Musica Para el Alma
viernes, 22 de enero de 2021
EVANGELIO DE MARCOS 3,20-21 CICLO B
Sábado, 23 de enero de 2021
Evangelio
Lectura del santo evangelio según
san Marcos (3,20-21):
20 Vuelve a casa. Se aglomera otra vez
la muchedumbre de modo que no podían comer.
21
Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está
fuera de sí.»
(Vinieron
a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.)
*Este
pasaje donde el Señor no tenía tiempo ni para comer, porque eran tanto los
enfermos, que llegaban a su encuentro y se postraban a sus pies, pidiendo
ser sanado. Y el señor deja todo, hasta, sus alientos, sus energías, tan solo
por dar el bienestar a todos aquellos que le buscan y siente necesidad de estar
con él. Visita mi mente aquel pasaje de las Escritura que dice: (Mi alimento es
hacer la voluntad de Aquél que me ha enviado). Esto me llena de una
alegría, cargada de esperanza, porque el Señor deja hasta de comer, de
alimentarse, esperando que yo me decida ir o dejarme llevar a su encuentro,
para sanarme. Estoy contento, alegre, porque el Señor deja todo por mí, a él no
le importa morir, para que yo viva*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
EL ÁNGELUS
El Ángelus
V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*
EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO 28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS 2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS 22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS 23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)
Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO 3, 13-17)
.2º La Boda de Caná (JUAN 2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS 1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO 17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO 26, 26-28)
.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL SÁBADO 23. SAN ILDEFONSO
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Ildefonso*
SABADO
SEMANA II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y
mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos
en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: SEÑOR YO SÉ QUE EN LA MAÑANA PURA.
Señor, yo sé que, en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa,
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos de la altura.
Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto,
y en la ribera sin temblor del río;
por eso yo te adoro, mudo y quieto,
y por eso, Señor, el dolor mío
para llegar hasta ti se hizo soneto. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu
misericordia y de noche tu fidelidad.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA
Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por
la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu fidelidad.
Ant 2. Dad
gloria a nuestro Dios.
Cántico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU
PUEBLO Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como sereno sobre el césped;
voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.
Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿no es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?
Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue la parte de su heredad.
Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.
El Señor solo los condujo
no hubo dioses extraños con él.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad
gloria a nuestro Dios.
Ant 3. ¡Qué
admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Salmo 8 - MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD
DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué
admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
LECTURA BREVE Rm 12, 14-16a
Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. Alegraos con los que se alegran;
llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin apetecer
grandezas; atraídos más bien por lo humilde.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando
salmodie para ti.
R. Te
aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi
lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando
salmodie para ti.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te
aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Señor,
enséñame tus caminos.
R. Instrúyeme en tus sendas.
PRIMERA LECTURA
De la carta a los Romanos 7, 14-25
ME ENCUENTRO SOMETIDO A LA DEBILIDAD HUMANA Y VENDIDO A LA ACCIÓN DEL
PECADO
Hermanos: La ley, como ya lo sabemos, es de orden espiritual; pero yo me
encuentro dentro del orden natural, sometido a la debilidad humana y vendido a
la acción del pecado. No me explico lo que hago; porque no pongo por obra lo
que quisiera, sino que ejecuto lo que aborrezco. Y aunque hago lo que no
quisiera, reconozco que la ley es buena. Pero, en este caso, ya no soy yo quien
lo pone por obra, sino el pecado que mora en mí.
Ya sé que en mí, es decir, dentro de mi estado puramente natural, no habita lo
bueno; porque el querer está a mi disposición, pero no lo está el ponerlo por
obra. En efecto, no hago el bien que quisiera, sino el mal que no quisiera. Y,
si pongo por obra lo que no quisiera, ya no soy yo quien lo hace, sino el
pecado que habita en mí. Así que compruebo esta experiencia: que, aunque
quisiera practicar el bien, se encuentra en mí el mal.
Según el hombre interior, me complazco en la ley de Dios; pero siento otra ley
en mis miembros, que va luchando contra la ley de mi razón y me va encadenando
a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Desdichado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡Gracias a Dios,
por Jesucristo, Señor nuestro, me veré libre! Así, pues, yo con mi razón sirvo
a la ley de Dios; pero, dentro de mi estado puramente natural, sirvo a la ley
del pecado.
RESPONSORIO Ga 5, 18. 22. 25
R. Si os dejáis guiar por el Espíritu, ya no estáis bajo la
ley. * El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz.
