Musica Para el Alma
viernes, 3 de noviembre de 2023
LUCAS 14,1.7-11 CICLO A
*Lecturas del Sábado de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 4
de noviembre de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(14,1.7-11)*
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y
ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros
puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te
sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más
categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá:
"Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el
último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último
puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube
más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque
todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
("Amigo, sube más arriba.")
*El Señor me invita a que
reconozca, que el primer puesto dentro de mi vida, tiene que estar dedicado
para él. Me invita a sentarme en el último puesto, sentarme en el último puesto
es desear, es proponerme, es buscar siempre el bien para los demás. Y que
alegría, porque el último puesto en el lenguaje del Señor, tiene un nombre
privilegiado que se llama, La Humildad. El señor me quiere ver primero sentado
en la humildad, para luego él mismo llamarme y decirme “Amigo” ven siéntate
aquí conmigo que soy la plana Humildad. Estar junto al Señor es comer y
disfrutar de ese gran banquete del amor, donde él es el plato principal es la
vida eterna*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 4
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO SÁBADO DE LA SEMANA XXX*
Del común de pastores: para un santo obispo. Salterio II
4 de noviembre
*SAN CARLOS BORROMEO, obispo. (MEMORIA)*
Nació en Arona (Lombardía) el año 1538; después de haberse graduado en ambos
derechos, fue agregado al colegio cardenalicio por su tío Pío IV y nombrado
obispo de Milán. Fue un verdadero pastor de su grey; visitó varias veces toda
su diócesis, convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la
salvación de las almas y fomentó en gran manera las costumbres cristianas.
Murió el día 3 de noviembre del año 1584.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor
supremo.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Pastor
supremo.
Himno: CRISTO, CABEZA, REY DE LOS PASTORES.
Cristo, cabeza, rey de los pastores,
el pueblo entero, madrugando a fiesta,
canta a la gloria de tu sacerdote
himnos sagrados.
Con abundancia de sagrado crisma,
la unción profunda de tu Santo Espíritu
lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia
jefe del pueblo.
El fue pastor y forma del rebaño,
luz para el ciego, báculo del pobre,
padre común, presencia providente,
todo de todos.
Tú que coronas sus merecimientos,
danos la gracia de imitar su vida,
y al fin, sumisos a su magisterio,
danos su gloria. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu
fidelidad.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA
VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la mañana proclamamos, Señor,
tu misericordia y de noche tu fidelidad.
Ant 2. Dad gloria a nuestro Dios.
Cántico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU PUEBLO Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como sereno sobre el césped;
voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.
Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿no es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?
Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue la parte de su heredad.
Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.
El Señor solo los condujo
no hubo dioses extraños con él.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gloria a nuestro Dios.
Ant 3. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor,
en toda la tierra!
Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor,
en toda la tierra!
LECTURA BREVE Hb 13, 7-9a
Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios:
reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el
mismo hoy que ayer, y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas
llamativas y extrañas.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado
centinelas.
V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el
nombre del Señor.
R. He colocado centinelas.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado
centinelas.
V. Señor,
enséñame tus caminos.
R. Instrúyeme en tus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Jeremías 29, 1-14
CARTA DE JEREMÍAS A LOS DESTERRADOS EN BABILONIA
Texto de la carta que envió Jeremías desde Jerusalén a los ancianos deportados,
a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo, a quienes Nabucodonosor había
deportado de Jerusalén a Babilonia. (Fue después de marcharse el rey Jeconías
con la reina madre, y los eunucos y los dignatarios de Judá y Jerusalén, y los
herreros y cerrajeros de Jerusalén.) La envió por mano de Elasa, hijo de Safán,
y Gamarías, hijo de Helcías, a quienes Sedecías, rey de Jerusalén, había
enviado a Nabucodonosor, rey de Babilonia:
«Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los deportados que
deporté de Jerusalén a Babilonia: Construid casas y habitadlas, plantad huertos
y comed sus frutos; tomad esposas y engendrad hijos e hijas, tomad esposas para
vuestros hijos, dad vuestras hijas en matrimonio, para que engendren hijos e
hijas: multiplicaos allí y no disminuyáis. Buscad la prosperidad del país
adonde os he deportado y rogad por él al Señor, porque su prosperidad será la
vuestra.
Porque así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Que no os engañen
los profetas que viven entre vosotros, ni vuestros adivinos: No hagáis caso de
los sueños que ellos sueñan, porque os profetizan falsamente en mi nombre, sin
que yo los envíe —oráculo del Señor—.
