Musica Para el Alma
jueves, 13 de agosto de 2020
EVANGELIO DE MATEO 19,3-12 CICLO A
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (19,3-12):
3 Y se le acercaron unos fariseos que,
para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un
motivo cualquiera?»
4 El respondió: «¿No habéis leído que el
Creador, desde el comienzo, = los hizo varón y hembra, =
5 y que dijo: = Por eso dejará el hombre a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne =
6 De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.»
7 Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió
dar acta de divorcio y repudiarla?»
8 Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la
dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al
principio no fue así.
9 Ahora bien, os digo que quien repudie a su
mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio.»
10 Dícenle sus discípulos: «Si tal es la
condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»
11 Pero él les dijo: «No todos entienden
este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
12 Porque hay eunucos que nacieron así del
seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.»
Palabra del Señor
(Desde
el comienzo, los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a
su madre y se unirá a su mujer. De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Lo que Dios unió no lo separe el hombre).
*(Divorcio)
Es una palabra que divide, que separa, que pone barrera. Si mis pensamientos
están siendo visitados por el príncipe de las tinieblas, el dueño de la
oscuridad, y él le está vendiendo una propuesta, para que yo me incline a la
separación, y a la distancia. El divorcio es cuando se llega a un punto de no
aceptación de uno de los dos ya sea el hombre o la mujer. Las tinieblas existen
cuando no hay luz. Cuando me ha faltado la luz, veo en mi oscuridad, que la
otra persona es una montaña de problema. Y eso mayormente sucede cuando caigo
en la tentación de comparar una persona con otras personas y si estoy
comparando es porque mis ojos ya se están fijando en alguien. El Señor desde el
principio me ha dado el don del discernimiento, para saber distinguir lo bueno
de lo malo. Amar no es un sentimiento, amar no es sentir mariposista en la
barriga, amar es una decisión, amar es hacer el bien sin esperar nada a cambio*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACIÓN AL MEDIO DIA EL ÁNGELUS
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 14. SAN MAXIMILIANO MARIA (MEMORIA)
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XIX
Del Común de un mártir. Salterio III
14 de agosto
SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE, presbítero y
mártir. (MEMORIA)
Maximiliano María Kolbe nació cerca de Lodz (Polonia) el 8 de enero de 1894.
Ingresó en el seminario de los Hermanos Menores Conventuales en 1907, y el año
1918 fue ordenado sacerdote en Roma. Encendido en el amor a la Madre de Dios
fundó la asociación piadosa de la «Milicia de María Inmaculada», que propagó
con entusiasmo. Misionero en el Japón, se esforzó por extender la fe cristiana
bajo el auspicio y patrocinio de la misma Virgen Inmaculada. Vuelto a Polonia,
habiendo sufrido grandes calamidades, en el mayor conflicto de los pueblos,
entregó su vida como holocausto de caridad por la libertad de un desconocido
condenado a muerte, el 14 de agosto de 1941, en el campo de concentración de
Auchwitz.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires.
Himno: PALABRA DEL SEÑOR YA RUBRICADA
Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.
Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.
Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.
Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé,
Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr
14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y
Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los
sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro
consuelo.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor es mi fuerza y mi energía.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. Él es mi salvación.
R. Y mi energía.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor es mi fuerza y mi energía.
V. El
Señor nos instruirá en sus caminos.
R. Y marcharemos por sus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Zacarías 12, 9-12a; 13, 1-9
LA SALVACIÓN ESTARÁ EN JERUSALÉN
Esto dice el Señor:
«Aquel día me dispondré a aniquilar a los pueblos que invadan a Jerusalén.
Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un
espíritu de gracia y de oración. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán
llanto como llanto por el hijo único y llorarán como se llora al primogénito.
Aquel día será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Haddad-Rimón en el
valle de Meguidó, y llorará todo el país, familia por familia.
Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes
de Jerusalén, para lavar los pecados e impurezas.
Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- aniquilaré de la tierra los
nombres de los ídolos y no serán invocados. Y lo mismo haré con sus profetas y
aniquilaré el espíritu impuro. Si se pone uno a profetizar, le dirán el padre y
la madre que lo engendraron: "No quedarás vivo, porque has anunciado
mentiras en nombre del Señor", y el padre y la madre que lo engendraron lo
traspasarán, porque pretendió ser profeta.
Aquel día se avergonzarán los profetas de sus visiones y profecías y no se
vestirán mantos peludos para engañar. Dirán: "Yo no soy profeta, sino
labrador; desde mi juventud la tierra es mi ocupación." Le preguntarán:
"¿Y qué son esas heridas entre tus brazos?" Y él responderá: "Me
hirieron en casa de unos amigos."
