Musica Para el Alma
viernes, 24 de julio de 2020
ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS
EVANGELIO DE MATEO 20,20-28 CICLO A
Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (20,20-28):
20 Entonces se le acercó la madre de
los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo.
21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella:
«Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu
izquierda, en tu Reino.»
22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís.
¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero
sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es
para quienes está preparado por mi Padre.
24 Al oír esto los otros diez, se indignaron
contra los dos hermanos.
25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que
los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder.
26 No ha de ser así entre vosotros, sino que
el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre
vosotros, será vuestro esclavo;
28 de la misma manera que el Hijo del hombre
no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor
*«No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí,
podemos.»*
*Me llena de
esperanza saber el poder que tiene una madre cuando se acerca al corazón del
Señor y como ofrece sus hijos para el reino. Es impresionante como esta
cercanía al Señor produce de inmediato una reacción, una respuesta de parte del
Señor. Esta madre está muy segura de cómo ha formado y educado a sus hijos,
que, con tanta autoridad, hace esta petición al Señor. Enseguida el Señor les
hace un examen, para saber si la enseñanza que han recibido de su madre es
auténtica, la pregunta tiene su origen y su fundamento en “La
Fidelidad”. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Esta fue una pregunta sin rodeo, y la respuesta fue
segura y convincente. La buena noticia para mi es que es la madre quien a
temprana edad tiene la misión de preparar el corazón de los hijos al Señor, por
eso me siento alegre de estar en mi madre la iglesia, que de igual manera está
preparando mi corazón para ser fiel al Señor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 25 SANTIAGO APOSTOL FIESTA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
TIEMPO
ORDINARIO
SÁBADO DE LA SEMANA
XVI
Propio de la fiesta.
25 de julio
SANTIAGO, apóstol. (FIESTA)
Nació en Betsaida; era hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Juan. Estuvo
presente en los principales milagros obrados por el Señor. Fue muerto por el
rey Herodes alrededor del año 42. Desde el siglo IX, su sepulcro es venerado en
Compostela, a donde han acudido hasta nuestros días innumerables peregrinos.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.
Himno: VOSOTROS QUE ESCUCHASTEIS LA LLAMADA.
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, y los
llamó.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Caminando Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, y los
llamó.
Ant 2. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo siguieron.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Ellos, dejando al momento las redes y a su padre, lo siguieron.
Ant 3. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que recibiréis
el bautismo que yo he de recibir.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cierto que beberéis el cáliz que yo he de beber y que recibiréis
el bautismo que yo he de recibir.
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos del pueblo de
Dios y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de
los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él
todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo
consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la
construcción, para ser morada de Dios por el Espíritu.
RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Contaron
las alabanzas del Señor y su poder.
R. Y las maravillas que realizó.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4,1-16
SEAMOS IMITADORES DEL APÓSTOL, COMO ÉL IMITA A CRISTO
Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y
administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se
busca es que sea fiel. Por lo que a mí se refiere, me importa muy poco ser juzgado
por vosotros o por cualquier tribunal humano. Ni siquiera yo mismo juzgo mi
actuación. Cierto que mi conciencia nada me reprocha, mas no por eso me creo
justificado. Mi juez será el Señor. No juzguéis antes de tiempo; dejad que
venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá
al descubierto las intenciones del corazón. Entonces vendrá a cada uno su
alabanza de parte de Dios.
Estas verdades, hermanos, las he expuesto por vuestro provecho, aplicándolas a
mi persona y a Apolo. Así, por esta aplicación, aprenderéis aquello de: «No más
de lo que está escrito», a fin de que nadie se enorgullezca de un apóstol y
desprecie a otro. Porque, ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no
hayas recibido? Y, si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras
recibido? ¡Ya estáis satisfechos! ¡Os habéis hecho ya ricos! ¡Habéis ganado un
reino sin ayuda nuestra! ¡Ya lo podíais haber ganado! ¡Así tendríamos nosotros
parte en vuestro reino!
