Musica Para el Alma
viernes, 20 de agosto de 2021
EVANGELIO DE MATEO 23,1-12 CICLO B
*Lecturas del Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 21 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,1-12)*
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid
lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo
que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente
en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y
ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias
por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os
dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois
hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es
vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es
vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
(Haced, pues, y
observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no
hacen)
*Nunca se me hubiera ocurrido, que un alcohólico,
una mujer que se prostituye, un ladrón, pudieran tener una palabra que me
pueden ayudar en la fe. Yo he visto caso de padre alcohólico, que les dicen a
sus hijos con lágrimas en los ojos que no beban. Madres que viven una vida de
prostitución y en medio de sus sufrimientos hacen todo lo posible de que sus
hijas no lleguen a esa vida. También he visto madres abandonadas que les dicen
a los hijos amen a su padre y aunque ellas se están ahogando con el odio que
llevan dentro. Por eso el Señor me regala esta palabra que hoy viene en mi ayuda:
(Hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos
hace)*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL SÁBADO 21. SAN PIO X, PAPA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Pío X, Papa (Memoria)*
21 de agosto de 2021
SABADO SEMANA IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: DADOR DE LUZ ESPLÉNDIDO
Dador de luz espléndido,
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.
Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,
más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.
Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.
A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la
mañana tu misericordia.
Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
LECTURA BREVE 2 Pe 3, 13-15a
Nosotros conforme a la promesa del Señor esperamos cielos nuevos y tierra
nueva, en los que tiene su morada la santidad. Por eso, carísimos, mientras
esperáis estos acontecimientos, procurad con toda diligencia que él os
encuentre en paz, sin mancha e irreprensibles. Considerad esta paciente espera
de nuestro Señor como una oportunidad para alcanzar la salud.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
Primera Lectura
De la carta a los Efesios 4, 1-16
EL CUERPO DE CRISTO SE CONSTRUYE EN LA UNIDAD
Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como
pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y
amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por
mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un
solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que
habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo.
Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade
todo.
A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de
Cristo.
Por eso dice: «Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres.»
¿Qué quiere decir «subió» sino que antes bajó a las regiones inferiores de la
tierra? Éste que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos,
para llenarlo todo.
Él mismo ha constituido a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los
fieles, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de
Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del
Hijo de Dios, al hombre perfecto a la medida de Cristo en su plenitud. Para que
ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo
viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al
error; sino que realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas
hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y
unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren y actuando a la
medida de cada parte, se procura su propio crecimiento para construcción de sí
mismo en el amor.
Responsorio Ef 4, 4-5; Col 1, 12
R. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la meta de la
esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados. * Un
Señor, una fe, un bautismo.
V. Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de
compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
R. Un Señor, una fe, un bautismo.
Segunda Lectura
De los comentarios de san Ambrosio, obispo, sobre los salmos
(Salmo 48,14-15: CSEL 64, 368-370)
CRISTO RECONCILIÓ EL MUNDO CON DIOS POR SU PROPIA SANGRE
Cristo, que reconcilió el mundo con Dios, personalmente no tuvo
necesidad de reconciliación. Él, que no tuvo ni sombra de pecado, no podía
expiar pecados propios. Y así, cuando le pidieron los judíos el didracma del
tributo que, según la ley, se tenía que pagar por el pecado, preguntó a Pedro:
"¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos
y tasas, a sus hijos o a los extraños?," Contestó: "A los extraños."
Jesús le dijo: "Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizarlos,
ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás
una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti".
Dio a entender con esto que él no estaba obligado a pagar para expiar pecados propios;
porque no era esclavo del pecado, sino que, siendo como era Hijo de Dios,
estaba exento de toda culpa. Pues el Hijo libera, pero el esclavo está sujeto
al pecado. Por tanto, goza de perfecta libertad y no tiene por qué dar ningún
precio en rescate de sí mismo. En cambio, el precio de su sangre es más que
suficiente para satisfacer por los pecados de todo el mundo. El que nada debe
está en perfectas condiciones para satisfacer por los demás.
Pero aún hay más. No sólo Cristo no necesita rescate ni propiciación por el
pecado, sino que esto mismo lo podemos decir de cualquier hombre, en cuanto que
ninguno de ellos tiene que expiar por sí mismo, ya que Cristo es propiciación
de todos los pecados, y él mismo es el rescate de todos los hombres.
¿Quién es capaz de redimirse con su propia sangre después que Cristo ha
derramado la suya por la redención de todos? ¿Qué sangre puede compararse con
la de Cristo? ¿O hay algún ser humano que pueda dar una satisfacción mayor que
la que personalmente ofreció Cristo, el único que puede reconciliar el mundo
con Dios por su propia sangre?
