Musica Para el Alma
jueves, 20 de mayo de 2021
EVANGELIO DE JUAN 21,15-19 CICLO B
*Lecturas
de la 7ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 21 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (21,15-19)*
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer
con ellos, dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le
contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú
mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las
manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»
Palabra del Señor
«Señor,
tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
*Hoy el Señor me
sorprende con un examen, de una sola pregunta, y esta pregunta está
fundamentada en un solo tema, El Amor ¿Me amas? No es bueno que responda
rápidamente, tengo que dejar que esta pregunta recorra toda mi alma, toda mi
mente y recorra también entre las personas que me conocen ¿Por qué me hace esta
pregunta el Señor? El Señor me quiere libre para él, porque, vivo sumergido, en
mis afanes diarios, y durante el día hasta me olvido del Señor. Lo más impresionante
del caso es que las personas que está a cargo de ver mis respuestas son: las
personas que me rodean, y son ellos los encargados de decir; si de mí, sale
amor. Porque amar no es un sentimiento, ni sentir cosas por dentro, amar es
hacer el bien, sin esperar nada a cambio*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL VIERNES 21. SAN CRISTÓBAL DE MAGALLANES
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Cristóbal de
Magallanes*
21 de Mayo
*Laudes - SAN CRISTÓBAL MAGALLANES,
PRESBÍTERO, Y COMPAÑEROS MÁRTIRES 2021*
San Cristóbal nació en San
Rafael Totatiche (México), el año 1869. Al irrumpir la persecución contra la
Iglesia Católica, junto a otros veinticuatro presbíteros y fieles laicos, a los
que está unido, de diversos lugares de México y de distintas edades, padeció el
martirio en el año 1927, confesando, como sus compañeros, a Cristo Rey ante el
odio contra el nombre cristiano.
SAN CRISTÓBAL
MAGALLANES, PRESBÍTERO, Y COMPAÑEROS MÁRTIRES el día, viernes, 21 de mayo de
2021.
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: Venid,
adoremos al Señor, rey de los mártires.
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Esta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
Esta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda,
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva.
Salmodia
Antífona
1: En medio de sus tormentos, los mártires de Cristo contemplaban su
gloria y decían: «Ayúdanos, Señor.»
Salmo 62, 2-9
El alma sedienta de Dios
Madruga
por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona 2: Almas y
espíritus justos, cantad un himno a Dios. Aleluya.
Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al
Señor, sus siervos todos. (Ap 19,5)
Criaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
3: Mártires del Señor, alabad al Señor en el cielo.
Salmo 149
Alegría de los santos
Los hijos
de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor.
(Hesiquio)
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Lectura Breve
2 Co 1, 3-5
Bendito
sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo Padre de misericordia y Dios de
todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros
consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que
nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de
Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo.
Responsorio Breve
V. Los
justos viven eternamente.
R. Los justos viven eternamente.
V. Reciben de Dios su recompensa.
R. Viven eternamente.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los justos viven eternamente.
V. Nosotros
esperamos en el Señor.
R. Él es nuestro auxilio y escudo.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro
de la Sabiduría 3, 1-15
LA VIDA DE
LOS JUSTOS ESTÁ EN MANOS DE DIOS
La vida
de los justos está en manos de Dios y no los tocará el tormento. La gente insensata
pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de
entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz.
La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad;
sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a
prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como
sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas
que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el
Señor reinará sobre ellos eternamente.
Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a
su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus
elegidos.
Los impíos serán castigados por sus razonamientos: menospreciaron al justo y se
apartaron del Señor; desdichado el que desdeña la sabiduría y la instrucción:
vana es su esperanza, baldíos sus afanes e inútiles sus obras; necias son sus
mujeres, depravados sus hijos y maldita su posteridad.
Dichosa la estéril irreprochable que desconoce la unión pecaminosa: alcanzará
su fruto el día de la cuenta; y el eunuco que no cometió delitos con sus manos
ni tuvo malos deseos contra el Señor: por su fidelidad recibirá favores
extraordinarios y un lote codiciable en el templo del Señor. Pues quien se
afana por el bien obtiene frutos espléndidos; la sensatez es tronco
inconmovible.
Cf. Ef 4, 4. 5
R. Muchos
santos derramaron por el Señor su sangre gloriosa, amaron a Cristo durante su
vida, lo imitaron en la muerte. * Por esto merecieron
la corona del triunfo.
V. Tenían un solo espíritu y una sola fe.
R. Por esto merecieron la corona del triunfo.
Segunda Lectura
De los
sermones de san Cesáreo de Arlés, obispo
(Sermón 225, 1-2: CCL 104, 888-889)
EL QUE DÉ
TESTIMONIO DE LA VERDAD SERÁ MÁRTIR DE CRISTO
Queridísimos
hermanos, cada vez que celebramos las fiestas de los mártires, debemos pensar
que militamos bajo el mismo Rey bajo el que también ellos merecieron luchar y vencer.
