Musica Para el Alma

viernes, 26 de junio de 2020

LAS ORACIONES AL FINAL DEL DIA LAS VISPERAS


Vísperas

Inicio

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)

 

V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

 

 
Himno

Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como una prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.

Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.

Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.

Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos ha dado. Amén.

 

 

Salmodia

Salmo 144-A: Himno a la grandeza de Dios

Ant: Día tras día te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas.

 

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.

Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Ant: Día tras día te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas.

 

 

 

Salmo 144-B:

Ant: Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan.

 

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant: Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan.

 

 

 

Apocalipsis 15, 3-4: Himno de adoración

Ant: Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

 

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant: Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

 

 

 

Lectura Bíblica

1P 4,13-14

Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

V/. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado un respiro.

R/. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado un respiro.

V/. Nos refinaste como refinan la plata.

R/. Pero nos has dado un respiro.

V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R/. Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero nos has dado un respiro.

 

 

 

Cántico Evangélico

Ant: Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso eterno.

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant: Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso eterno.

 

Preces

A la misma hora en que el Rey de los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:

Te glorificamos, Señor

·     - Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen de todo martirio:
Te glorificamos, Señor

·     - Porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos para los premios de tu reino:
Te glorificamos, Señor

·     - Porque has dado a la Iglesia, como sacrificio, la sangre de la alianza nueva y eterna, derramada para el perdón de los pecados:
Te glorificamos, Señor

·     - Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora termina:
Te glorificamos, Señor

·     - Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos:
Te glorificamos, Señor

·      

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

 

 

Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, digamos al Padre celestial:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

 

 

Final

Señor, Padre nuestro, que prometiste a los limpios de corazón la recompensa de ver tu rostro, concédenos tu gracia y tu fuerza, para que, a ejemplo de san Pelayo, mártir, antepongamos tu amor a las seducciones del mundo y guardemos el corazón limpio de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

 

Amén.

Si el que preside no es un ministro ordenado, o en el rezo individual:

 

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)

V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.