¿Hay alguna víctima más excelente? ¿Hay algún sacrificio de más valor? ¿Hay
algún abogado más eficaz que el mismo que se ha hecho propiciación por nuestros
pecados y dio su vida por nuestro rescate?
No hace falta, pues, propiciación o rescate para cada uno, porque el precio de
todos es la sangre de Cristo. Con ella nos redimió nuestro Señor Jesucristo, el
único que de hecho nos reconcilió con el Padre. Y llevó una vida trabajosa hasta
el fin, porque tomó sobre sí nuestros trabajos. Y así decía: Venid a mi todos
los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Responsorio Sal 33, 4. 6; Col 1,
12-13
R. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos
su nombre. * Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se
avergonzará.
V. Nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo
santo en la luz; nos ha sacado del dominio de las tinieblas.
R. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se
avergonzará.
*Lecturas del Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 21 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,1-12)*
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid
lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo
que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente
en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y
ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias
por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os
dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros
sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo
es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo
es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al
mundo, y supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor, Padre de todos, tú que nos has hecho llegar al comienzo de este día,
haz que toda nuestra vida unida a la de Cristo sea alabanza de tu gloria.
Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad,
que tú mismo has infundido en nuestras almas.
Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
para que respondamos con presteza a tus llamadas.
Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
y presérvanos de todo pecado.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al
volver a comenzar un nuevo día te pedimos que nos visites con el esplendor de
tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Pío X, Papa (Memoria)*
En 1850 recibió la tonsura de
manos del Obispo de Treviso y obtuvo una beca de la Diócesis de Treviso para
estudiar en el seminario de Padua, donde terminó sus estudios filosóficos,
teológicos y de los clásicos con honores. Fue ordenado sacerdote en 1858, y
durante nueve años fue capellán de Tómbolo, teniendo que asumir muchas de las
funciones del párroco, puesto que éste ya era anciano e inválido. Buscó perfeccionar
su conocimiento de la teología a través de un estudio asiduo de Santo Tomás y
el derecho canónico; al mismo tiempo estableció una escuela nocturna para la
educación de los adultos, y siendo él mismo un ferviente predicador,
constantemente era invitado a ejercer este ministerio en otros pueblos.
En 1867 fue nombrado arcipreste
de Salzano, un importante municipio de la Diócesis de Treviso, en donde
restauró la iglesia y ayudó a la ampliación y mantenimiento del hospital con
sus propios medios, en congruencia con su habitual generosidad hacia los
pobres; especialmente se distinguió por su abnegación durante una epidemia de
cólera que afectó a la región. Mostró una gran solicitud por la instrucción
religiosa de los adultos. En 1875 creó un reglamento para la catedral de
Treviso; ocupó varios cargos, entre ellos, el de director espiritual y rector
del seminario, examinador del clero y vicario general; más aún, hizo posible
que los estudiantes de escuelas públicas recibieran instrucción religiosa. En
1878, a la muerte del Obispo Zanelli, fue elegido vicario capitular. El 10 de
Noviembre de 1884 fue nombrado Obispo de Mantua, en ese entonces una sede muy
problemática, y fue consagrado el 20 de Noviembre. Su principal preocupación en
su nuevo cargo fue la formación del clero en el seminario, donde, por varios
años, enseñó teología dogmática y, durante un año, teología moral. Deseaba
seguir el método y la teología de Santo Tomás, y a muchos de los estudiantes
más pobres les regaló copias de la “Summa Theologica”; a la vez, cultivó el
Canto Gregoriano en compañía de los seminaristas. La administración temporal de
la sede le impuso grandes sacrificios. En 1887 celebró un sínodo diocesano.
Mediante su asistencia en el confesionario, dio ejemplo de celo pastoral. La Organización
Católica de Italia, conocida entonces como la “Opera dei Congressi”, encontró
en él a un celoso propagandista desde su ministerio en Salzano. En el
consistorio secreto celebrado en Junio de 1893, León XIII lo creó Cardenal, con
el título de San Bernardo de las Termas; y en el consistorio público, tres días
más tarde, fue preconizado Patriarca de Venecia, conservando mientras tanto el
título de Administrador Apostólico de Mantua. El Cardenal Sarto fue obligado a
esperar dieciocho meses, antes de tomar posesión de su nueva diócesis, debido a
que el gobierno italiano se negaba a otorgar el exequatur, reclamando que el
derecho de nominación había sido ejercido por el Emperador de Austria. Este
asunto fue tratado con amargura en periódicos y panfletos; el Gobierno, a
manera de represalia, rehusó extender el exequatur a los otros obispos que
fueron nombrados durante este tiempo, por lo que el número de sedes vacantes
creció a treinta. Finalmente, el ministro Crispi, habiendo regresado al poder,
y la Santa Sede, habiendo elevado la misión de Eritrea a la categoría de
Prefectura Apostólica en atención a los Capuchinos Italianos, motivaron al
Gobierno a retractarse de su posición original. Esta oposición no fue causada
por ninguna objeción contra la persona de Sarto. En Venecia el cardenal
encontró un estado de cosas mucho mejor que el que había hallado en Mantua.