Álzate, espada, contra mi pastor, contra mi ayudante —oráculo del Señor—. Hiere
al pastor, que se dispersen las ovejas, volveré mi mano contra las crías. En
toda la tierra serán exterminados dos tercios y quedará una tercera parte.
Pasaré a fuego esa tercera parte, la purificaré como se purifica la plata, la
depuraré como se acrisola el oro. Él invocará mi nombre y yo le responderé. Yo
le diré: "Pueblo mío", y él me responderá: "Señor, Dios
mío."»
RESPONSORIO Mt 26, 31; Za 13, 7
R. Esta
noche voy a ser piedra de escándalo para todos vosotros, pues ya dice la
Escritura: * «Heriré al pastor y se
dispersarán las ovejas del rebaño.»
V. Álzate, espada, contra mi pastor, contra mi
ayudante —oráculo del Señor—.
R. Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas
del rebaño.
SEGUNDA LECTURA
De las cartas de san Maximiliano María Kolbe, presbítero y
mártir.
(Gli scritti di Massimiliano Kolbe eroe di Oswiecim e beato della Chiesa, vol
1, Cittá di Vita, Firenze 1975, pp 44-46. 113-114)
EL IDEAL DE LA VIDA APOSTÓLICA ES LA SALVACIÓN Y
SANTIFICACIÓN DE LAS ALMAS.
Me llena de gozo, querido hermano, el celo que te anima en la
propagación de la gloria de Dios. En la actualidad se da una gravísima epidemia
de indiferencia, que afecta, aunque de modo diverso, no sólo a los laicos, sino
también a los religiosos. Con todo, Dios es digno de una gloria infinita.
Siendo nosotros pobres criaturas limitadas y, por tanto, incapaces de rendirle
la gloria que él merece, esforcémonos, al menos, por contribuir, en cuanto
podamos, a rendirle la mayor gloria posible.
La gloria de Dios consiste en la salvación de las almas, que Cristo ha redimido
con el alto precio de su muerte en la cruz. La salvación y la santificación más
perfecta del mayor número de almas debe ser el ideal más sublime de nuestra
vida apostólica. Cuál sea el mejor camino para rendir a Dios la mayor gloria
posible y llevar a la santidad más perfecta el mayor número de almas, Dios
mismo lo conoce mejor que nosotros, porque él es omnisciente e infinitamente
sabio. Él, y sólo él, Dios omnisciente, sabe lo que debemos hacer en cada
momento para rendirle la mayor gloria posible. ¿Y cómo nos manifiesta Dios su
propia voluntad? Por medio de sus representantes en la tierra. La obediencia, y
sólo la santa obediencia, nos manifiesta con certeza la voluntad de Dios. Los
superiores pueden equivocarse, pero nosotros obedeciendo no nos equivocamos
nunca. Se da una excepción: cuando el superior manda algo que con toda claridad
y sin ninguna duda es pecado, aunque éste sea insignificante; porque en este
caso el superior no sería el representante de Dios.
Dios, y solamente Dios infinito, infalible, santísimo y clemente, es nuestro
Señor, nuestro creador y Padre, principio y fin, sabiduría, poder y amor: todo.
Todo lo que no sea él vale en tanto en cuanto se refiere a él, creador de todo,
redentor de todos los hombres y fin último de toda la creación. Es él quien,
por medio de sus representantes aquí en la tierra, nos revela su admirable
voluntad, nos atrae hacia sí, y quiere por medio nuestro atraer al mayor número
posible de almas y unirlas a sí del modo más intimo y personal.
Querido hermano, piensa qué grande es la dignidad de nuestra condición por la
misericordia de Dios. Por medio de la obediencia nosotros nos alzamos por
encima de nuestra pequeñez y podemos obrar conforme a la voluntad de Dios. Más
aún: adhiriéndonos así a la divina voluntad, a la que no puede resistir ninguna
criatura, nos hacemos más fuertes que todas ellas. Ésta es nuestra grandeza; y
no es todo: por medio de la obediencia nos convertimos en infinitamente
poderosos.
Éste y sólo éste es el camino de la sabiduría y de la prudencia, y el modo de
rendir a Dios la mayor gloria posible. Si existiese un camino distinto y mejor,
Jesús nos lo hubiera indicado con sus palabras y su ejemplo. Los treinta años
de su vida escondida son descritos así por la sagrada Escritura: Y les estaba
sujeto. Igualmente, por lo que se refiere al resto de la vida toda de Jesús,
leemos con frecuencia en la misma sagrada Escritura que él había venido a la
tierra para cumplir la voluntad del Padre.
