Musica Para el Alma
domingo, 4 de agosto de 2024
MATEO 14,13-21 CICLO B
*Lecturas del Lunes de la XVIII Semana del
Tiempo Ordinario*
05 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (14,13-21)*
En aquel
tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí
en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por
tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y
curó a los enfermos.
Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en
despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y
se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los
dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y
se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron
todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras.
Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y
levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición).
*El Señor, podía hacer el milagro sin mirar al cielo, pero este signo de
mirar al cielo, es para que aprenda que cuando sienta en mi vida, la escasez,
la desaprobación, la tristeza, el miedo, la desesperación, cuando no ve las
soluciones a mis problemas, sepa con seguridad, que mirar al cielo, contemplar
la grandeza de Dios, es renovar continuamente la bendición que Dios ha
prometido para mi atreves de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo que se me
ha dado, puedo contar con la seguridad que dentro de mi existe: abundancia,
solución, paz y bien. Y una buena noticia es que también puedo abrir mis brazos
con fe y saciarme de mi Dios, de Su grandeza, y de su presencia*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 5
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*LUNES SEMANA
II*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Himno: ALFARERO DEL HOMBRE, MANO TRABAJADORA
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, vigor, origen, meta
de los profundos ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa si no alientas, monte si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia; vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE CONTEMPLAR EL TEMPLO
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de
Dios?
Ant 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36,
1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.
Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.
Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Ant 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
LECTURA BREVE Jr 15, 16
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios
de los ejércitos!
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Enséñame, Señor, a caminar con lealtad.
R. Porque tú eres mi Dios y Salvador.
PRIMERA LECTURA
Comienza el libro del profeta Joel 1, 1. 13-2, 11
ESTA CERCA EL DÍA DEL SEÑOR
Palabra del Señor que recibió Joel, hijo de Fatuel.
Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a
dormir en esteras, ministros de mi Dios, porque faltan en el templo de vuestro
Dios ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a
los ancianos y a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor,
vuestro Dios, y clamad al Señor: «¡Ay de este día! Porque está cerca el día del
Señor, vendrá como azote del Todopoderoso.»
¿No ha faltado ante nuestros ojos el alimento, el gozo y la alegría del templo
del Señor? Se secaron las semillas bajo los terrones, quedaron devastados los
silos, están vacíos los graneros, porque la cosecha se ha perdido. ¡Cómo muge
el ganado, está inquieta la vacada, porque no tienen pastos, y el rebaño de
ovejas perece! A ti, Señor, te invoco; el fuego devora las dehesas, la llama
consume los árboles del campo. Hasta las fieras rugen a ti, porque están secas
las acequias, y el fuego devora las dehesas.
Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes
del país: que viene, ya está cerca el día del Señor; día de oscuridad y
tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una
horda numerosa y espesa; como ella, no la hubo jamás; después de ella, no se
repetirá por muchas generaciones. En su vanguardia el fuego devora, se agitan
las llamas en su retaguardia; delante de ella la tierra es un jardín, detrás de
ella una estepa desolada; nada se salva. Su aspecto es de caballos, de jinetes
que galopan; su estruendo, de carros rebotando por los montes; como crepitar de
llama que consume la paja, como pueblo numeroso y aguerrido, ante el cual
tiemblan las naciones, con los rostros demudados.
Corren como soldados, como guerreros escalan la muralla; cada cual avanza en su
puesto, no se desordenan las filas; ninguno estorba a su camarada, cada cual
avanza a su objetivo; y, aunque caigan saetas, no se desbandan. Asaltan la
ciudad, escalan los muros, suben a las casas, entran como ladrones por las
ventanas.
Ante ellos tiembla la tierra, se conmueven los cielos, el sol y la luna se
oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor-alza la voz delante de
su ejército, porque son muchos e innumerables sus campamentos y fuertes los que
cumplen sus órdenes. Grande es el día del Señor, terrible es, ¿quién lo
resistirá?
RESPONSORIO Jl 2, 11. 12. 13; cf. Ap 5, 17. 16
R. Grande es el día del Señor, terrible es, ¿quién lo resistirá? * Pero
ahora convertíos al Señor, vuestro Dios, porque es compasivo y misericordioso.
V. Ha llegado el día grande de la ira del que está sentado en el trono y del
Cordero: y ¿quién podrá resistir?
R. Pero ahora convertíos al Señor, vuestro Dios, porque es compasivo y
misericordioso.