V. Si vivimos por el Espíritu marchemos tras el Espíritu.
R. El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz.
SEGUNDA LECTURA
Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las herejías
(Libro 4, 18, 1-2. 4. 5: SC 100, 596-598. 606. 610-612)
LA OBLACIÓN PURA DE LA IGLESIA
El sacrificio puro y acepto a Dios es la oblación de la Iglesia, que el Señor
mandó que se ofreciera en todo el mundo, no porque Dios necesite nuestro
sacrificio, sino porque el que ofrece es glorificado él mismo en lo que ofrece,
con tal de que sea aceptada su ofrenda. La ofrenda que hacemos al rey es una
muestra de honor y de afecto; y el Señor nos recordó que debemos ofrecer
nuestras ofrendas con toda sinceridad e inocencia, cuando dijo: Si al llevar tu
ofrenda al altar te acuerdas que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja
allí tu ofrenda ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano;
vuelve luego y presenta tu ofrenda. Hay que ofrecer a Dios las primicias de su
creación, como dice Moisés: No te presentarás al Señor tu Dios con las manos
vacías; de este modo el hombre, hallado grato en aquellas mismas cosas que a él
le son gratas, es honrado por parte de Dios.
Y no hemos de pensar que haya sido abolida toda clase de oblación, pues las
oblaciones continúan en vigor ahora como antes: el antiguo pueblo de Dios
ofrecía sacrificios y la Iglesia los ofrece también. Lo que ha cambiado es la
forma de la oblación, puesto que los que ofrecen no son ya siervos, sino
hombres libres. El Señor es uno y el mismo, pero es distinto el carácter de la
oblación, según sea ofrecida por siervos o por hombres libres; así la oblación
demuestra el grado de libertad. Por lo que se refiere a Dios nada hay sin
sentido, nada que no tenga su significado y su razón de ser. Y por esto los
antiguos hombres debían consagrarle los diezmos de sus bienes; pero nosotros,
que ya hemos alcanzado la libertad, ponemos al servicio del Señor la totalidad
de nuestros bienes, dándolos con libertad y alegría, aun los de más valor, pues
lo que esperamos vale más que todos ellos; echamos en el cepillo de Dios todo
nuestro sustento, imitando así el desprendimiento de aquella viuda pobre del
evangelio.
Es necesario, por tanto, que presentemos nuestra ofrenda a Dios y que le seamos
gratos en todo, ofreciéndole con mente sincera, con fe sin mezcla de engaño,
con firme esperanza, con amor ferviente, las primicias de su creación. Esta
oblación pura sólo la Iglesia puede ofrecerla a su Hacedor, ofreciéndole con
acción de gracias del fruto de su creación.
Le ofrecemos, en efecto, lo que es suyo, significando con nuestra ofrenda nuestra
unión y mutua comunión, y proclamando nuestra fe en la resurrección de la carne
y del espíritu. Pues del mismo modo que el pan, fruto de la tierra, cuando
recibe la invocación divina, deja de ser pan común y corriente y se convierte
en eucaristía, compuesta de dos realidades, terrena y celestial, así también
nuestros cuerpos, cuando reciben la eucaristía, dejan ya de ser corruptibles,
pues tienen la esperanza de la resurrección.
RESPONSORIO Hb 10, 1. 14; Ef 5, 2
R. La ley contiene sólo una sombra, no la realidad misma de las
cosas; por eso, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar, no
puede de ninguna manera dar la perfección a quienes buscan acercarse a Dios.
Cristo, en cambio, * con una sola oblación, ha llevado para siempre a la perfección
a los que ha santificado.
V. Él nos amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación de suave
fragancia.
R. Con una sola oblación, ha llevado para siempre a la perfección a
los que ha santificado.
Sábado, 23 de enero de 2021
Evangelio
Lectura del santo evangelio según
san Marcos (3,20-21):
20 Vuelve a casa. Se aglomera otra vez
la muchedumbre de modo que no podían comer.
21
Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está
fuera de sí.»
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por
el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía
nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Celebremos la sabiduría y la bondad de
Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en
los que sufren, y supliquémosle insistentemente diciendo:
Señor, acrecienta nuestro amor.
Al recordar esta mañana tu santa resurrección,
te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a todos los
hombres.
Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano
y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.
Enséñanos, Señor, a descubrir tu imagen en todos los hombres
y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.
Cristo, Señor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos,
haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea
glorificado nuestro Padre que está en el cielo.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu
y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor, y ya que toda
nuestra existencia es un don gratuito de tu liberalidad, haz que también cada
una de nuestras acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*San Ildefonso*
Este santo ha sido considerado como una de las mayores glorias de
la Iglesia de España, la cual le honra como Doctor de la Iglesia. El santo era
sobrino de San Eugenio, Obispo de Toledo a quien debía suceder en el cargo. A
pesar de la oposición paternal, San Idelfonso tomó los hábitos religiosos desde
temprana edad, en el convento de Agalia, muy cerca de Toledo, del que fue más
tarde Abad.
Fue ordenado diácono en el año 630, y posteriormente, siendo
todavía un monje, fundó un convento de religiosas en los alrededores. Siendo
Abad asistió al séptimo y octavo Concilio de Toledo, en 653 y 655,
respectivamente.