Debemos pensar que hemos sido salvados por el mismo bautismo por el que ellos también
fueron salvados, que gozamos y somos fortalecidos con los mismos sacramentos que
ellos merecieron recibir, que llevamos en la frente el sello del Emperador que
ellos también llevaron felizmente.
Por ello, cada vez que celebramos el aniversario de los santos mártires, los bienaventurados
mártires deben reconocer en nosotros algo de sus virtudes, para que les agrade
suplicar para nosotros la misericordia de Dios. En efecto, todos aman lo que
les es semejante. Por tanto, si lo semejante se une a lo semejante, lo
desemejante se aleja mucho. Nuestro particular bienaventurado, cuya festividad
deseamos celebrar con gozo, fue sobrio, ¿cómo se le podrá unir el que se da a
la bebida? ¿Qué unión puede tener el humilde con el soberbio, el generoso con
el envidioso, el espléndido con el avaro, el pacífico con el iracundo? El
bienaventurado mártir fue, sin duda, casto: ¿cómo podrá unirse al adúltero? Queridísimos
hermanos, si los gloriosos mártires repartieron lo suyo con los pobres, ¿cómo podrán
ser amigos de los que roban lo ajeno? Los santos mártires se afanaban en amar a
los enemigos, ¿cómo tendrán parte con los que, a veces, ni siquiera se
esfuerzan en el amor recíproco entre amigos?
Queridísimos hermanos, no nos contraríe imitar, en la medida de nuestras
fuerzas, a los santos mártires para que, por sus méritos y oraciones,
merezcamos ser absueltos de todos los pecados.
Alguno dirá: ¿quién puede imitar a los santos mártires? Con la ayuda de Dios
podemos y debemos imitarlos en muchas cosas, sino en todo.
¿No puedes soportar el fuego? Puedes evitar la lujuria. ¿No puedes soportar la
pezuña desgarradora? Rechaza la avaricia que conduce a negocios perversos y a
ganancias malvadas. Si te vence lo fácil, ¿cómo no te destrozará lo difícil? La
paz tiene también sus mártires: pues, en buena medida, participa del martirio
el que vence a la ira, el que rehúye la envidia como si fuera un veneno
viperino, el que rechaza la soberbia, el que expulsa del corazón el odio, el
que refrena los deseos superfluos de la gula, el que no se entrega a la
embriaguez.
Cada vez que y en cualquier lugar que trabajes por una causa justa, si das
testimonio de ella, serás mártir. Puesto que Cristo es la justicia y la verdad,
en cualquier lugar donde trabajes por la justicia o por la verdad o por la
castidad, si las defiendes con todas tus fuerzas, recibirás la recompensa de
los mártires.
Y como la palabra mártir significa testigo, quien da testimonio en favor de la
verdad será indudablemente mártir de Cristo, que es la verdad.
Flp 1, 21; Ga 6, 14
R. Para
mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. * Dios
me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
V. En la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el
mundo.
R. Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro
Señor Jesucristo.
*Lecturas
de la 7ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 21 de mayo de 2021
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Juan (21,15-19):
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer
con ellos, dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le
contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú
mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las
manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los
cielos.
Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y
su precursor
+ Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Celebremos,
amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al recordar hoy a los santos mártires
sacrificados a causa de la palabra de Dios, aclamémosle diciendo:
*Nos has comprado, Señor, con tu
sangre*.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe, — concédenos, Señor, la verdadera libertad de
espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre, — concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos, — concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la
vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero, — concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Que la
poderosa intercesión de los santos mártires San Cristóbal Magallanes y
compañeros sea nuestra ayuda, Señor, y que su oración nos haga fuertes en la
confesión intrépida de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*San Cristóbal de
Magallanes*
Nació en Totalice el 30 de julio de 1869. Se crió
en el seno de una familia muy humilde y hasta los 19 años trabajó en el campo.
En 1888 ingresó al seminario de Guadalajara donde se distinguió por su piedad,
honradez y aplicación.
Fue ordenado sacerdote en setiembre de 1899 en la iglesia de Santa
Teresa en Guadalajara. Desempeñó el cargo de capellán y subdirector de la
escuela de artes y oficios en Guadalajara. Fue párroco de Totalice por 17 años
hasta que fue fusilado.
Organizó centros de catecismo y escuelas en las rancherías,
construyó una presa para favorecer el riego, fundó un asilo para huérfanos, y
pequeños fraccionamientos de tierra para ayudar a los pobres.
El 21 de mayo de 1927 el padre iba a celebrar una fiesta religiosa
en un rancho cuando se inició una balacera entre los cristeros y las fuerzas
federales comandadas por el general Goñi. Fue arrestado y conducido a Totalice
donde lo encarcelaron junto a su vicario el P. Caloca.