SEGUNDA LECTURA
De la carta llamada de Bernabé
(Cap. 2, 6-10; 3, 1. 3; 4, 10-14: Funk 1, 7-9. 13)
LA NUEVA LEY DE NUESTRO SEÑOR
Dios invalidó los sacrificios de la ley antigua, para que la nueva ley de
nuestro Señor Jesucristo, que no está sometida al yugo de la necesidad, tuviera
una oblación no hecha por mano de hombre. Por esto les dice también: Cuando
saqué a vuestros padres de Egipto, no les ordené ni les hablé de holocaustos y
sacrificios; ésta fue la orden que les di: «Que nadie medite en su corazón
daños contra el prójimo; no améis jurar en falso.»
Debemos, pues, comprender, si somos sensatos, los sentimientos de bondad de
nuestro Padre; él nos habla, enseñándonos cómo debemos acercarnos a él, porque
no quiere que lo busquemos por caminos desviados, como ellos. A nosotros, pues,
nos dice: Sacrificio para el Señor es un espíritu quebrantado; olor de suavidad
para el Señor es el corazón que glorifica al que lo ha plasmado. Por tanto,
hermanos, debemos investigar diligentemente acerca de nuestra salvación, para
que el maligno seductor no se introduzca furtivamente entre nosotros y nos
aparte de la vida verdadera.
Les dice también, acerca de estas cosas: No ayunéis como ahora, haciendo oír en
el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea para el día en que
el hombre se mortifica? A nosotros, en cambio, nos dice: El ayuno que yo quiero
es éste —oráculo del Señor—: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los
cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos;
partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que
ves desnudo.
Evitemos, pues, toda obra vana, odiemos de corazón el camino de la iniquidad.
No os repleguéis sobre vosotros mismos, no viváis para vosotros solos, pensando
que ya estáis justificados, sino reuníos para indagar juntos lo que es
provechoso para todos. Dice, en efecto, la Escritura: ¡Ay de los que se tienen
por sabios y se creen perspicaces! Hagámonos espirituales, hagámonos un templo
perfecto para Dios. En lo que dependa de nosotros, no olvidemos el temor de
Dios y esforcémonos en guardar sus mandamientos, para que su voluntad sea
nuestra delicia.
El Señor sin acepción de personas juzgará al mundo. Cada cual recibirá el pago
de sus obras: si ha obrado bien, su justicia le precederá; si mal, el castigo
de su maldad irá ante él; no nos abandonemos con la confianza de que somos de
los llamados, no sea que nos durmamos en nuestros pecados, y el príncipe de
maldad apoderándose de nosotros, nos aparte del reino del Señor.
Considerad aún esto, hermanos míos: pues vemos que los israelitas, a pesar de
todas las señales y prodigios que Dios obró en su presencia, fueron rechazados,
vigilemos para que en nosotros no se cumpla aquella sentencia evangélica:
Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.
RESPONSORIO Ga 3, 24-25. 23
R. La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de ser justificados
por la fe. * Pero una vez llegada la era de la fe, no
estamos más bajo la potestad del ayo.
V. Antes de venir la economía de la fe, estábamos encerrados bajo la
custodia de la ley, en espera de la fe que había de revelarse.
R. Pero una vez llegada la era de la fe, no estamos más bajo la potestad del
ayo.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(14,13-21)*
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó
de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo
siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le
dio lástima y curó a los enfermos.
Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en
despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y
se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los
dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y
se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron
todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras.
Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de
Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Demos gracias a nuestro salvador que ha hecho de nosotros un
pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle:
Consérvanos, Señor, en tu servicio.
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu
sacerdocio:
haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Padre.
Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo:
comprensión, bondad, amabilidad.
Que la luz de la fe ilumine este nuevo día
y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor.
Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos
y les ayudemos a progresar en su salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de
este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en pecado, sino que nuestras
palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LUNES SEMANA
II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: PRESENTEMOS A DIOS NUESTRAS TAREAS.
Presentemos a Dios nuestras tareas,
levantemos orantes nuestras manos,
porque hemos realizado nuestras vidas
por el trabajo.
Cuando la tarde pide ya descanso
y Dios está más cerca de nosotros,
es hora de encontrarnos en sus manos,
llenos de gozo.
En vano trabajamos la jornada,
hemos corrido en vano hora tras hora,
si la esperanza no enciende sus rayos
en nuestra sombra.
Hemos topado a Dios en el bullicio,
Dios se cansó conmigo en el trabajo;
es hora de buscar a Dios adentro,
enamorado.
La tarde es un trisagio de alabanza,
la tarde tiene fuego del Espíritu:
adoremos al Padre en nuestras obras,
adoremos al Hijo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la
gracia.
Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.
Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.
Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.
Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia.
