Musica Para el Alma

miércoles, 8 de julio de 2020

ORACIONES AL FINAL DEL DIA LAS VÍSPERAS DEL JUEVES 9


Vísperas - JUEVES XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2020

El siguiente es el formulario que corresponde a vísperas de la liturgia de las horas para el jueves, 9 de julio de 2020. 

 

Invitatorio

Vísperas

Invocación

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno

·         Himno 1

Tras el temblor opaco de las lágrimas,
no estoy yo solo.
Tras el profundo velo de mi sangre,
no estoy yo solo.
Tras la primera música del día,
no estoy yo solo.
Tras la postrera luz de las montañas,
no estoy yo solo.
Tras el estéril gozo de las horas,
no estoy yo solo.
Tras el augurio helado del espejo,
no estoy yo solo.
No estoy yo solo; me acompaña, en vela,
la pura eternidad de cuanto amo.
Vivimos junto a Dios eternamente.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmodia

Antífona 1: Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.

Salmo 71,1-11

Poder real del Mesías

Abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. (Mt 2,11)

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.

Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.

Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

 

Antífona 2: Socorrerá el Señor a los hijos del pobre, rescatará sus vidas de la violencia.

Salmo 71,12-20

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
+ él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres;
él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.

Que viva y que le traigan el oro de Saba;
que recen por él continuamente
y lo bendigan todo el día.

Que haya trigo abundante en los campos,
y susurre en lo alto de los montes;
que den fruto como el Líbano,
y broten las espigas como hierba del campo.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!

 

Antífona 3: Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.

Ap 11, 17-18;12,10b-12a

El juicio de Dios

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.

Se encolerizaron las gentes,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos, los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.

 

Lectura Breve

1P 1,22-23

Ahora que estáis purificados por vuestra obediencia a la verdad y habéis llegado a quereros sinceramente como hermanos, amaos unos a otros de corazón e intensamente. Mirad que habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de una inmortal, por medio de la palabra de Dios viva y duradera.

 

Responsorio Breve

R. El Señor es mi pastor, * Nada me falta. El Señor.
V. En verdes praderas me hace recostar. * Nada me falta. Gloria al Padre. El Señor.

 

Canto Evangélico

Antifona: A los hambrientos de justicia, el Señor los sacia y colma de bienes.

Magnificat Lc 1, 46-55

Alegría del alma en el Señor

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

.

Preces

Elevemos nuestros corazones agradecidos a nuestro Dios y Salvador, que ha bendecido a su pueblo con toda clase de bienes espirituales, y digámosle con fe:


'Bendice a tu pueblo, Señor'.

Dios todopoderoso y lleno de misericordia, protege al papa (...) y a nuestro obispo (...),
—a los que tú mismo has elegido para guiar a la Iglesia.

Protege, Señor, nuestros pueblos y ciudades
—y aleja de ellos todo mal.

Multiplica, como renuevos de olivo alrededor de tu mesa, hijos que se consagren a tu reino,
—siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia.

Conserva el propósito de las que han consagrado a ti su virginidad,
—para que sigan al Cordero divino adondequiera que vaya.

Haz que los difuntos descansen en tu paz eterna
—y que se afiance nuestra unión con ellos por la comunión de los santos.



Ya que por Jesucristo hemos llegado a ser hijos de Dios, acudamos confiadamente a nuestro Padre: Padre nuestro.

 

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.

 

Oración

Al ofrecerte, Señor, nuestra alabanza vespertina, te pedimos humildemente que, meditando tu ley día y noche, consigamos un día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS

El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*




EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO  28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS  2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
 2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
 3º El Nacimiento del niño Dios.  (Lc 2, 1-20)
 4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
 5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)

.Oremos:  
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS  22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS  23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)

Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO  3, 13-17)   
.2º La Boda de Caná (JUAN  2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS  1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO  17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO  26, 26-28)
.
Oremos:  
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

GOTAS DE MISERICORDIA


EVANGELIO DE MATEO 10,7-15 CICLO A


Jueves, 9 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,7-15):

   7 Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.

   8 Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.

   9 No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas;

   10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.

   11 «En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis.

   

   12 Al entrar en la casa, saludadla.

   13 Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros.

   14 Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies.

   15 Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.