También allí puso gran atención en el seminario, donde logró establecer la
facultad de derecho canónico. En 1898 celebró el sínodo diocesano. Promovió el
uso del Canto Gregoriano y fue gran benefactor de Lorenzo Perosi; favoreció el
trabajo social, especialmente los bancos en las parroquias rurales; se dio
cuenta de los peligros que entrañaban ciertas doctrinas y conductas de algunos
Cristiano-Demócratas y se opuso enérgicamente a ellas. El Congreso Eucarístico
Internacional de 1897, en el centenario de San Gerardo Sagredo (1900), la
bendición de la primera piedra del nuevo campanario de San Marcos y la capilla
conmemorativa en el Monte Grappa (1901) fueron eventos que dejaron una profunda
impresión en él y en su gente. A la muerte de León XIII, los cardenales se
reunieron en cónclave y, después de varias votaciones, Giuseppe Sarto fue
elegido el 4 de Agosto al obtener 55 de 60 votos posibles. Su coronación tuvo
lugar el siguiente Domingo, 9 de Agosto de 1903.
En su primera Encíclica, deseando
revelar hasta cierto punto su programa de trabajo, mencionó el que sería el
lema de su pontificado: “instaurare omnia in Christo” (Ef 1,10). En
consecuencia, su mayor atención giró siempre sobre la defensa de los intereses
de la Iglesia. Pero ante todo, sus esfuerzos también se dirigieron a promover
la piedad entre los fieles, y a fomentar la recepción frecuente de la Sagrada
Comunión, y, si era posible, hacerla diariamente (Decr. S. Congr. Concil., 20
de Diciembre, 1905), dispensando a los enfermos de la obligación de ayunar para
poder recibir la Sagrada Comunión dos veces al mes, o incluso más (Decr. S.
Congr. Rit., 7 de Diciembre, 1906). Finalmente, mediante el Decreto “Quam
Singulari” (15 de Agosto, 1910), recomendó que la Primera Comunión en los niños
no se demorara demasiado tiempo después de que alcanzaran la edad de la
discreción. Fue por deseo suyo que el Congreso Eucarístico de 1905 se celebró
en Roma, mientras que aumentó la solemnidad de los congresos Eucarísticos
posteriores mediante el envío de cardenales legados. El quincuagésimo
aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue una
ocasión que supo aprovechar para impulsar la devoción a María (Encíclica “Ad
illum diem”, Febrero 2,1904); y el Congreso Mariano junto con la coronación de
la imagen de la Inmaculada Concepción en el coro de la Basílica de San Pedro
fueron una digna culminación de la solemnidad. Fuera como simple capellán, como
obispo, y como patriarca, Giuseppe Sarto fue siempre un promotor de la música
sacra; como Papa publicó, el 22 de Noviembre de 1903, un Motu Proprio sobre
música sacra en las iglesias, y, al mismo tiempo, ordenó que el auténtico Canto
Gregoriano se utilizara en todas partes, mientras dispuso que los libros de
cantos se imprimieran con el tipo de fuente del Vaticano bajo la supervisión de
una comisión especial. En la Encíclica “Acerbo nimis” (Abril 15, 1905), planteó
la necesidad de que la instrucción catequética no se limitara a los niños, sino
que también fuera dirigida hacia los adultos, dando para ello reglas
detalladas, especialmente en lo referente a escuelas adecuadas para la
impartición de la instrucción religiosa a los estudiantes de escuelas públicas,
y aun de universidades. Promovió la publicación de un nuevo catecismo para la
Diócesis de Roma.
Como obispo, su principal
preocupación había sido la formación del clero, y de acuerdo con este
propósito, una Encíclica dirigida al Episcopado Italiano (Julio 28, 1906) hacía
énfasis en la necesidad de tener mayor cuidado en la ordenación de sacerdotes,
llamando la atención de los obispos sobre el hecho de que, entre los clérigos
más jóvenes, se manifestaba cada vez con mayor frecuencia un espíritu de
independencia que era una amenaza para la disciplina eclesiástica. En beneficio
de los seminarios italianos, ordenó que fueran visitados regularmente por los
obispos, y promulgó un nuevo programa de estudios que había estado en uso en el
Seminario Romano. Por otra parte, como las diócesis del Centro y Sur de Italia
eran tan pequeñas que sus seminarios respectivos no podían prosperar, Pío X
estableció el seminario regional, que es común para las sedes de una región
dada; en consecuencia, muchos seminarios, pequeños y deficientes, fueron
cerrados.
