Musica Para el Alma

miércoles, 22 de abril de 2020

LAS VÍSPERAS DEL JUEVES 23 ORACIÓN AL FINAL DEL DIA


VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: ES LA PASCUA REAL, NO YA LA SOMBRA.

Es la Pascua real, no ya la sombra,
la verdadera pascua del Señor;
la sangre del pasado es solo un signo,
la mera imagen de la gran unción.

En verdad, tú, Jesús, nos protegiste
con tus sangrientas manos paternales;
envolviendo en tus alas nuestras almas,
la verdadera alianza tú sellaste.

Y, en tu triunfo, llevaste a nuestra carne
reconciliada con tu Padre eterno;
y, desde arriba, vienes a llevarnos
a la danza festiva de tu cielo.

Oh gozo universal, Dios se hizo hombre
para unir a los hombres con su Dios;
se rompen las cadenas del infierno,
y en los labios renace la canción.

Cristo, Rey eterno, te pedimos
que guardes con tus manos a tu Iglesia,
que protejas y ayudes a tu pueblo
y que venzas con él a las tinieblas. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Cristo está constituido por Dios juez de vivos y muertos. Aleluya.

Salmo 71 I - PODER REAL DEL MESÍAS

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.

Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.

Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.

Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Cristo está constituido por Dios juez de vivos y muertos. Aleluya.

Ant 2. Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

Salmo 71 II

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres;

él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.

Que viva y que le traigan el oro de Saba;
él intercederá por el pobre
y lo bendecirá.

Que haya trigo abundante en los campos,
y ondee en lo alto de los montes,
den fruto como el Líbano,
y broten las espigas como hierba del campo.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso,
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

Ant 3. Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. Aleluya.

Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.

Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. Aleluya.

LECTURA BREVE   1Pe 3, 18. 21b-22

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Lo que actualmente os salva no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.

V. Al ver al Señor.
R. Aleluya. Aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
El que tiene fe en el Hijo tiene la vida eterna. Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El que tiene fe en el Hijo tiene la vida eterna. Aleluya.

PRECES

Alabemos y glorifiquemos a Cristo, a quien Dios Padre constituyó fundamento de nuestra esperanza y primicia de la humanidad resucitada, y aclamémoslo, suplicantes:

Rey de la gloria, escúchanos.

Señor Jesús, tú que, por tu propia sangre y por tu resurrección, penetraste en el santuario de Dios,
llévanos contigo al reino del Padre.

Tú que, por tu resurrección, robusteciste la fe de tus discípulos y los enviaste a anunciar el Evangelio al mundo,
haz que los obispos y presbíteros sean fieles heraldos de tu Evangelio.

Tú que, por tu resurrección, eres nuestra reconciliación y nuestra paz,
haz que todos los bautizados vivan en la unidad de una sola fe y de un solo amor.

Tú que, por tu resurrección, diste la salud, al tullido del templo,
mira con bondad a los enfermos y manifiesta en ellos tu gloria.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que, por tu resurrección, fuiste constituido primogénito de los muertos que resucitan,
haz que los difuntos que en ti creyeron y esperaron participen de tu gloria.

Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor:

Padre nuestro...

ORACION

Te pedimos, Señor, que los dones recibidos en esta Pascua den fruto abundante en toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

REINA DEL CIELO


Regina Coeli o Reina del Cielo

*Benedicto XIV estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual (desde la Resurrección del Señor hasta el día de Pentecostés) se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona "Regina Coeli"*.


G: Reina del cielo, alégrate, aleluya.
T: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.
T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos:

Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (Tres veces)

GOTAS DE MISERICORDIA


EVANGELIO DE JUAN 3,31-36 CICLO A


Jueves, 23 de abril de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,31-36):

EL que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Palabra del Señor

(El que es de la tierra habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos). 