Luego los trasladaron al palacio municipal de Colotitlán, donde
los fusilaron el 25 de mayo de 1927. El P. Cristóbal antes de ser fusilado
dijo: "soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte
y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos".
Fue beatificado en 22 de noviembre de 1992 y canonizado por el
Papa Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000.
*Vísperas - SAN CRISTÓBAL MAGALLANES,
PRESBÍTERO, Y COMPAÑEROS MÁRTIRES 2021*
San Cristóbal nació en San
Rafael Totatiche (México), el año 1869. Al irrumpir la persecución contra la
Iglesia Católica, junto a otros veinticuatro presbíteros y fieles laicos, a los
que está unido, de diversos lugares de México y de distintas edades, padeció el
martirio en el año 1927, confesando, como sus compañeros, a Cristo Rey ante el
odio contra el nombre cristiano.
SAN
CRISTÓBAL MAGALLANES, PRESBÍTERO, Y COMPAÑEROS MÁRTIRES el día, viernes, 21 de
mayo de 2021.
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Salmodia
Antífona
1: Los cuerpos de los santos fueron sepultados en paz, y su fama vive
por generaciones.
Salmo 114
ACCIÓN DE GRACIAS
Amo al
Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
"Señor, salva mi vida".
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
Antífona
2: Vi las almas de los sacrificados a causa de la palabra de Dios y
del testimonio que mantuvieron.
Salmo 115
ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO
Tenía fe,
aún cuando dije:
"¡Qué desgraciado soy!"
Yo decía en mi apuro:
"Los hombres son unos mentirosos".
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Antífona
3: Éstos son aquellos santos que entregaron sus cuerpos para ser
fieles a la alianza de Dios y han lavado sus vestiduras con la sangre del
Cordero.
Cántico Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
HIMNO A DIOS CREADOR
Eres
digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Lectura Breve
1 Pe 4,
13-14
Queridos
hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que,
cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre
de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de
Dios, reposa sobre vosotros.
Responsorio Breve
V. Alegraos,
justos, y gozad con el Señor.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
V. Aclamadlo, los rectos de corazón.
R. Y gozad con el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Canto Evangélico
Antifona: Se
alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque
lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.
MagnificatLc
1, 46-55
Alegría del
alma en el Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
A la
misma hora en que el Rey de los mártires ofreció su vida, en la última cena, y
la entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:
Te glorificamos, Señor.
Porque nos amaste hasta el extremo, Salkvador nuestro, principio y origen de
todo
martirio: Te glorificamos, Señor.
Porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos, para los premios de tu
reino: Te glorificamos, Señor.
Porque has dado a la Iglesia, como sacrificio, a sangre de la alianza nueva y
eterna para el
perdón de los pecados: Te glorificamos, Señor.
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe, durante el día que
ahora termina:
Te glorificamos, Señor.
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.
Te glorificamos, Señor.
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Dios
todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires San Cristóbal Magallanes
y compañeros la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede
también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no
dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu
nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 21 DE MAYO 2021
*Lecturas
de la 7ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 21 de mayo de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (25,13-21):
En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesarea con Berenice para cumplimentar
a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días.
Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: «Tengo aquí un preso, que ha
dejado Félix; cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos
judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les respondí que
no es costumbre romana ceder a un hombre por las buenas; primero el acusado
tiene que carearse con sus acusadores, para que tenga ocasión de defenderse.
Vinieron conmigo a Cesarea, y yo, sin dar largas al asunto, al día siguiente me
senté en el tribunal y mandé traer a este hombre. Pero, cuando los acusadores
tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo suponía; se
trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto
llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido en semejante
discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo juzgase allí. Pero,
como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para que decida su
majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda remitirlo al
César.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 10,4-7
R/. El Señor puso en el
cielo su trono
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.
El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes. R/.
*Lecturas
de la 7ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 21 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (21,15-19)*
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer
con ellos, dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le
contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú
mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las
manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»
Palabra del Señor
«Señor,
tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
*Hoy el Señor me
sorprende con un examen, de una sola pregunta, y esta pregunta está
fundamentada en un solo tema, El Amor ¿Me amas? No es bueno que responda
rápidamente, tengo que dejar que esta pregunta recorra toda mi alma, toda mi
mente y recorra también entre las personas que me conocen ¿Por qué me hace esta
pregunta el Señor? El Señor me quiere libre para él, porque, vivo sumergido, en
mis afanes diarios, y durante el día hasta me olvido del Señor. Lo más impresionante
del caso es que las personas que está a cargo de ver mis respuestas son: las
personas que me rodean, y son ellos los encargados de decir; si de mí, sale
amor. Porque amar no es un sentimiento, ni sentir cosas por dentro, amar es
hacer el bien, sin esperar nada a cambio*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.