Musica Para el Alma
jueves, 10 de noviembre de 2022
LUCAS 17,26-37 CICLO C
*Lecturas del Viernes de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 11 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,26-37)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé,
así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban,
hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con
todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y
azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el
Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa,
que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la
mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda
la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo
llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la
llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
《El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la
pierda la recobrará.》
*El Señor me invita a vivir en la
realidad. En mi hay dos personas una que quiere hacer la voluntad del Señor y
la otra no, llegará un día que una será tomada y la otra será dejada, si la
parte tomada de mi por el Señor, está vacía, sin obras, todo mi cuerpo se irá
adonde se reúnen los buitres a comer carne podridas. El Señor me regala la
oportunidad de realizar obras de bien, con las persona que están cerca de mí,
para que pueda alcanzar un día misericordia ante él, y ser llevado a su
presencia*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 11
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
VIERNES
SEMANA IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. El Señor es bueno, bendecid su
nombre.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es bueno, bendecid su
nombre.
Himno: POR EL DOLOR CREYENTE QUE BROTA DEL PECADO.
Por el dolor creyente que brota del pecado,
por no haberte querido de todo corazón,
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
con súplicas te pido, de rodillas, perdón.
Por haberte perdido, por no haberte encontrado,
porque es como un desierto nevado mi oración;
porque es como una hiedra sobre el árbol cortado
el recuerdo que brota cargado de ilusión,
Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
primero amargamente, lleno de flor después,
y que a ti, viejo tronco, poco a poco me enlace,
y que mi vieja sombra se derrame a tus pies. Amén
SALMODIA
Ant 1. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con
Espíritu firme.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón
puro, renuévame por dentro con Espíritu firme.
Ant 2. Alégrate, Jerusalén, porque en ti
serán congregados todos los pueblos.
Cántico: ACCIÓN DE GRACIAS POR LA LIBERACIÓN DEL PUEBLO - Tb 13,
10-15. 17-19
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén,
la ciudad del Santo;
por las obras de tus hijos te azotará,
pero de nuevo se compadecerá
de los hijos de los justos.
Confiesa dignamente al Señor
y bendice al Rey de los siglos,
para que de nuevo sea en ti
edificado su tabernáculo con alegría,
para que alegre en ti a los cautivos
y muestre en ti su amor hacia los desdichados,
por todas las generaciones y generaciones.
Brillarás cual luz de lámpara
y todos los confines de la tierra vendrán a ti.
Pueblos numerosos vendrán de lejos
al nombre del Señor, nuestro Dios,
trayendo ofrendas en sus manos,
ofrendas para el rey del cielo.
Las generaciones de las generaciones
exultarán en ti.
Y benditos para siempre todos los que te aman.
Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,
que serán congregados,
y al Señor de los justos bendecirán.
Dichosos los que te aman;
en tu paz se alegrarán.
Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,
pues en ti se alegrarán
contemplando toda tu gloria,
y se regocijarán para siempre.
Bendice, alma mía, a Dios, rey grande,
porque Jerusalén con zafiros y esmeraldas
será reedificada,
con piedras preciosas sus muros
y con oro puro sus torres y sus almenas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti
serán congregados todos los pueblos.
Ant 3. Sión, alaba a tu Dios, que envía su
mensaje a la tierra.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su
mensaje a la tierra.
LECTURA BREVE Ga 2, 19b-20
Estoy crucificado con Cristo; vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en
mi. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me
amó hasta entregarse por mí.
RESPONSORIO BREVE
V. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
R. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto
por mí.
V. Desde el cielo me enviará la salvación.
R. El Dios que hace tanto por mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto
por mí.
V. Hijo mío, haz caso de mi
sabiduría.
R. Presta oído a mi
inteligencia.
PRIMERA LECTURA
Del primer libro de los Macabeos 2, 1. 15-28. 42-50. 65-70
REBELIÓN DE MATATÍAS
En aquellos días, Matatías,
hijo de Juan, hijo de Simeón, y sacerdote del linaje de Yehoyarib, dejó
Jerusalén y fue a establecerse en Modín.