*El Señor me invita a creer, y me invita a dejar mi lenguaje terreno, no tengo ninguna excusa porque él me conoce, (a este le hablo con dulzura, aquel le hablo de política, al otro le hablo del deporte porque es su pasión, a la señora de sitas bíblica en el fondo en mi todo lo que hay es una mentira, porque lo que quiero es tener las personas que me rodean contenta, para que me adulen, y digan de mí, ese señor es inteligente, muy educado, muy conservador, muy cristiano, ese señor es muy serio, nadie se atreve a decirme la verdad),  solo el Señor me dice la verdad, que mi lenguaje es terreno, pagano, y como me ama quiere que mi lengua se del cielo*.

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LAUDES DEL JUEVES 22 ORACIÓN PARA INICIAR EL DIA


Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

TIEMPO PASCUAL
JUEVES DE SEMANA II
Propio del Tiempo. Salterio II

23 de abril

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)


V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

Himno: EL AGUA PURA, DON DE LA MAÑANA

El agua pura, don de la mañana,
da a los ojos el brillo de la vida,
y el alma se despierta cuando escucha
que el ángel dice: «¡Cristo resucita!»

¡Cómo quieren las venas de mi cuerpo
ser música, ser cuerdas de la lira,
y cantar, salmodiar como los pájaros,
en esta Pascua santa la alegría!

Mirad cuál surge Cristo transparente:
en medio de los hombres se perfila
su cuerpo humano, cuerpo del amigo
deseado, serena compañía.

El que quiera palparlo, aquí se acerque,
entre con su fe en el Hombre que humaniza,
derrame su dolor y su quebranto,
dé riendas al amor, su gozo diga.

A ti, Jesús ungido, te ensalzamos,
a ti, nuestro Señor, que depositas
tu santo y bello cuerpo en este mundo,
como en el campo se echa la semilla. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Yo soy la vid, vosotros sois los sarmientos. Aleluya.

Salmo 79 - VEN A VISITAR TU VIÑA

Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como a un rebaño;
tú que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efraím, Benjamín y Manasés;
despierta tu poder y ven a salvarnos.

¡Oh Dios!, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Señor Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?

Le diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos;
nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.

Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno y echó raíces
hasta llenar el país;

su sombra cubría las montañas,
y sus pámpanos, los cedros altísimos;
extendió sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Río.

¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa.

La han talado y le han prendido fuego:
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.

Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Yo soy la vid, vosotros sois los sarmientos. Aleluya.

Ant 2. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. Aleluya.

Cántico: ACCION DE GRACIAS DEL PUEBLO SALVADO - Is 12, 1-6

Te doy gracias, Señor,
porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.

Él es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.

Aquel día, diréis:
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.

Tañed para el Señor, que hizo proezas;
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«¡Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel!».

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. Aleluya.

Ant 3. El Señor nos alimentó con flor de harina. Aleluya.

Salmo 80 - SOLEMNE RENOVACIÓN DE LA ALIANZA

Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
dad vítores al Dios de Jacob:

acompañad, tocad los panderos,
las cítaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta;

porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José
al salir de Egipto.

Oigo un lenguaje desconocido:
«Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.

Clamaste en la aflicción, y te libré,
te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.

Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojalá me escuchases, Israel!

No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto;
abre tu boca y yo la saciaré.

Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios;

los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor nos alimentó con flor de harina. Aleluya.

LECTURA BREVE   Rm 8, 10-11

Si Cristo está en vosotros, aunque vuestro cuerpo haya muerto por causa del pecado, el espíritu tiene vida por la justificación. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por obra de su Espíritu que habita en vosotros.

RESPONSORIO BREVE

V. 
El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.

V. El que por nosotros colgó del madero.
R. Aleluya. Aleluya.

V. Gloria al Padre,y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.

PRIMERA LECTURA

De los Hechos de los apóstoles 7, 1-16

COMIENZO DEL DISCURSO DE ESTEBAN SOBRE LA HISTORIA DE LOS PATRIARCAS

En aquellos días, el sumo sacerdote preguntó a Esteban:
«¿Es verdad lo que éstos dicen?»
Él contestó:

«Hermanos y padres, escuchad: El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham, cuando vivía en Mesopotamia, antes de establecerse en Harán, y le dijo: "Sal de tu tierra y de tu parentela; y vete a la tierra que yo te indicaré." Salió entonces del país de los caldeos y se estableció en Harán. Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra que vosotros habitáis ahora. Y no le dio propiedad en ella, ni siquiera de un palmo de terreno. Eso sí, le hizo promesa de darla en posesión a él y a su descendencia, cuando no tenía hijos todavía.