Amemos sin límites a nuestro buen Padre: amor que se demuestra a través de la
obediencia y se ejercita sobre todo cuando nos pide el sacrificio de la propia
voluntad. El libro más bello y auténtico donde se puede aprender y profundizar
este amor es el Crucifijo. Y esto lo obtendremos mucho más fácilmente de Dios
por medio de la Inmaculada, porque a ella ha confiado Dios toda la economía de
la misericordia.
La voluntad de María, no hay duda alguna, es la voluntad del mismo Dios.
Nosotros, por tanto, consagrándonos a ella, somos también como ella, en las
manos de Dios, instrumentos de su divina misericordia. Dejémonos guiar por
María; dejémonos llevar por ella, y estaremos bajo su dirección tranquilos y
seguros: ella se ocupará de todo y proveerá a todas nuestras necesidades, tanto
del alma como del cuerpo; ella misma removerá las dificultades y angustias
nuestras.
RESPONSORIO Ef 5, 1-2; 6, 6
R. Sed
imitadores de Dios, como hijos amados, y vivid en el amor como Cristo os amó y
se entregó por nosotros. * Como
oblación y víctima de suave fragancia.
V. Como esclavos de Cristo que cumplen de
corazón la voluntad de Dios.
R. Como oblación y víctima de suave fragancia.
Viernes, 14 de agosto de 2020
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (19,3-12):
3 Y se le acercaron unos fariseos que,
para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un
motivo cualquiera?»
4 El respondió: «¿No habéis leído que el
Creador, desde el comienzo, = los hizo varón y hembra, =
5 y que dijo: = Por eso dejará el hombre a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne =
6 De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.»
7 Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió
dar acta de divorcio y repudiarla?»
8 Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la
dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al
principio no fue así.
9 Ahora bien, os digo que quien repudie a su
mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio.»
10 Dícenle sus discípulos: «Si tal es la
condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»
11 Pero él les dijo: «No todos entienden
este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
12 Porque hay eunucos que nacieron así del
seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi
muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cristo será glorificado en mi
cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una
ganancia el morir.
PRECES
Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al
recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios,
aclamémosle diciendo:
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe,
concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre,
concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos,
concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero,
concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, que a san Maximiliano María, apóstol de la Inmaculada y
ejemplo de caridad hacia el prójimo, le infundiste un deseo ardiente de la
salvación de los hombres, concédenos, por su intercesión, poder trabajar
generosamente por tu gloria y por la salvación de los hombres hasta dar nuestra
propia vida, como lo hizo tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
de la Asunción de la
Santísima Virgen María
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: EL CIELO SE MARAVILLA
El cielo se maravilla,
Virgen, viendo como a vos
junto a sí os ha dado Dios
la más eminente silla.
Sobre los altos confines
del más levantado cielo
subisteis, Virgen, del suelo
en hombros de serafines.
Y mucho se maravilla
el cielo de ver que a vos
junto a sí os ha dado Dios
la más eminente silla.
¡Oh Dios, quién supiera ahora
significar la alegría
que todo el cielo tendría
con su nueva emperadora!
Ángeles podrán decilla,
Virgen, y lo que con vos
hizo vuestro hijo y Dios
cuando os dio tan alta silla. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Subió Cristo al cielo y preparó una mansión de inmortalidad a su
Madre purísima. Aleluya.
Salmo 112 - ALABADO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Subió Cristo al cielo y preparó
una mansión de inmortalidad a su Madre purísima. Aleluya.
Ant 2. Por Eva se cerraron a los hombres
las puertas del paraíso, y por María Virgen han sido abiertas de nuevo.
Aleluya.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por Eva se cerraron a los hombres
las puertas del paraíso, y por María Virgen han sido abiertas de nuevo.
Aleluya.
Ant 3. La Virgen María ha sido
glorificada por encima de todos los ángeles y santos; venid, pues, y alabemos a
Cristo, el rey cuyo reino no tendrá fin.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La Virgen María ha sido
glorificada por encima de todos los ángeles y santos; venid, pues, y alabemos a
Cristo, el rey cuyo reino no tendrá fin.
LECTURA BREVE Rm 8, 30
A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los
justificó; a los que justificó, los glorificó.
RESPONSORIO BREVE
V. María ha sido elevada al cielo, los ángeles se alegran.
R. María ha sido elevada al cielo, los ángeles
se alegran.