Palabra del Señor

 

*(Averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis)*  

 

*Lo único que yo he recibido gratis es la vida y es lo que el Señor me invita a dar gratis, yo hice mi entrada a este mundo totalmente desnudo, sin oro, ni plata, ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón y según me cuentan lo primero que hice fue dar grito. Esta lectura me invita a revisarme cuidadosamente y al mismo tiempo me hago algunas preguntas sobre mi persona como: ¿Por qué estoy yo tan aferrado a las cosas que tengo, si cuando salga de este mundo no me lo podré llevar conmigo? Y es el mismo Señor quien manda a que hagan una encuesta sobre mí, él manda a investigar si yo inspiro confianza en el lugar donde vivo, en el lugar donde trabajo, en los lugares donde me reúno con personas, ¿Qué dicen las personas de mí? ¿Qué opinión tienen sobre mí? ¿Si me pueden tener confianza? ¿Si soy sincero? ¿Si soy una persona que me preocupo por ayudar al otro sin impórtame su clase social?  Y el Señor manda hacer esta “Encuesta” sobre mí porque él quiere hacerme el mejor de los regalos, él quiere habitar en mi casa por días sin termino*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.

 

LAS LAUDES DEL JUEVES 9 ORACIONES PARA INICIAR EL DIA


Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

Laudes - JUEVES XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2020

El siguiente es el formulario que corresponde a laudes de la liturgia de las horas para el jueves, 9 de julio de 2020. 

 

Invitatorio

V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

 

Antifona: Entrad en la presencia del Señor con vítores.

Salmo 94

Invitación a la alabanza divina

Animaos los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

(Se repite la antífona)

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

(Se repite la antífona)

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

(Se repite la antífona)

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.

(Se repite la antífona)

Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»

(Se repite la antífona)

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antifona: Entrad en la presencia del Señor con vítores

 

 

Laudes

Himno

Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto, los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta
de los sonoros ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa, si no alientas, monte, si no estás dentro
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro
Tú, por la luz, el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra.
Amén.

 

Salmodia

Antífona 1: Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.

Salmo 79

Ven, Señor, a visitar tu viña

Ven, Señor Jesús. (Ap 22,20)

Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como a un rebaño;
tú que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efraín, Benjamín y Manasés;
despierta tu poder y ven a salvarnos.

Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Señor, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?

Les diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos;
nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.

Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno, y echó raíces
hasta llenar el país;
su sombra cubría las montañas,
y sus pámpanos, los cedros altísimos;
extendió sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Río.

¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa.

La han talado y le han prendido fuego;
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.

Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Antífona 1: Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos



Antífona 2: Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas.

Is 12,1-6

Acción de gracias del pueblo salvado

El que tenga sed, que venga a mí, y que beba. (Jn 7,37)

Te doy gracias, Señor,
porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.

Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.

Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.
Aquel día diréis:
«Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
“Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel.”»

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Antífona 2: Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas



Antífona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

Salmo 80

Solemne renovación de la alianza

Que ninguno de vosotros tenga un corazón malo e incrédulo. (Hb 3,12)

Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
dad vítores al Dios de Jacob:

acompañad, tocad los panderos,
las cítaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta.

Porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José
al salir de Egipto.

Oigo un lenguaje desconocido:
«Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.

Clamaste en la aflicción, y te libré,
te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.

Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojalá me escuchases, Israel!

No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto;
abre la boca que te la llene.»

Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios;

los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 


Antífona 3: Aclamad a Dios, nuestra fuerza

 

Lectura Breve

Rm 14,17-19

No reina Dios por lo que uno come o bebe, sino por la justicia, la paz y la alegría que da el Espíritu Santo; y el que sirve así a Cristo agrada a Dios, y lo aprueban los hombres. En resumen: esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida común.

 

Responsorio Breve

R. Velando * Medito en ti, Señor. Velando.
V. Porque fuiste mí auxilio. * Medito en ti, Señor. Gloria al Padre. Velando.

 

Primera Lectura

Del libro de los Proverbios 10, 6-32

SENTENCIAS DIVERSAS

 