Los enviados del rey,
encargados de imponer la apostasía, llegaron a la ciudad de Modín para exigir
los sacrificios. Muchos israelitas acudieron a ellos. También Matatías y sus
hijos fueron convocados. Tomando entonces la palabra, los enviados del rey se
dirigieron a Matatías y le dijeron:
«Tú eres jefe ilustre y
poderoso en esta ciudad y estás bien apoyado por hijos y hermanos. Acércate,
pues, el primero y cumple la orden del rey, como la han cumplido todas las
naciones, los notables de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Entonces tú
y tus hijos seréis contados entre los amigos del rey, y os veréis honrados, tú
y tus hijos, con plata, oro y muchas dádivas.»
Matatías contestó con voz
firme:
«Aunque todas las naciones
que forman el imperio del rey lo obedezcan hasta abandonar cada uno el culto de
sus padres y acaten sus órdenes, yo, mis hijos y mis hermanos nos mantendremos
en la alianza de nuestros padres. El cielo nos guarde de abandonar la ley y los
preceptos. No obedeceremos las órdenes del rey para desviarnos de nuestro culto
ni a la derecha ni a la izquierda.»
Apenas había concluido de
pronunciar estas palabras, cuando un judío se adelantó, a la vista de todos,
para sacrificar en el altar de Modín, conforme al decreto real. Al verlo
Matatías, se inflamó en celo y se estremecieron sus entrañas. Encendido en
justa cólera, corrió hasta el judío y lo degolló sobre el altar. Al punto mató
también al enviado del rey que obligaba a sacrificar y destruyó el altar. Emuló
en su celo por la ley la gesta de Pinjás contra Zimrí, el hijo de Salú. Luego,
a grandes voces, gritó en medio de la ciudad:
«Todo aquel que sienta celo
por la ley y mantenga la alianza que me siga.»
Y, dejando en la ciudad
cuanto poseían, huyeron él y sus hijos a las montañas. Se les unió por entonces
el grupo de los asideos, israelitas valientes y entregados de corazón a la ley.
Además, todos aquellos que querían escapar de los males se les juntaron y les
ofrecieron su apoyo. Formaron así un ejército e hirieron en su ira a los
pecadores y a los impíos en su furor. Los restantes tuvieron que huir a tierra
de gentiles buscando su salvación.
Matatías y sus amigos
hicieron correrías por el país, destruyendo altares, obligando a circuncidar
cuantos niños incircuncisos hallaron en el territorio de Israel y persiguiendo
a los insolentes. La empresa prosperó en sus manos: arrancaron la ley de mano
de gentiles y reyes, y no consintieron que el pecador se impusiera. Cuando la
vida de Matatías tocó a su fin, dijo a sus hijos:
«Ahora reina la insolencia y
la reprobación, es tiempo de ruina y de violenta cólera. Ahora, hijos, mostrad
vuestro celo por la ley; dad vuestra vida por la alianza de nuestros padres.
Ahí tenéis a Simeón, vuestro hermano. Sé que es hombre sensato; escuchadlo
siempre: él será vuestro padre. Tenéis a Judas Macabeo, valiente desde su
mocedad: él será jefe del ejército y dirigirá la guerra contra los pueblos.
Vosotros, atraeos a cuantos observan la ley, vengad a vuestro pueblo, devolved
a los gentiles el mal que os han hecho y observad los preceptos de la ley.»
A continuación, los bendijo
y fue a reunirse con sus padres. Murió el año ciento cuarenta y seis y fue
sepultado en Modín, en el sepulcro de sus padres. Todo Israel hizo gran duelo
por él.
RESPONSORIO 1M 2, 51. 64
R. Recordad las hazañas que
en su tiempo nuestros padres realizaron, * y alcanzaréis inmensa gloria y un
nombre inmortal.
V. Sed fuertes y manteneos
firmes en la ley, que ella os cubrirá de esplendor.
R. Y alcanzaréis inmensa
gloria y un nombre inmortal.