Para una mayor eficacia en la
asistencia a las almas, a través de un Decreto de la Sagrada Congregación del
Consistorio (Agosto 20, 1910), promulgó instrucciones concernientes a la
remoción de párrocos como un acto administrativo, cuando tal procedimiento
requería de graves circunstancias que podían no constituir una causa canónica
para la destitución. Con motivo de la celebración del jubileo de su ordenación
sacerdotal, dirigió una carta llena de afecto y prudentes consejos a todo el
clero. Por un Decreto reciente (Noviembre 18, 1910), el clero había sido
impedido de tomar parte en la administración temporal de organizaciones
sociales, lo cual era causa frecuente de graves dificultades.
Pero por sobre todas las cosas,
la principal preocupación del Papa era la pureza de la fe. En varias ocasiones,
como en la Encíclica con respecto al centenario de San Gregorio Magno, Pío X
resaltaba los peligros de ciertos métodos teológicos nuevos, los cuales,
basándose en el Agnosticismo y el Immanentismo, por fuerza suprimían la
doctrina de la fe de sus enseñanzas de una verdad objetiva, absoluta e
inmutable, y más aun cuando estos métodos se asociaban con una crítica
subversiva de las Sagradas Escrituras y de los orígenes del Cristianismo. Por
esta razón, en 1907, publicó el Decreto “Lamentabili” (llamado también el
Syllabus de Pío X), en el que sesenta y cinco proposiciones modernistas fueron
condenadas. La mayor parte de estas se referían a las Sagradas Escrituras, su
inspiración y la doctrina de Jesús y los Apóstoles, mientras otras se
relacionaban con el dogma, los sacramentos, la primacía del Obispo de Roma.
Inmediatamente después de eso, el 8 de Septiembre de 1907, apareció la famosa
Encíclica “Pascendi”, que exponía y condenaba el sistema del Modernismo. Este
documento hace énfasis sobre el peligro del Modernismo en relación con la
filosofía, apologética, exégesis, historia, liturgia y disciplina, y muestra la
contradicción entre esa innovación y la fe tradicional; y, finalmente,
establece reglas por las cuales combatir eficazmente las perniciosas doctrinas
en cuestión. Entre las medidas sugeridas cabe señalar el establecimiento de un
cuerpo oficial de “censores” de libros y la creación de un “Comité de
Vigilancia”. Posteriormente, mediante el Motu Proprio “Sacrorum Antistitum”,
Pío X llamó la atención en los interdictos de la Encíclica y las disposiciones
que habían sido establecidas previamente bajo el pontificado de León XIII sobre
la predicación, y sancionó que todos aquellos que ejercieran el sagrado
ministerio o quienes enseñaran en institutos eclesiásticos, así como canónigos,
superiores del clero regular, y aquellos que servían en oficinas eclesiásticas,
deberían tomar un juramento en el que se comprometían a rechazar los errores
que eran denunciados en la Encíclica o en el Decreto “Lamentabili”. Pío X
retomó este asunto vital en otras ocasiones, especialmente en las Encíclicas
que fueron escritas en conmemoración de San Anselmo (Abril 21, 1909) y de San
Carlos Borromeo (Junio 23, 1910), en la segunda de las cuales el Modernismo
Reformista fue especialmente condenado. Como el estudio de la Biblia es, a la
vez, el área más importante y más peligrosa de la teología, Pío X deseaba
fundar en Roma un centro especial para esos estudios, que les diera la garantía
inmediata de una ortodoxia incuestionable y un valor científico; en
consecuencia, y con el apoyo de todo el mundo católico, se estableció el
Pontificio Instituto Bíblico de Roma, bajo la dirección de los jesuitas.