Por lo que veo, Dios nos ha asignado a los apóstoles el último lugar, como a
condenados a muerte; porque hemos venido a ser el espectáculo del mundo, de los
ángeles y de los hombres. Nosotros somos insensatos por Cristo, vosotros
sensatos en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados,
nosotros despreciados. Todavía ahora pasamos hambre, sed y desnudez. Somos
maltratados y arrojados de una parte a otra, y nos fatigamos trabajando con
nuestras manos. Cuando nos maldicen, bendecimos; cuando nos persiguen,
soportamos; cuando nos injurian, respondemos con dulzura. Hemos venido a ser
hasta ahora como basura del mundo, como el desecho de la humanidad.
No os escribo esto para confundiros, sino para amonestaros como a hijos míos
carísimos. Aunque tengáis, en efecto, diez mil maestros que os lleven a Cristo,
de hecho sólo tenéis un padre. Yo os engendré para Cristo por la predicación
del evangelio.
Os exhorto, pues, a que seáis mis imitadores, como yo imito a Cristo.
RESPONSORIO Jn 15, 15; Mt 13, 11. 16
R. Ya no os llamaré siervos; os he llamado amigos, * porque
todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he dado a conocer.
V. A vosotros ha concedido Dios conocer los misterios del reino de
los cielos; dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
R. Porque todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he dado a
conocer.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre el evangelio
de san Mateo
(Homilía 65, 2-4: PG 58, 619-622)
PARTICIPES DE LA PASIÓN DE CRISTO
Los hijos de Zebedeo apremian a Cristo, diciéndole: Haz que se siente uno a tu
derecha y otro a tu izquierda. ¿Qué les responde el Señor? Para hacerles ver
que lo que piden no tiene nada de espiritual y que, si hubieran sabido lo que
pedían, nunca se hubieran atrevido a hacerlo, les dice: No sabéis lo que pedís,
es decir: «No sabéis cuán grande, cuán admirable, cuán superior a los mismos
coros celestiales es esto que pedís.» Luego añade: ¿Podéis beber el cáliz que
yo tengo que beber o recibir el bautismo con que yo he de ser bautizado? Es
como si les dijera: «Vosotros me habláis de honores y de coronas, pero yo os
hablo de luchas y fatigas. No es éste tiempo de premios, ni es ahora cuando se
ha de manifestar mi gloria; la vida presente es tiempo de muertes, de guerra y
de peligros.»
Pero fijémonos cómo la manera de interrogar del Señor equivale a una
exhortación y a un aliciente. No dice: «¿Podéis soportar la muerte? ¿Sois
capaces de derramar vuestra sangre?», sino que sus palabras son: ¿Podéis beber
el cáliz? Y, para animarlos a ello, añade: Que yo tengo que beber; de este
modo, la consideración de que se trata del mismo cáliz que ha de beber el Señor
había de estimularlos a una respuesta más generosa. Y a su pasión le da el
nombre de «bautismo», para significar con ello que sus sufrimientos habían de
ser causa de una gran purificación para todo el mundo. Ellos responden: Sí,
podemos. El fervor de su espíritu les hace dar esta respuesta espontánea, sin
saber bien lo que prometen, pero con la esperanza de que de este modo
alcanzarán lo que desean.
¿Qué les dice entonces el Señor? En efecto, mi cáliz lo beberéis y recibiréis
el bautismo que yo he de recibir. Grandes son los bienes que les anuncia, esto
es: «Seréis dignos del martirio y sufriréis lo mismo que yo, vuestra vida
acabará con una muerte violenta y así seréis partícipes de mi pasión. Pero el
sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mi otorgarlo; es
para quienes lo ha reservado mi Padre.» Después que ha levantado sus ánimos y
ha provocado su magnanimidad, después que los ha hecho capaces de superar el
sufrimiento, entonces es cuando corrige su petición.