SEGUNDA LECTURA
De la Homilía de un autor del siglo segundo
(Cap. 15, 1--17, 2: Funk 1, 161-167)
CONVIRTÁMONOS A DIOS, QUE NOS LLAMA
Creo que vale la pena tener
en cuenta el consejo que os he dado acerca de la continencia; el que lo siga no
se arrepentirá, sino que se salvará a sí mismo por haberlo seguido y me salvará
a mí por habérselo dado. No es pequeño el premio reservado al que hace volver
al buen camino a un alma descarriada y perdida. La mejor muestra de
agradecimiento que podemos tributar a Dios, que nos ha creado, consiste en que
tanto el que habla como el que escucha lo hagan con fe y con caridad.
Mantengámonos firmes en
nuestra fe, justos y santos, para que así podamos confiadamente rogar a Dios,
pues él nos asegura: Clamarás y te responderé: «Aquí estoy.» Estas palabras
incluyen una gran promesa, pues nos demuestran que el Señor está más dispuesto
a dar que nosotros a pedir. Ya que nos beneficiamos todos de una benignidad tan
grande, no nos envidiemos unos a otros por los bienes recibidos. Estas palabras
son motivo de alegría para los que las cumplen, de condenación para los que las
rechazan.
Así pues, hermanos, ya que
se nos ofrece esta magnífica ocasión de arrepentirnos, mientras aún es tiempo
convirtámonos a Dios, que nos llama y se muestra dispuesto a acogernos. Si
renunciamos a los placeres terrenales y dominamos nuestras tendencias
pecaminosas, nos beneficiaremos de la misericordia de Jesús. Daos cuenta que ya
llega el día del juicio, ardiente como un horno, y desaparecerán los cielos con
estruendo y toda la tierra se licuará como el plomo en el fuego, y entonces se
pondrán al descubierto nuestras obras, aun las más ocultas. Buena cosa es la
limosna como penitencia del pecado; mejor el ayuno que la oración, pero mejor
que ambos la limosna; la caridad cubre la multitud de los pecados, pero la
oración que sale de un corazón recto libra de la muerte. Dichoso el que sea
hallado perfecto en estas cosas, porque la limosna atenúa los efectos del
pecado.
Arrepintámonos de todo
corazón, para que no se pierda ninguno de nosotros. Si hemos recibido el
encargo de apartar a los idólatras de sus errores, ¡cuánto más debemos procurar
no perdernos nosotros que ya conocemos a Dios! Ayudémonos, pues, unos a otros
en el camino del bien, sin olvidar a los más débiles, y exhortémonos mutuamente
a la conversión.
RESPONSORIO
Jds 21; Tt 2, 12
R. Conservaos en la caridad
de Dios, * esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida
eterna.
V. Desechando la impiedad y
las ambiciones del mundo, vivamos con sensatez, justicia y religiosidad en esta
vida.
R. Esperando la misericordia
de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.
*Lecturas del Viernes de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 11 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,26-37)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé,
así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban,
hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con
todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y
azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el
Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa,
que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la
mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda
la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo
llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la
llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la entrañable misericordia de
nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto.
PRECES
Confiados en Dios, que cuida con solicitud de todos los que ha
creado y redimido con la sangre de su Hijo, invoquémosle diciendo:
Escucha, Señor, y ten piedad.
Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino de la verdadera
santidad,
y haz que busquemos siempre cuanto hay de verdadero, noble y justo.
No nos abandones para siempre, por amor de tu nombre
no olvides tu alianza con nosotros.
Con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos,
porque no hay confusión para los que en ti confían.
Tú que has querido que participáramos en la misión profética de Cristo,
haz que proclamemos ante el mundo tus maravillas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijámonos al Padre, con las mismas palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Señor, tu gracia abundante, para que nos ayude a
seguir el camino de tus mandatos, y así gocemos de tu consuelo en esta vida y alcancemos
la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ERES LA LUZ Y SIEMBRAS CLARIDADES.
Eres la luz y siembras claridades,
eres amor y siembras armonía
desde tu eternidad de eternidades.
