invitación hacer
sincero en todo y con todos. EL Señor, sabe que dentro de mi hay muchos secretos
escondido, ocultos. El Señor, me invita a vivir en la luz, y me dice que tenga
mucho cuidado con juzgar a las personas, porque yo veo lo de afuera, pero no
puedo ver el corazón*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.