Los otros diez se disgustaron contra los dos hermanos. Ya veis cuán imperfectos
eran todos, tanto aquellos que pretendían una precedencia sobre los otros diez,
como también los otros diez que envidiaban a sus dos colegas. Pero -como ya
dije en otro lugar- si nos fijamos en su conducta posterior, observamos que
están ya libres de esta clase de aspiraciones. El mismo Juan, uno de los
protagonistas de este episodio, cede siempre el primer lugar a Pedro, tanto en
la predicación como en la realización de los milagros, como leemos en los
Hechos de los apóstoles. En cuanto a Santiago, no vivió por mucho tiempo; ya
desde el principio se dejó llevar de su gran vehemencia y, dejando a un lado
toda aspiración humana, obtuvo bien pronto la gloria inefable del martirio.
RESPONSORIO
R. Éstos son los que a su paso por este mundo plantaron con su sangre
a la Iglesia; * bebieron el cáliz del Señor y se convirtieron en amigos de Dios.
V. A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su
lenguaje.
R. Bebieron el cáliz del Señor y se convirtieron en amigos de Dios.
Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (20,20-28):
20 Entonces se le acercó la madre de
los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo.
21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella:
«Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu
izquierda, en tu Reino.»
22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís.
¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero
sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es
para quienes está preparado por mi Padre.
24 Al oír esto los otros diez, se indignaron
contra los dos hermanos.
25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que
los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder.
26 No ha de ser así entre vosotros, sino que
el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre
vosotros, será vuestro esclavo;
28 de la misma manera que el Hijo del hombre
no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por
muchos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los
llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los
llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los elegidos, y
aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba, Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado la mesa de
tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has preparado la mesa
de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado el bautismo
y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestra oración con la plegaria que Jesús enseñó a los apóstoles:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el
primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por la predicación del
Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y confórtala
con su valiosa protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN
Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.
Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»
Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.
Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.
Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por
los siglos de los siglos.
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36
¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son
sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente
del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él
le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Un letrado que entiende del reino de los cielos es como un padre
de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Un letrado que entiende del reino de los cielos es como un padre
de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.
PRECES
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y
supliquémosle diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.
Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la
guerra
y dales el descanso eterno.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos
enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte
ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo
tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas
alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 25 DE JULIO 2020
Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Primera lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):
En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No
os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis
llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la
sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros
matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo
jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los
pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los
que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos.
Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 66
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.
R/. Oh
Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
Segunda lectura
Lectura de
la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):
Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para
que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de
nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados,
pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos
rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de
Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el
mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también
nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús
también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para
vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para
gloria de Dios.
Palabra de Dios
Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (20,20-28):
20 Entonces se le acercó la madre de
los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo.
21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella:
«Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu
izquierda, en tu Reino.»
22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís.
¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero
sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es
para quienes está preparado por mi Padre.
24 Al oír esto los otros diez, se indignaron
contra los dos hermanos.
25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que
los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder.
26 No ha de ser así entre vosotros, sino que
el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre
vosotros, será vuestro esclavo;
28 de la misma manera que el Hijo del hombre
no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor
*«No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí,
podemos.»*
*Me llena de
esperanza saber el poder que tiene una madre cuando se acerca al corazón del
Señor y como ofrece sus hijos para el reino. Es impresionante como esta
cercanía al Señor produce de inmediato una reacción, una respuesta de parte del
Señor. Esta madre está muy segura de cómo ha formado y educado a sus hijos,
que, con tanta autoridad, hace esta petición al Señor. Enseguida el Señor les
hace un examen, para saber si la enseñanza que han recibido de su madre es
auténtica, la pregunta tiene su origen y su fundamento en “La
Fidelidad”. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Esta fue una pregunta sin rodeo, y la respuesta fue
segura y convincente. La buena noticia para mi es que es la madre quien a
temprana edad tiene la misión de preparar el corazón de los hijos al Señor, por
eso me siento alegre de estar en mi madre la iglesia, que de igual manera está
preparando mi corazón para ser fiel al Señor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.