V. Y, llenos de gozo, alaban al Señor.
R. Los ángeles se alegran.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. María ha sido elevada al cielo, los ángeles
se alegran.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Me felicitarán todas las generaciones, porque el poderoso ha hecho
obras grandes por mí. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me felicitarán todas las
generaciones, porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí. Aleluya.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso
que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y
supliquémosle diciendo:
Mira a la llena de gracia y escúchanos.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras, que has querido que la
inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.
Tú que nos diste a María por Madre, concede por su mediación salud a los
enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,
y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la llena de gracia,
concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de
Jesús.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu
reino.
Confiando en el Señor que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que colme
también de bienes al mundo hambriento:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios todopoderoso, tú que, mirando complacido la profunda
humildad de la siempre Virgen María, la elevaste a la excelsa dignidad de ser
madre de tu Hijo hecho hombre y, en este día, la coronaste de gloria y de
honor, concédenos, por su intercesión, que, ya que como María tenemos parte en
tu redención, alcancemos, también como ella, la gloria del reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 14 DE AGOSTO 2020
Lecturas de la 19º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo
A
Viernes, 14 de agosto de 2020
Primera lectura
Lectura
de la profecía de Ezequiel (16,1-15.60.63):
Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, denuncia a Jerusalén sus
abominaciones, diciendo: "Así dice el Señor: ¡Jerusalén! Eres cananea de
casta y de cuna: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Fue así tu alumbramiento:
El día en que naciste, no te cortaron el ombligo, no te bañaron ni frotaron con
sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti haciéndote uno de
estos menesteres, por compasión, sino que te arrojaron a campo abierto,
asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te vi chapoteando
en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre: 'Sigue viviendo y
crece como brote campestre.' Creciste y te hiciste moza, llegaste a la sazón;
tus senos se afirmaron, y el vello te brotó, pero estabas desnuda y en cueros.
Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí sobre ti mi
manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento, hice alianza
contigo –oráculo del Señor– y fuiste mía. Te bañé, te limpié la sangre, y te
ungí con aceite. Te vestí de bordado, te calcé de marsopa; te ceñí de lino, te
revestí de seda. Te engalané con joyas: te puse pulseras en los brazos y un
collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en las orejas y
diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino,
seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas guapísima y
prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza,
completa con las galas con que te atavié –oráculo del Señor–. Te sentiste
segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con
el primero que pasaba. Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo
cuando eras moza y haré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te
sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo
lo que hiciste."» Oráculo del Señor.
Palabra de Dios
Salmo
Is
12,2-3.4bcd.5-6
R/. Ha cesado tu ira y me has consolado
Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
R/. Ha cesado tu ira y me has consolado
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.
R/. Ha cesado tu ira y me has consolado
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel. » R/.
R/. Ha
cesado tu ira y me has consolado
Viernes, 14 de agosto de 2020
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (19,3-12):
3 Y se le acercaron unos fariseos que,
para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un
motivo cualquiera?»
4 El respondió: «¿No habéis leído que el
Creador, desde el comienzo, = los hizo varón y hembra, =
5 y que dijo: = Por eso dejará el hombre a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne =
6 De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.»
7 Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió
dar acta de divorcio y repudiarla?»
8 Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la
dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al
principio no fue así.
9 Ahora bien, os digo que quien repudie a su
mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio.»
10 Dícenle sus discípulos: «Si tal es la
condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»
11 Pero él les dijo: «No todos entienden
este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
12 Porque hay eunucos que nacieron así del
seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.»
Palabra del Señor
(Desde
el comienzo, los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a
su madre y se unirá a su mujer. De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Lo que Dios unió no lo separe el hombre).
*(Divorcio)
Es una palabra que divide, que separa, que pone barrera. Si mis pensamientos
están siendo visitados por el príncipe de las tinieblas, el dueño de la
oscuridad, y él le está vendiendo una propuesta, para que yo me incline a la
separación, y a la distancia. El divorcio es cuando se llega a un punto de no
aceptación de uno de los dos ya sea el hombre o la mujer. Las tinieblas existen
cuando no hay luz. Cuando me ha faltado la luz, veo en mi oscuridad, que la
otra persona es una montaña de problema. Y eso mayormente sucede cuando caigo
en la tentación de comparar una persona con otras personas y si estoy
comparando es porque mis ojos ya se están fijando en alguien. El Señor desde el
principio me ha dado el don del discernimiento, para saber distinguir lo bueno
de lo malo. Amar no es un sentimiento, amar no es sentir mariposista en la
barriga, amar es una decisión, amar es hacer el bien sin esperar nada a cambio*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.