Musica Para el Alma
viernes, 24 de mayo de 2024
MARCOS 10,13-16 CICLO B
*Sábado, 25 de
mayo de 2024*
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos 10,13-16*
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los
discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no
se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que
el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
*Siempre han existido personas con el deseo de que
sus hijos estén cerca de Jesús. Es importante acercar a los niños a Jesús, para
que desde pequeño los niños tengan el deseo de parecerse a Jesús. Los
discípulos no entendían de qué trataría la clase de ese nuevo día. Jesús como
gran maestro aprovecho ese momento para formar a sus discípulos y también a
nosotros, de la importancia que tienen los niños para él. Nos muestra lo
importante de no privar a los niños de sentir y recibir los abrazos y las
caricias de Jesús, y también la bendición que reciben los niños cuando están
cerca de Jesús. Las palabras que tocaban aprender eran: Dejar acercar y No
impedir. Jesús como siempre va más allá de todos nuestros pensamientos y dice: Les aseguro que los que no acepten el Reino de Dios como
un niño, no entrarán. Los abrazaba y las bendecía son muy importante para todo
ser humano. También Jesús a nosotros nos quiere abrazar, bendecir e imponer sus
manos, Jesús desea y quiere estar muy cerca de nosotros. Un niño bien formado
en el amor a Jesús, es garantía visible del Reino de Dios, por eso Jesús nos
invita hacer como niños, para garantizar el reino de Dios, a todo el que desea
y quiere estar cerda de él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 25
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*SABADO
SEMANA III*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CANTEMOS AL SEÑOR CON INDECIBLE GOZO.
Cantemos al Señor con indecible gozo,
él guarde la esperanza de nuestro corazón,
dejemos la inquietud posar entre sus manos,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Dichoso será aquel que siempre en él confía
en horas angustiosas de lucha y de aflicción,
confiad en el Señor si andáis atribulados,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Los justos saben bien que Dios siempre nos ama,
en penas y alegrías su paz fue su bastión,
la fuerza del Señor fue gloria en sus batallas,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Envíanos, Señor, tu luz esplendorosa
si el alma se acongoja en noche y turbación,
qué luz, qué dulce paz en Dios el hombre encuentra;
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Recibe, Padre santo, el ruego y la alabanza,
que a ti, por Jesucristo y por el Consolador,
dirige en comunión tu amada y santa Iglesia;
abramos nuestro espíritu a su infinito amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus
mandatos son estables.
Ant 2. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos.
Cántico: DAME SEÑOR, LA SABIDURÍA Sb 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus creaturas,
y para que rigiese el mundo con santidad y justicia
y lo gobernase con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.
Mándala de tus santos cielos
y de tu trono de gloria envíala
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos.
Ant 3. La fidelidad del Señor dura por
siempre.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La fidelidad del Señor dura por
siempre.
LECTURA BREVE Flp 2, 14-15
Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta
generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo.
RESPONSORIO BREVE
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
V. Mi heredad en el país de la vida.
R. Tú eres mi refugio.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
PRIMERA LECTURA
De la segunda carta a los Corintios 6, 1-7, 1
TRIBULACIONES DE PABLO Y EXHORTACIÓN A LA SANTIDAD
Hermanos: Continuando ahora nuestra colaboración con Dios, os exhortamos a que
deis pruebas de no haber recibido en vano su gracia, pues dice él en la
Escritura: «En el tiempo propicio te escuché, y te ayudé en el día de
salvación.» Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación.
A nadie queremos dar nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en
descrédito nuestro ministerio, antes al contrario, queremos acreditarnos
siempre en todo como verdaderos servidores de Dios: por nuestra mucha
constancia en las tribulaciones, necesidades y angustias; en los azotes,
prisiones y tumultos; en las fatigas, desvelos y ayunos; con pureza de alma,
sabiduría y paciencia; con bondad en el Espíritu Santo y caridad sincera; con
la palabra de verdad y con el poder de Dios; con las armas ofensivas y
defensivas de la justificación; en medio de honores o de deshonras; con buena o
mala reputación; ya sea que nos tengan por impostores, siendo veraces; o por
gente desconocida, siendo como somos de sobra conocidos; o como hombres a punto
de morir, y he aquí que estamos bien vivos; o como indeseables condenados al
castigo, cuando es verdad que escapamos a la muerte; o como gente triste,
aunque estamos siempre alegres; por mendigos, aun cuando enriquecemos a muchos;
o por gente que nada tiene, cuando en realidad todo lo poseemos.
¡Corintios!, os hablamos con toda sinceridad. Nuestro corazón está abierto de
par en par y se dilata de amor por vosotros. Hay mucho sitio en él para
vosotros, mientras en el vuestro no hay lugar para nosotros. ¡Pagadnos con la
misma moneda —como a hijos que sois os hablo—, dilatad también vuestro corazón!