La bendición del Señor desciende sobre la cabeza del justo; la violencia cerrará la boca de los malvados. El recuerdo del justo es bendito; el nombre del malvado se pudre. El hombre de corazón sabio acepta el consejo; el hombre de labios insensatos corre a su ruina.
Quien camina honradamente camina seguro; el que sigue caminos tortuosos pronto será descubierto. El que guiña el ojo causa desventuras; el que reprende con franqueza trae la paz. La boca del justo es fuente de vida; la boca del malvado es copa de vinagre.
El odio provoca discusiones; el amor cubre todas las faltas. La sabiduría se encuentra en los labios del prudente; el palo es para la espalda del insensato.
El sabio atesora la ciencia; la boca del necio es un peligro a la vista. La fortuna del rico es su baluarte; el terror del pobre es su miseria. El salario del justo procura la vida; la ganancia del malvado trae la ruina. El que acepta la corrección va por camino de vida; el que rechaza la reprensión se extravía.
Los labios del justo apagan el odio; los labios del necio difunden la calumnia. En el mucho hablar no faltará pecado; el que frena sus labios es sensato. La lengua del justo es plata probada; el corazón perverso vale bien poco. Los labios del justo apacientan a muchos, los necios mueren por falta de juicio.
La bendición de Dios es la que hace prosperar, y nada le añade nuestra fatiga. Es un juego para el necio hacer maldades; es un gozo para el sabio adquirir sabiduría. Al malvado le sucede lo que teme; pero al justo se le da lo que desea. Como pasa la tormenta, así pasan los impíos; mas el justo permanece para siempre. Vinagre en los dientes, humo en los ojos, eso es el mensajero perezoso para quien lo envía. El temor del Señor prolonga la vida; los años del impío son acortados. La esperanza del
justo termina en alegría; la ilusión del malhechor termina en un fracaso. El camino de Dios es refugio para el honrado; y es terror para el malvado. El justo jamás vacilará; los impíos no habitarán la tierra. De la boca del justo brotará sabiduría; de la lengua tramposa

brotará el engaño. Los labios del justo saben de benevolencia; la boca del malvado sabe de perversidad.

 

Responsorio Sal 36, 30. 31; 111, 6. 7

R. La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; * porque lleva en el corazón la ley de su Dios.
V. El recuerdo del justo será perpetuo; no temerá las malas noticias.
R. Porque lleva en el corazón la ley de su Dios.

 

Segunda Lectura

Del comentario de san Ambrosio, obispo, sobre el salmo ciento dieciocho
(Núms. 12. 13-14: CSEL. 62, 258-259)

EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO: ESE TEMPLO SOIS VOSOTROS

 

Yo y el Padre vendremos y haremos morada en él. Que cuando venga encuentre morada en él, pues, tu puerta abierta, ábrele tu alma, extiende el interior de tu mente para que pueda contemplar en ella riquezas de rectitud, tesoros de paz, suavidad de gracia. Dilata tu corazón, sal al encuentro del sol de la luz eterna que alumbra a todo hombre. Esta luz verdadera brilla para todos, pero el que cierra sus ventanas se priva a sí mismo de la luz eterna. También tú, si cierras la puerta de tu alma, dejas afuera a Cristo.
Aunque tiene poder para entrar, no quiere, sin embargo, ser inoportuno, no quiere obligar a la fuerza.
Él salió del seno de la Virgen como el sol naciente, para iluminar con su luz todo el orbe de la tierra. Reciben esta luz los que desean la claridad del resplandor sin fin, aquella claridad que no interrumpe noche alguna. En efecto, a este sol que vemos cada día suceden las tinieblas de la noche; en cambio, el Sol de justicia nunca se pone, porque a la sabiduría no sucede la malicia.
Dichoso, pues, aquel a cuya puerta llama Cristo. Nuestra puerta es la fe, la cual, si es resistente, defiende toda la casa. Por esta puerta entra Cristo. Por esto, dice la Iglesia en el Cantar de los cantares: Oigo a mi amado que llama a la puerta. Escúchalo cómo llama, cómo desea entrar: ¡Ábreme, mi paloma sin mancha, que tengo la cabeza cuajada de rocío, mis rizos, del relente de la noche! Considera cuándo es principalmente que llama a tu puerta el Verbo de Dios, siendo así que su cabeza está cuajada del rocío de la noche. Él se digna visitar a los que están tentados o atribulados, para que nadie sucumba bajo el peso de la tribulación. Su cabeza, por tanto, se cubre de rocío o de relente cuando su cuerpo está en dificultades. Entonces, pues, es cuando hay que estar en vela, no sea que cuando venga el Esposo se vea obligado a retirarse. Porque, si estás dormido y tu corazón no está en vela, se marcha sin haber llamado; pero, si tu corazón está en vela, llama y pide que se le abra la puerta.
Hay, pues, una puerta en nuestra alma, hay en nosotros aquellas puertas de las que dice el salmo: ¡Portones! alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria. Si quieres alzar los dinteles de tu fe, entrará a ti el Rey de la gloria, llevando consigo el triunfo de su pasión. También el triunfo tiene sus puertas, pues leemos en el salmo lo que dice el Señor Jesús por boca del salmista: Abridme las puertas del triunfo.
Vemos, por tanto, que el alma tiene su puerta, a la que viene Cristo y llama. Ábrele, pues; quiere entrar, quiere hallar en vela a su Esposa.