Una necesidad sentida durante
mucho fue la de codificar la Ley Canónica, y con la intención de llevarla a
cabo, el 19 de Marzo de 1904, Pío X creó una congregación especial de
cardenales, de la que Gasparri, convertido en cardenal, sería el secretario. Las
más eminentes autoridades en derecho canónico de todo el mundo, colaboraron en
la formación del nuevo código, algunas de cuyas prescripciones ya habían sido
publicadas, como por ejemplo, las modificaciones a la ley del Concilio de
Trento en lo referente a los matrimonios secretos, las nuevas reglas para las
relaciones diocesanas y para las visitas episcopales ad limina, y la nueva
organización de la Curia Romana (Constitución “Sapienti Consilio”, Junio 29,
1908). Anteriormente, las Congregaciones para las Reliquias e Indulgencias y de
Disciplina habían sido suprimidas, mientras que la Secretaría de Asuntos
Menores había sido unida a la Secretaría de Estado. La característica del nuevo
reglamento es la completa separación de los aspectos judiciales de los administrativos;
mientras que las funciones de algunos departamentos habían sido determinadas
con mayor precisión y sus trabajos más equilibrados. Las oficinas de la Curia
se dividieron en Tribunales (3), Congregaciones (11), y Oficinas (5). Con
respecto a los primeros, el Tribunal de Signatura (constituido exclusivamente
por cardenales) y el de la Rota fueron revividos; al Tribunal de la
Penitenciaría le fueron dejados únicamente los casos del fuero interno
(conciencia). Las Congregaciones permanecieron casi como estaban al principio,
con la excepción de que una sección especial fue agregada al Santo Oficio de la
Inquisición para las indulgencias; la Congregación de Obispos y Regulares
recibió el nombre de Congregación de Religiosos y tendría que tratar únicamente
los asuntos de las congregaciones religiosas, mientras los asuntos del clero
secular serían derivados a la Congregación del Consistorio o a la del Concilio;
de este último fueron retirados los casos matrimoniales, los cuales serían
ahora enviados a los tribunales o a la recientemente creada Congregación de los
Sacramentos. La Congregación del Consistorio aumentó grandemente su importancia
debido a que tendría que decidir sobre cuestiones que eran competencia de las
otras Congregaciones. La Congregación de Propaganda perd
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más
altos que los vuestros», dice el Señor.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
la ley; concédenos cumplir tus mandamientos y llegar así a la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SÁBADO 21 DE AGOSTO 2021
*Lecturas del Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 21 de agosto de 2021
Primera lectura
Lectura del
libro de Rut (2,1-3.8-11;4,13-17):
Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente de muy buena posición, llamado
Boaz, de la familia de Elimelec.
Rut, la moabita, dijo a su suegra Noemí: «Déjame ir al campo, a espigar donde
me admitan por caridad.»
Noemí le respondió: «Anda, hija.»
Ella marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a
una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimelec.
Boaz dijo a Rut: «Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas
de aquí ni te alejes de mis tierras. Fíjate en qué tierra siegan los hombres y
sigue a las espigadoras. Dejo dicho a mis criados que no te molesten. Cuando
tengas sed, vete donde los botijos y bebe de lo que saquen los criados.»
Rut se echó, se postró ante él por tierra y le dijo: «Yo soy una forastera; ¿por
qué te he caído en gracia y te has interesado por mí?»
Boaz respondió: «Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra después que
murió tu marido: que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y has venido a
vivir con gente desconocida.»
Así fue como Boaz se casó con Rut. Se unió a ella; el Señor hizo que Rut
concibiera y diese a luz un hijo.
Las mujeres dijeron a Noemí: «Bendito sea Dios, que te ha dado hoy quien
responda por ti. El nombre del difunto se pronunciará en Israel. Y el niño te
será un descanso y una ayuda en tu vejez; pues te lo ha dado a luz tu nuera, la
que tanto te quiere, que te vale más que siete hijos.»
Noemi tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo.
Las vecinas le buscaban un nombre, diciendo: «¡Noemí ha tenido un niño!»
Y le pusieron por nombre Obed. Fue el padre de Jesé, padre de David.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
127,1-2.3.4.5
R/. Ésta es la
bendición del hombre que teme al Señor
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor. R/.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.
*Lecturas del Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 21 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,1-12)*
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid
lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo
que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente
en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y
ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias
por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os
dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois
hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es
vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es
vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
(Haced, pues, y
observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no
hacen)
*Nunca se me hubiera ocurrido, que un alcohólico,
una mujer que se prostituye, un ladrón, pudieran tener una palabra que me
pueden ayudar en la fe. Yo he visto caso de padre alcohólico, que les dicen a
sus hijos con lágrimas en los ojos que no beban. Madres que viven una vida de
prostitución y en medio de sus sufrimientos hacen todo lo posible de que sus
hijas no lleguen a esa vida. También he visto madres abandonadas que les dicen
a los hijos amen a su padre y aunque ellas se están ahogando con el odio que
llevan dentro. Por eso el Señor me regala esta palabra que hoy viene en mi ayuda:
(Hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos
hace)*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.