No viváis uncidos en yunta desigual con los infieles. ¿Qué tiene que ver la
justificación con la impiedad? ¿Qué hay de común entre la luz y las tinieblas?
¿Qué armonía entre Cristo y Belial? ¿Qué parte tiene el fiel con el infiel?
¿Cómo podríais asociar a los ídolos con el templo de Dios? Y mirad, nosotros
somos templo de Dios vivo, como dijo Dios: «Habitaré en medio de ellos y andaré
entre ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo mismo, salid de
entre ellos y apartaos. No toquéis cosa inmunda y yo os acogeré, y seré vuestro
Padre y vosotros seréis mis hijos e hijas. Lo dice el Señor omnipotente.»
Así pues, hermanos, estando en posesión de estas promesas, purifiquémonos de
toda mancha de cuerpo y espíritu, y vayamos realizando el ideal de la santidad
en el temor de Dios.
RESPONSORIO 2Co 6, 14. 16; 1Co 3, 16
R. ¿Qué tiene que ver la justificación con la
impiedad? ¿Cómo podríais asociar a los ídolos con el templo de Dios? * Nosotros
somos templo de Dios vivo.
V. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros?
R. Nosotros somos templo de Dios vivo.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre la segunda
carta a los Corintios
(Homilía 13, 1-2: PG 61, 491-492)
NUESTRO CORAZÓN SE DILATA
Nuestro corazón se dilata. Del mismo modo que el calor dilata los cuerpos, así
también la caridad tiene un poder dilatador, pues se trata de una virtud cálida
y ardiente. Esta caridad es la que abría la boca de Pablo y dilataba su
corazón. «No os amo sólo de palabra —es como si dijera—, sino que mi corazón
está de acuerdo con mi boca; por eso os hablo confiadamente, con el corazón en
la mano.» Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de Pablo, el cual,
como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte abrazo de su
amor, sin que por ello se dividiera o debilitara su amor, sino que se mantenía
íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este
sentimiento de amor no sólo abarca a los creyentes, sino que en su corazón
tenían también cabida los infieles de todo el mundo.
Por esto, no dice simplemente: «Os amo», sino que emplea esta expresión más
enfática: «Nuestro corazón está abierto de par en par y se dilata; os llevamos
a todos dentro de nosotros, y no de cualquier manera, sino con gran amplitud.»
Porque aquel que es amado se mueve con gran libertad dentro del corazón del que
lo ama; por esto dice también: Hay mucho sitio en nuestro corazón para
vosotros, mientras en el vuestro no hay lugar para nosotros. Date cuenta, pues,
de cómo atempera su reprensión con una gran indulgencia, lo cual es muy propio
del que ama. No les dice: «No me amáis», sino: «No me amáis como yo», porque no
quiere censurarles con mayor aspereza.
Y si vamos recorriendo todas sus cartas, descubrimos a cada paso una prueba de
este amor casi increíble que tiene para con los fieles. Escribiendo a los
romanos, dice: Tengo deseo de veros; y también: Me he propuesto muchas veces ir
a visitaros; como también: Pido a Dios que por fin alguna vez me allane el
camino para que pueda ir a visitaros. A los gálatas les dice: Hijos míos, por
quienes sufro de nuevo dolores de parto; y a los efesios: Por todo ello doblo
mis rodillas por vosotros; a los tesalonicenses: ¿Cuál es nuestra esperanza,
nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos, sino vosotros?
Añadiendo, además, que los lleva consigo en su corazón y en sus cadenas.
Asimismo escribe a los colosenses: No quiero que desconozcáis la dura lucha que
estoy librando por vosotros y por cuantos no me han visto personalmente; y
deseo infundir aliento en vuestros corazones; y a los tesalonicenses: Como una
madre que cuida con cariño de sus hijos, de esta manera, amándoos a vosotros,
queríamos daros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser.
Hay mucho sitio en nuestro corazón para vosotros, dice. Y no les dice solamente
que los ama, sino también que es amado por ellos, con la intención de levantar
sus ánimos. Y da la prueba de ello, diciendo: Tito nos refirió los grandes
deseos que teníais de verme, vuestro disgusto por lo que había pasado y vuestro
amor por mí.
RESPONSORIO 1Co 13, 4. 6; Pr 10, 12
R. El amor es comprensivo, el amor es servicial y
no tiene envidia; el amor no presume; * no
se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
V. El odio provoca discusiones, pero el amor cubre
todas las faltas.
R. No se alegra de la injusticia, sino que goza
con la verdad.
*Sábado, 25 de mayo de 2024*
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos 10,13-16*
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los
discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no
se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que
el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en
tiniebla y en sombra de muerte.
PRECES
Invoquemos a Dios por intercesión de María, a quien el Señor
colocó por encima de todas las creaturas celestiales y terrenas, diciendo:
Contempla, Señor, a la Madre de tu Hijo y escúchanos.
Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre
y ejemplo;
santifícanos por su intercesión.
Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y
fuera siempre fidelísima hija tuya,
por su intercesión haz que también nosotros seamos de verdad hijos tuyos y
discípulos de tu Hijo.
Tú que quisiste que María concibiera por obra del Espíritu Santo,
por intercesión de María otórganos los frutos de este mismo Espíritu.
Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz y la llenaste de
alegría con la resurrección de tu Hijo,
por intercesión de María confórtanos en la tribulación y reanima nuestra
esperanza.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios misericordioso, fuente y origen de nuestra salvación, haz
que, mientras dure nuestra vida aquí en la tierra, te alabemos constantemente y
podamos así participar un día en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HOY ROMPE LA CLAUSURA
Hoy rompe la clausura
del surco empedernido
el grano en él hundido
por nuestra mano dura;
y hoy da su flor primera
la rama sin pecado
del árbol mutilado
por nuestra mano fiera.
Hoy triunfa el buen Cordero
que, en esta tierra impía,
se dio con alegría
por el rebaño entero;
y hoy junta su extraviada
majada y la conduce
al sitio en que reluce
la luz resucitada.
Hoy surge, viva y fuerte,
segura y vencedora,
la Vida que hasta ahora
yacía en honda muerte;
y hoy alza del olvido
sin fondo y de la nada
al alma rescatada
y al mundo redimido. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Desead la paz a Jerusalén.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desead la paz a Jerusalén.
Ant 2. Desde la aurora hasta la noche mi
alma aguarda al Señor.
Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desde la aurora hasta la noche mi
alma aguarda al Señor.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Pe 1, 19-21
Tenemos confirmada la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar
atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el día
y salga el lucero de la mañana en vuestro corazón. Ante todo habéis de saber
que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; pues nunca
fue proferida alguna por voluntad humana, sino que, llevados del Espíritu
Santo, hablaron los hombres de parte de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del
Señor.
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.
R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Abriré mis labios para hablar en parábolas; declararé cosas que
han estado ocultas desde la creación del mundo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Abriré mis labios para hablar en
parábolas; declararé cosas que han estado ocultas desde la creación del mundo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría de cuantos se refugian en él, y
digámosle:
Míranos y escúchanos, Señor.
Testigo fiel y primogénito de entre los muertos, tú que nos purificaste con tu
sangre
no permitas que olvidemos nunca tus beneficios.
Haz que aquellos a quienes elegiste como ministros de tu Evangelio
sean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino.
Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las
naciones
para que cuiden con interés de los pobres y postergados.
Sé ayuda para cuantos son víctimas de cualquier segregación por causa de su
raza, color, condición social, lengua o religión
y haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus derechos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A los que han muerto en tu amor dales también parte en tu felicidad
con María y con todos tus santos.
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a
decir:
Padre nuestro...
ORACION
Mira con misericordia a estos tus hijos, Señor, y multiplica tu
gracia sobre nosotros, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y el amor,
perseveremos en el fiel cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 25 DE MAYO 2024
*Sábado, 25
de mayo de 2024*
Primera
lectura
Lectura
de la carta del apóstol Santiago (5,13-20):
¿Sufre alguno de vosotros? Rece. ¿Está
alegre alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los
presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo,
en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo
curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así, pues, confesaos los
pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede
hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma
condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió
sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo
derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Hermanos míos, si alguno de
vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte
al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de
pecados.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
140,1-2.3.8
R/. Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor
Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. R/.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso. R/.
*Sábado, 25 de
mayo de 2024*
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos 10,13-16*
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los
discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no
se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que
el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
*Siempre han existido personas con el deseo de que
sus hijos estén cerca de Jesús. Es importante acercar a los niños a Jesús, para
que desde pequeño los niños tengan el deseo de parecerse a Jesús. Los
discípulos no entendían de qué trataría la clase de ese nuevo día. Jesús como
gran maestro aprovecho ese momento para formar a sus discípulos y también a
nosotros, de la importancia que tienen los niños para él. Nos muestra lo
importante de no privar a los niños de sentir y recibir los abrazos y las
caricias de Jesús, y también la bendición que reciben los niños cuando están
cerca de Jesús. Las palabras que tocaban aprender eran: Dejar acercar y No
impedir. Jesús como siempre va más allá de todos nuestros pensamientos y dice: Les aseguro que los que no acepten el Reino de Dios como
un niño, no entrarán. Los abrazaba y las bendecía son muy importante para todo
ser humano. También Jesús a nosotros nos quiere abrazar, bendecir e imponer sus
manos, Jesús desea y quiere estar muy cerca de nosotros. Un niño bien formado
en el amor a Jesús, es garantía visible del Reino de Dios, por eso Jesús nos
invita hacer como niños, para garantizar el reino de Dios, a todo el que desea
y quiere estar cerda de él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.