Porque así dice el Señor: Cuando se cumplan en Babilonia setenta años, os
visitaré y cumpliré en vosotros mi palabra salvadora, trayéndoos a este lugar.
Porque sé muy bien lo que pienso hacer con vosotros: designios de paz y no de
aflicción, daros un porvenir y una esperanza. Me invocaréis, iréis a suplicarme
y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis si me buscáis de todo
corazón. Me dejaré encontrar y cambiaré vuestra
suerte. Os congregaré sacándoos de los países y comarcas por donde os dispersé
—oráculo del Señor— y os devolveré al lugar de donde os deporté.»
RESPONSORIO Sal 104, 1. 4; Sir 2, 11
R. Dad gracias al Señor, invocad su nombre. * Recurrid
al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.
V. Quien confió en el Señor no quedó defraudado.
R. Recurrid al Señor y a su poder, buscad
continuamente su rostro.
SEGUNDA LECTURA
Del sermón pronunciado por san Carlos Borromeo en el último sínodo
(Acta Ecclesiae Mediolanensis, Milán 1599, 1177-1178)
NO SEAS DE LOS QUE DICEN UNA COSA Y HACEN OTRA
Todos somos débiles, lo admito, pero el Señor ha puesto en nuestras manos los
medios con que poder ayudar fácilmente, si queremos, esta debilidad. Algún
sacerdote querría tener aquella integridad de vida que sabe se le demanda,
querría ser continente y vivir una vida angélica, como exige su condición, pero
no piensa en emplear los medios requeridos para ello: ayunar, orar, evitar el
trato con los malos y las familiaridades dañinas y peligrosas.
Algún otro se queja de que, cuando va a salmodiar o a celebrar la misa, al
momento le acuden a la mente mil cosas que lo distraen de Dios; pero éste,
antes de ir al coro o a celebrar la misa, ¿qué ha hecho en la sacristía, cómo
se ha preparado, qué medios ha puesto en práctica para mantener la atención?
¿Quieres que te enseñe cómo irás progresando en la virtud y, si ya estuviste
atento en el coro, cómo la próxima vez lo estarás más aún y tu culto será más
agradable a Dios? Oye lo que voy a decirte. Si ya arde en ti el fuego del amor
divino, por pequeño que éste sea, no lo saques fuera en seguida, no lo expongas
al viento, mantén el fogón protegido para que no se enfríe y pierda el calor;
esto es, aparta cuanto puedas las distracciones, conserva el recogimiento,
evita las conversaciones inútiles.
¿Estás dedicado a la predicación y la enseñanza? Estudia y ocúpate en todo lo
necesario para el recto ejercicio de este cargo; procura antes que todo
predicar con tu vida y costumbres, no sea que, al ver que una cosa es lo que
dices y otra lo que haces, se burlen de tus palabras meneando la cabeza.
¿Ejerces la cura de almas? No por ello olvides la cura de ti mismo, ni te
entregues tan pródigamente a los demás que no quede para ti nada de ti mismo;
porque es necesario, ciertamente, que te acuerdes de las almas a cuyo frente
estás, pero no de manera que te olvides de ti.
Sabedlo, hermanos, nada es tan necesario para los clérigos como la oración
mental; ella debe preceder, acompañar y seguir nuestras acciones: Salmodiaré
—dice el salmista— y entenderé. Si administras los sacramentos, hermano, medita
lo que haces; si celebras la misa, medita lo que ofreces; si salmodias en el
coro, medita a quién hablas y qué es lo que hablas; si diriges las almas,
medita con qué sangre han sido lavadas, y así hacedlo todo con espíritu de
caridad; así venceremos fácilmente las innumerables dificultades que
inevitablemente experimentamos cada día (ya que esto forma parte de nuestra
condición); así tendremos fuerzas para dar a luz a Cristo en nosotros y en los
demás.
RESPONSORIO 1Tm 6, 11; 4, 11. 12. 6
R. Corre al alcance de la justicia, de la piedad,
de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la
dulzura. * Esto has de enseñar e inculcar; sé modelo para los fieles.
V. Si propones estas cosas a los hermanos, serás
un excelente servidor de Cristo Jesús.
R. Esto has de enseñar e inculcar; sé modelo para
los fieles.
*Lecturas del Sábado de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 4
de noviembre de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(14,1.7-11)*
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y
ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros
puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te
sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más
categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá:
"Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el
último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último
puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube
más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque
todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. No sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro
Padre quien habla por vosotros.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No sois vosotros los que habláis,
sino el Espíritu de vuestro Padre quien habla por vosotros.