Uno de los ragos más característicos de la obra literaria de San
Idelfonso es el entusiasmo casi exagerado con que el santo habla de la
Santísima Virgen, y que se debe fundamentalmente al lenguaje mariano que se
impuso en Toledo por aquella época.
*Oración de San Ildefonso a la
Santísima Virgen María*
Oh clementísima Virgen!,
que con mano piadosa repartes vida a los muertos,
salud a los enfermos,
luz a los ciegos,
solaz a los desesperados
y consuelo a los que lloran.
Saca de los tesoros de tu
misericordia
refrigerio para mi ánimo quebrantado,
alegría para mi entendimiento
y llamas de caridad para mi durísimo pecho.
Sé vida y salud de mi alma,
dulzura y paz de mi corazón
y suavidad y regocijo de mi espíritu.
Y, pues, tú eres estrella
clarísima del mar,
madre llena de compasión,
endereza mis pasos,
defiéndeme de riesgos de enemigos,
aléjame de todo mal y maldad,
hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual,
asistido de tu auxilio,
enriquecido con tu gracia,
vencidas las enemistades del infernal dragón,
salga de este mundo
para los eternos y seguros gozos
de la vida bienaventurada.
Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Anunciad a los pueblos y decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro
Salvador.»
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anunciad a los pueblos y decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro
Salvador.»
Ant 2. Mirad: el Señor vendrá y todos sus santos vendrán con él; en aquel
día habrá una gran luz. Aleluya.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor vendrá y todos sus santos vendrán con él; en aquel
día habrá una gran luz. Aleluya.
Ant 3. Vendrá el Señor con gran poder y lo contemplarán todos los
hombres.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrá el Señor con gran poder y lo contemplarán todos los
hombres.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 23-24
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser
-espíritu, alma y cuerpo- sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha convocado; y él
las cumplirá.
RESPONSORIO BREVE
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Y danos tu salvación.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la
tierra.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría y júbilo de cuantos esperan su
llegada, y digámosle:
Ven, Señor, y no tardes más.
Esperamos alegres tu venida,
ven, Señor Jesús.
Tú que existes antes de los tiempos,
ven y salva a los que viven en el tiempo.
Tú que creaste el mundo y a todos los que en él habitan,
ven a restaurar la obra de tus manos.
Tú que no despreciaste nuestra naturaleza mortal,
ven y arráncanos del dominio de la muerte.
Tú que viniste para que tuviéramos vida abundante,
ven y danos tu vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que quieres congregar a todos los hombres en tu reino,
ven y reúne a cuantos desean contemplar tu rostro.
Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las
palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida
de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, colocados un día a su
derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SÁBADO 23 DE ENERO 2021
Lecturas de
la Semana la 2ª Tiempo Ordinario - Ciclo B
Sábado, 23 de enero de 2021
Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos
(9,2-3.11-14):
Hermanos:
Se instaló una primera tienda, llamada «el Santo», donde estaban el candelabro
y la mesa de los panes presentados. Detrás de la segunda cortina estaba la
tienda llamada «Santo de los Santos».
En cambio, Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su
«tienda» es más grande y más perfecta: no hecha por manos de hombre, es decir,
no de este mundo creado.
No lleva sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino la suya propia; y así
ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación
eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de una becerra,
santifican con su aspersión a los profanos, devolviéndoles la pureza externa,
¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha
ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia
de las obras muertas, para que demos culto al Dios vivo!
Palabra de Dios
Salmo
Sal 46,2-3.6-7.8-9
R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de
trompetas.
V/.
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.
R/. Dios
asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
V/. Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro rey, tocad. R/.
R/. Dios
asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
V/. Porque el Señor es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.
R/. Dios
asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
Sábado, 23 de enero de 2021
Evangelio
Lectura del santo evangelio según
san Marcos (3,20-21):
20 Vuelve a casa. Se aglomera otra vez
la muchedumbre de modo que no podían comer.
21
Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está
fuera de sí.»
(Vinieron
a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.)
*Este
pasaje donde el Señor no tenía tiempo ni para comer, porque eran tanto los
enfermos, que llegaban a su encuentro y se postraban a sus pies, pidiendo
ser sanado. Y el señor deja todo, hasta, sus alientos, sus energías, tan solo
por dar el bienestar a todos aquellos que le buscan y siente necesidad de estar
con él. Visita mi mente aquel pasaje de las Escritura que dice: (Mi alimento es
hacer la voluntad de Aquél que me ha enviado). Esto me llena de una
alegría, cargada de esperanza, porque el Señor deja hasta de comer, de
alimentarse, esperando que yo me decida ir o dejarme llevar a su encuentro,
para sanarme. Estoy contento, alegre, porque el Señor deja todo por mí, a él no
le importa morir, para que yo viva*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.