Y Dios le habló así: "Tus descendientes vivirán en tierra extranjera, y serán reducidos a esclavitud y maltratados por espacio de cuatrocientos años; pero yo juzgaré al pueblo que los va a esclavizar -palabra de Dios-. Después de esto, saldrán en libertad y me darán culto en este lugar." Luego hizo un pacto con él, pacto que selló con la circuncisión. De esta manera llegó a ser Abraham padre de Isaac, a quien circuncidó al octavo día; e Isaac lo fue de Jacob, y Jacob de los doce patriarcas.

Los patriarcas, por pura envidia, vendieron a José como esclavo con destino a Egipto; pero Dios, que estaba con él, lo libró de todas las tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría ante el Faraón, rey de Egipto, quien lo constituyó gobernador de Egipto y de toda su casa. Sobrevino entonces en todo Egipto y en Canaán un hambre y una miseria tan grande que nuestros padres no encontraban provisión alguna. Habiéndose enterado Jacob de que había trigo en Egipto, envió allá a nuestros padres en un primer viaje. En el segundo viaje, José se dio a conocer a sus hermanos, y así el Faraón llegó a tener conocimiento del linaje de José.

José hizo venir a su padre Jacob con toda su familia; eran setenta y cinco personas en total. Y Jacob bajó a Egipto, donde murieron él y también nuestros padres. Y los trasladaron a Siquem, y los depositaron en él sepulcro que Abraham había comprado a precio de plata a los hijos de Emor, en Siquem.»

RESPONSORIO    Cf. Hch 18, 24. 25; 6, 8

R. Muy versado en las Escrituras e instruido en la doctrina del Señor, hablaba con fervor de espíritu * y enseñaba rectamente todo lo referente a Jesús. Aleluya.
V. Esteban, lleno de gracia y de poder sobrenatural, obraba señales y prodigios entre el pueblo.
R. Y enseñaba rectamente todo lo referente a Jesús. Aleluya.

SEGUNDA LECTURA

De los Tratados de san Gaudencio de Brescia, obispo
(Tratado 2: CSEL 68, 30-32)

EL DON DE LA NUEVA ALIANZA QUE NOS DEJÓ EN HERENCIA

El sacrificio celestial instituido por Cristo es verdaderamente el don de su nueva alianza que nos dejó en herencia, como prenda de su presencia entre nosotros, la misma noche en que iba a ser entregado para ser crucificado. Éste es el viático de nuestro camino, con el cual nos alimentamos y nutrimos durante el peregrinar de nuestra vida presente, hasta que salgamos de este mundo y lleguemos al Señor; por esto decía el mismo Señor: Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tendréis vida en vosotros.

Quiso, en efecto, que sus beneficios permanecieran en nosotros, quiso que las almas redimidas con su sangre preciosa fueran continuamente santificadas por el sacramento de su pasión; por esto mandó a sus fieles discípulos, a los que instituyó también como primeros sacerdotes de su Iglesia, que celebraran incesantemente estos misterios de vida eterna, que todos los sacerdotes deben continuar celebrando en las Iglesias de todo el mundo, hasta que Cristo vuelva desde el cielo, de modo que, tanto los mismos sacerdotes como los fieles todos, teniendo cada día ante nuestros ojos y en nuestras manos el memorial de la pasión de Cristo, recibiéndolo en nuestros labios y en nuestro pecho, conservemos el recuerdo indeleble de nuestra redención.