PRECES
Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus
ovejas, y supliquémosle diciendo:
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu
misericordia y tu amor,
haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único
pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los
cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas
de una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el
amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Conserva en tu pueblo, Señor, el espíritu que animara a san Carlos
Borromeo, obispo, para que tu Iglesia se renueve siempre y, cada vez más
transformada en Cristo, presente ante los hombres una imagen auténtica de su
Señor, Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: PATRIARCAS QUE FUISTEIS LA SEMILLA.
Patriarcas que fuisteis la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos,
al vencedor divino de la muerte
rogadle por nosotros.
Profetas que rasgasteis inspirados
del porvenir el velo misterioso,
al que sacó la luz de las tinieblas
rogadle por nosotros.
Almas cándidas, santos Inocentes
que aumentáis de los ángeles el coro,
al que llamó a los niños a su lado
rogadle por nosotros.
Apóstoles que echasteis en el mundo
de la Iglesia el cimiento poderoso,
al que es de la verdad depositario
rogadle por nosotros.
Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo,
al que es fuente de vida y hermosura
rogadle por nosotros.
Monjes que de la vida en el combate
pedisteis paz al claustro silencioso,
al que es iris de calma en las tormentas
rogadle por nosotros.
Doctores cuyas plumas nos legaron
de virtud y saber rico tesoro,
al que es raudal de ciencia inextinguible
rogadle por nosotros.
Soldados del ejército de Cristo,
santas y santos todos,
rogadle que perdone nuestras culpas
a aquel que vive y reina entre vosotros. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Una luz sin ocaso iluminará a tus santos, Señor, y un júbilo
eterno será su parte. Aleluya.
Salmo 112 - ALABADO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Una luz sin ocaso iluminará a tus
santos, Señor, y un júbilo eterno será su parte. Aleluya.
Ant 2. Alégrate y salta de gozo, Jerusalén,
ciudad de Dios, por los hijos de los justos, que serán congregados y al Señor
de los justos bendecirán. Aleluya.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alégrate y salta de gozo,
Jerusalén, ciudad de Dios, por los hijos de los justos, que serán congregados y
al Señor de los justos bendecirán. Aleluya.
Ant 3. Los santos cantaban un cántico
nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra.
Aleluya.
Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO - Cf. Ap 19,1-2, 5-7
El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados
cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente
decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada
estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que le teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los santos cantaban un cántico
nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra.
Aleluya.
LECTURA BREVE Hb 12, 22-24
Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén
del cielo, a la asamblea de los innumerables ángeles, a la congregación de los
primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los
justos que han llegado a su destino, al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y
a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.
RESPONSORIO BREVE
V. Los justos se alegran en la presencia de Dios.
R. Los justos se alegran en la presencia de Dios.
V. Rebosando de alegría.
R. En la presencia de Dios.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Los justos se alegran en la presencia de Dios.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles, la
multitud de los profetas te enaltece, el ejército glorioso de los mártires te
aclama; todos los santos y elegidos te ensalzan unánimes, Trinidad santa, único
Dios.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti, Señor, te alaba el coro
celestial de los apóstoles, la multitud de los profetas te enaltece, el ejército
glorioso de los mártires te aclama; todos los santos y elegidos te ensalzan
unánimes, Trinidad santa, único Dios.
PRECES
Acudamos, alegres, a nuestro Dios, corona de todos los santos, y
digámosle:
Por intercesión de todos los santos, sálvanos, Señor.
Dios nuestro, fuente y origen de toda sabiduría, que por tu Hijo Jesucristo has
hecho de los apóstoles fundamento de la Iglesia,
concédenos ser totalmente fieles a la fe que ellos enseñaron.
Tú que otorgaste a los mártires fortaleza para dar testimonio de ti hasta
derramar su sangre,
concede a todos los cristianos ser fieles testigos de tu Hijo.
Tú que concediste a las vírgenes el don insigne de imitar a Cristo en su
virginidad,
haz que sepamos ver siempre su virginidad consagrada como un signo del reino
futuro.
Tú que has manifestado en los santos tu presencia, tu grandeza y tu perfección,
haz que los fieles, al venerarlos, se sientan unidos a ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concede, Señor, a todos los difuntos gozar siempre de la compañía de María, de
san José y de todos los santos,
y, por su intercesión, dales parte en la alegría de tu reino.
Con el gozo que nos da sabernos miembros de la gran familia de los santos,
digamos al Padre de todos:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes celebrar los méritos
de todos los santos en una misma solemnidad, te rogamos que, por las súplicas
de tan numerosos intercesores, nos concedas en abundancia los dones que te
pedimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.