Ant 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Salmo 44 II
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE 1Ts 2, 13
Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la
palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana,
sino - como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en
vosotros, los creyentes.
RESPONSORIO BREVE
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios
mío.
PRECES
Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor,
y roguémosle confiados diciendo:
Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo.
Haz, Señor, que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad.
Guarda con tu protección al papa Francisco y a nuestro obispo N.,
ayúdalos con el poder de tu brazo.
Ten compasión de los que no encuentran trabajo
y haz que consigan un empleo digno y estable.
Señor, sé refugio de los oprimidos
y protégelos en todas sus necesidades.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el
ministerio para el bien de tu iglesia:
que también te celebren eternamente en tu reino.
Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el
trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos
que, al llegar al término de este día, acojas benignamente nuestro sacrificio
vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te
dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 5 DE AGOSTO 2024
*Lecturas del Lunes de la XVIII
Semana del Tiempo Ordinario*
05 Agosto 2024
Primera Lectura
Lectura
del libro de Jeremías (28,1-17):
Al
principio del reinado de Sedecías en Judá, el mes quinto, Ananías, hijo de
Azur, profeta natural de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los
sacerdotes y de toda la gente: «Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de
Israel: «Rompo el yugo del rey de Babilonia. Antes de dos años devolveré a este
lugar todo el ajuar del templo que Nabucodonosor, rey de Babilonia, cogió y se
llevó a Babilonia. A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los
judíos desterrados en Babilonia yo los haré volver a este lugar –oráculo del
Señor–, porque romperé el yugo del rey de Babilonia.»»
El profeta Jeremías respondió al profeta Ananías, en presencia de los
sacerdotes y del pueblo que estaba en el templo; el profeta Jeremías dijo:
«Amén, así lo haga el Señor. Que el Señor cumpla tu profecía, trayendo de
Babilonia a este lugar todo el ajuar del templo y a todos los desterrados. Pero
escucha lo que yo te digo a ti y a todo el pueblo: «Los profetas que nos
precedieron, a ti y a mi, desde tiempo inmemorial, profetizaron guerras,
calamidades y epidemias a muchos países y a reinos dilatados. Cuando un profeta
predecía prosperidad, sólo al cumplirse su profecía era reconocido como profeta
enviado realmente por el Señor.»»
Entonces Ananías le quitó el yugo del cuello al profeta Jeremías y lo rompió,
diciendo en presencia de todo el pueblo: «Así dice el Señor: «Así es como
romperé el yugo del rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones,
antes de dos años.»»
El profeta Jeremías se marchó por su camino. Después que el profeta Ananías
rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino la palabra del Señor a
Jeremías: «Ve y dile a Ananías: «Así dice el Señor: Tú has roto un yugo de
madera, yo haré un yugo de hierro. Porque así dice el Señor de los ejércitos,
Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones, para
que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y se le someterán, y hasta las
bestias del campo le entregaré.»»
El profeta Jeremías dijo a Ananías profeta: «Escúchame, Ananías; el Señor no te
ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza. Por eso, así
dice el Señor: «Mira: yo te echaré de la superficie de la tierra; este año
morirás, porque has predicado rebelión contra el Señor.»»
Y el profeta Ananías murió aquel mismo año, el séptimo mes.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
118,29.43.79.80.95.102
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes
Apártame
del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad. R/.
No quites
de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos. R/.
Vuelvan a
mi tus fieles
que hacen caso de tus preceptos. R/.
Sea mi
corazón perfecto en tus leyes,
así no quedaré avergonzado. R/.
Los
malvados me esperaban para perderme,
pero yo meditaba tus preceptos. R/.
No me
aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R/.
*Lecturas del Lunes de la XVIII Semana del
Tiempo Ordinario*
05 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (14,13-21)*
En aquel
tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí
en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por
tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y
curó a los enfermos.
Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en
despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y
se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los
dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y
se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron
todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras.
Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y
levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición).
*El Señor, podía hacer el milagro sin mirar al cielo, pero este signo de
mirar al cielo, es para que aprenda que cuando sienta en mi vida, la escasez,
la desaprobación, la tristeza, el miedo, la desesperación, cuando no ve las
soluciones a mis problemas, sepa con seguridad, que mirar al cielo, contemplar
la grandeza de Dios, es renovar continuamente la bendición que Dios ha
prometido para mi atreves de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo que se me
ha dado, puedo contar con la seguridad que dentro de mi existe: abundancia,
solución, paz y bien. Y una buena noticia es que también puedo abrir mis brazos
con fe y saciarme de mi Dios, de Su grandeza, y de su presencia*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.