Además, puesto que el pan, compuesto de muchos granos de trigo reducidos a harina, necesita, para llegar a serlo, de la acción del agua y del fuego, nuestra mente descubre en él una figura del cuerpo de Cristo, el cual, como sabemos, es un solo cuerpo compuesto por la muchedumbre de todo el género humano y unido por el fuego del Espíritu Santo.

Jesús, en efecto, nació por obra del Espíritu Santo y, porque así convenía para cumplir la voluntad salvífica de Dios, penetró en las aguas bautismales para consagrarlas, y volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, que había descendido sobre él en forma de paloma, como atestigua el evangelista san Lucas: Jesús regresó de las orillas del Jordán, lleno del Espíritu Santo.

Asimismo, también el vino que es su sangre, resultante de la unión de muchos granos de uva de la viña por él plantada, fue exprimido en el lagar de la cruz, y fermenta, por su propia virtud, en el espacioso recipiente de los que lo beben con espíritu de fe.

Todos nosotros, los que hemos escapado de la tiranía de Egipto y del diabólico Faraón, debemos recibir, con toda la avidez de que es capaz nuestro religioso corazón, este sacrificio de la Pascua salvadora, para que nuestro Señor Jesucristo, al que creemos presente en sus sacramentos, santifique nuestro interior; él, cuya inestimable eficacia perdura a través de los siglos.

RESPONSORIO    Lc 22, 19; Jn 6, 59

R. Jesús tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: * «Esto es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en memoria mía.» Aleluya.
V. Éste es el pan que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
R. Esto es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en memoria mía. Aleluya.

Jueves, 23 de abril de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,31-36):

EL que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Palabra del Señor


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todas las cosas. Aleluya.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todas las cosas. Aleluya.

PRECES

Oremos confiados a Dios Padre, que quiso que Cristo fuera la primicia de la resurrección de los hombres, y aclamémoslo, diciendo:

*Que el Señor Jesús sea nuestra vida*.

Tú que por la columna de fuego iluminaste a tu pueblo en el desierto,
ilumina hoy con la resurrección de Cristo el día que empezamos.

Tú que por la voz de Moisés adoctrinaste a tu pueblo en el Sinaí,
haz que Cristo, por su resurrección, sea hoy palabra de vida para nosotros.

Tú que con el maná alimentaste a tu pueblo peregrino en el desierto,
haz que Cristo, por su resurrección, sea durante este día nuestro pan de vida.

Tú que por el agua de la roca diste de beber a tu pueblo en el desierto,
por la resurrección de tu Hijo danos hoy parte en tu Espíritu de vida.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Por Jesús hemos sido hechos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

ORACION

Te pedimos, Señor, que los dones recibidos en esta Pascua den fruto abundante en toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LECTURAS DEL JUEVES 23 DE ABRIL 2020


Lecturas de 2º Semana de Pascua - Ciclo A
Jueves, 23 de abril de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,27-33):

EN aquellos días, los apóstoles fueron conducidos a comparecer ante el Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo:
«¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».
Pedro y los apóstoles replicaron:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que lo obedecen».
Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 33,2.9.17-18.19-20

R/.
 Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha

El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha

El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor. R/.

R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha

Jueves, 23 de abril de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,31-36):

EL que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Palabra del Señor

(El que es de la tierra habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos). 

*El Señor me invita a creer, y me invita a dejar mi lenguaje terreno, no tengo ninguna excusa porque él me conoce, (a este le hablo con dulzura, aquel le hablo de política, al otro le hablo del deporte porque es su pasión, a la señora de sitas bíblica en el fondo en mi todo lo que hay es una mentira, porque lo que quiero es tener las personas que me rodean contenta, para que me adulen, y digan de mí, ese señor es inteligente, muy educado, muy conservador, muy cristiano, ese señor es muy serio, nadie se atreve a decirme la verdad),  solo el Señor me dice la verdad, que mi lenguaje es terreno, pagano, y como me ama quiere que mi lengua se del cielo*.

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.