Por tu roja frescura de alegría,
la tierra se estremece de rocío,
Hijo eterno del Padre y de María.
En el cielo del hombre, oscuro y frío,
eres la luz total, fuego del fuego,
que aplaca las pasiones y el hastío.
Entro en tus esplendores, Cristo, ciego;
mientras corre la vida paso a paso,
pongo mis horas grises en tu brazo,
y a ti, Señor, mi corazón entrego. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Día tras día te bendeciré, Señor, y explicaré tus proezas.
Salmo 144 I - HIMNO A LA GRANDEZA DE DIOS.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus creaturas.
Que todas tus creaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;
explicando tus proezas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Día tras día te bendeciré, Señor, y
explicaré tus proezas.
Ant 2. Los ojos de todos te están
aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Salmo 144 II
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los ojos de todos te están
aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Ant 3. Justos y verdaderos son tus
caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Justos y verdaderos son tus
caminos, ¡oh Rey de los siglos!
LECTURA BREVE Rm 8, 1-2
No hay ya condenación alguna para los que están en Cristo Jesús, porque la ley
del espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la ley del pecado y de la
muerte.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para
llevarnos a Dios.
V. Muerto en la carne, pero vivificado en el
espíritu.
R. Para llevarnos a Dios.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para
llevarnos a Dios.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a
nuestros padres.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Acuérdate, Señor, de tu
misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.
PRECES
Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre,
diciendo:
Confirma, Señor, lo que has realizado en nosotros.
Señor Jesucristo, consuelo de los humildes,
dígnate sostener con tu gracia nuestra fragilidad, siempre inclinada al pecado.
Que los que por nuestra debilidad estamos inclinados al mal,
por tu misericordia obtengamos el perdón.
Señor, a quien ofende el pecado y aplaca la penitencia,
aparta de nosotros el castigo merecido por nuestros pecados.
Tú que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros la oveja
descarriada,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz,
abre las puertas del cielo a todos los difuntos que en ti confiaron.
Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, digamos al Padre celestial:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que tu Hijo sufriese por
la salvación de todos, haz que, inflamados en tu amor, sepamos ofrecernos a ti
como víctima viva. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 11 DE NOVIEMBRE 2022
*Lecturas del Viernes de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 11 de noviembre de 2022
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Juan
(4-9):
Señora elegida: Me alegré mucho al enterarme de que tus hijos caminan en la
verdad, según el mandamiento que el Padre nos dio. Ahora tengo algo que
pedirte, señora. No pienses que escribo para mandar algo nuevo, sino sólo para recordaros
el mandamiento que tenemos desde el principio, amarnos unos a otros. Y amar
significa seguir los mandamientos de Dios. Como oísteis desde el principio,
éste es el mandamiento que debe regir vuestra conducta. Es que han salido en el
mundo muchos embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne. El
que diga eso es el embustero y el anticristo. Estad en guardia, para que
recibáis el pleno salario y no perdáis vuestro trabajo. Todo el que se propasa
y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; quien permanece en la
doctrina posee al Padre y al Hijo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 118,1.2.10.11.17.18
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor. R/.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R/.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R/.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras. R/.
Ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R/.
*Lecturas del Viernes de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 11 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,26-37)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé,
así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban,
hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con
todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y
azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el
Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa,
que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la
mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda
la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo
llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la
llevarán y a la otra la dejarán.»
Ellos le preguntaron: «¿Dónde, Señor?»
Él contestó: «Donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
《El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la
pierda la recobrará.》
*El Señor me invita a vivir en la
realidad. En mi hay dos personas una que quiere hacer la voluntad del Señor y
la otra no, llegará un día que una será tomada y la otra será dejada, si la
parte tomada de mi por el Señor, está vacía, sin obras, todo mi cuerpo se irá
adonde se reúnen los buitres a comer carne podridas. El Señor me regala la
oportunidad de realizar obras de bien, con las persona que están cerca de mí,
para que pueda alcanzar un día misericordia ante él, y ser llevado a su
presencia*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.