 

Responsorio Ap 3, 20; Mt 24, 46

R. Mirad que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, * entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.
V. Dichoso el siervo a quien su amo, al volver, lo encuentre cumpliendo lo que le ha encomendado.
R. Entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.

 

Jueves, 9 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,7-15):

   7 Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.

   8 Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.

   9 No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas;

   10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.

   11 «En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis.

   12 Al entrar en la casa, saludadla.

   13 Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros.

   14 Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies.

   15 Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.


Palabra del Señor

 

Canto Evangélico

Antifona: Anuncia a tu pueblo, Señor, la salvación, y perdónanos nuestros pecados.

Benedictus Lc 1, 68-79

El Mesías y su precursor

+ Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Preces

Bendito sea Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca desatiende sus súplicas; digámosle con humildad:


'Ilumina nuestros ojos, Señor'.

Te damos gracias, Señor, porque nos has alumbrado con la luz de Jesucristo; —que esta claridad ilumine hoy todos nuestros actos.

Que tu sabiduría nos guíe en nuestra jornada; —así andaremos en una vida nueva.

Que tu amor nos haga superar con fortaleza las adversidades
—para que te sirvamos con generosidad de espíritu.

Dirige y santifica nuestros pensamientos, palabras y obras en este día, —y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones



Dirijamos ahora, todos juntos, nuestra oración al Padre, y digámosle: Padre nuestro.

 

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.

 

Oración

Oremos:

Humildemente te pedimos, a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu ley, vivamos siempre en tu caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

Amén.

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LECTURAS DEL JUEVES 9 DE JULIO 2020


Lecturas de la 14º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Jueves, 9 de julio de 2020

Primera lectura

Lectura de la profecía de Oseas (11,1-4.8c-9):

Así dice el Señor: «Cuando Israel era joven, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Cuando lo llamaba, él se alejaba, sacrificaba a los Baales, ofrecía incienso a los ídolos. Yo enseñé a andar a Efraín, lo alzaba en brazos; y él no comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 79

R/.
 Que brille tu rostro, Señor, y nos salve

Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.


R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve


Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R/.

 

R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve

 

Jueves, 9 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,7-15):

   7 Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.

   8 Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.

   9 No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas;

   10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.

   11 «En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis.

   

   12 Al entrar en la casa, saludadla.

   13 Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros.

   14 Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies.

   15 Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.


Palabra del Señor

 

*(Averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis)*  

 

*Lo único que yo he recibido gratis es la vida y es lo que el Señor me invita a dar gratis, yo hice mi entrada a este mundo totalmente desnudo, sin oro, ni plata, ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón y según me cuentan lo primero que hice fue dar grito. Esta lectura me invita a revisarme cuidadosamente y al mismo tiempo me hago algunas preguntas sobre mi persona como: ¿Por qué estoy yo tan aferrado a las cosas que tengo, si cuando salga de este mundo no me lo podré llevar conmigo? Y es el mismo Señor quien manda a que hagan una encuesta sobre mí, él manda a investigar si yo inspiro confianza en el lugar donde vivo, en el lugar donde trabajo, en los lugares donde me reúno con personas, ¿Qué dicen las personas de mí? ¿Qué opinión tienen sobre mí? ¿Si me pueden tener confianza? ¿Si soy sincero? ¿Si soy una persona que me preocupo por ayudar al otro sin impórtame su clase social?  Y el Señor manda hacer esta “Encuesta” sobre mí porque él quiere hacerme el mejor de los regalos, él quiere habitar en mi casa por días sin termino*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.