Musica Para el Alma
lunes, 11 de agosto de 2025
MATEO 18,1-5.10.12-14 CICLO C
Lecturas
del Martes de la XIX Semana del Tiempo Ordinario
12 Ago 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según
san Mateo (18,1-5.10.12-14)*
En aquel momento, se acercaron los discípulos
a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más importante en el reino de los
cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a
ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se
haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El
que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con
despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo
siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué os parece? Suponed
que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y
nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro
que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían
extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de
estos pequeños.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y si llega a encontrarla, os digo de verdad
que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas)
*El Señor de una
manera especial me invita a tener las cualidades de un buen pastor: una de las
cualidades es saber conducir el rebaño por el buen camino, el buen pastor nunca
se cansa de hacer el bien a sus ovejas, otra cualidad del pastor es que siempre
esta pendiente, no se distrae, el buen pastor esta pendiente de cada oveja
hasta le pone un nombre, es por eso que el conoce a sus ovejas, el buen pastor lleva
animo a su rebaño. El buen pastor esta tan unido a su rebaño que cuando una oveja
se extravía él se llena de tristes y como quiere a su oveja va en su búsqueda,
recorre todos los lugares malos y buenos, porque tiene grabado en su corazón
las palabras: Hasta que no la encuentre no dejo de buscarla, es por eso su gran
alegría cuando la encuentra. Esa misma es la alegría de Dios Padre, cuando nos
dejamos encontrar por su amor y nos entregamos a él por amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MARTES 12
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
MARTES
DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Himno: GRACIAS, SEÑOR POR EL DÍA
Gracias, Señor, por el día,
por tu mensaje de amor
que nos das en cada flor;
por esta luz de alegría,
te doy las gracias, Señor.
Gracias, Señor, por la espina
que encontraré en el sendero,
donde marcho pregonero
de tu esperanza divina;
gracias, por ser compañero.
Gracias, Señor, porque dejas
que abrase tu amor mi ser,
porque haces aparecer
tus flores a mis abejas,
tan sedientas de beber.
Gracias por este camino,
donde caigo y me levanto,
donde te entrego mi canto
mientras marcho peregrino,
Señor, a tu monte santo.
Gracias, Señor, por la luz
que ilumina mi existir;
por este dulce dormir
que me devuelve a tu cruz.
¡Gracias, Señor, por vivir! Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa de tu
pueblo.
Salmo 84 - NUESTRA SALVACIÓN ESTA CERCA
Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira.
Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad?
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra;
la misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo;
el Señor dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, has sido bueno con tu
tierra, has perdonado la culpa de tu pueblo.
Ant 2. Mi alma te ansía de noche, Señor;
mi espíritu madruga por ti.
Cántico: HIMNO DESPUÉS DE LA VICTORIA SOBRE EL ENEMIGO Is 26, 1-4.
7-9. 12
Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.
Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:
La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo;
en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos,
ansiando tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te ansía de noche,
mi espíritu en mi interior madruga por ti,
porque tus juicios son luz de la tierra,
y aprenden justicia los habitantes del orbe.
Señor, tú nos darás la paz,
porque todas nuestras empresas
nos las realizas tú.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi alma te ansía de noche, Señor;
mi espíritu madruga por ti.
Ant 3. Ilumina, Señor, tu rostro sobre
nosotros.
Salmo 66 - QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ilumina, Señor, tu rostro sobre
nosotros.
LECTURA BREVE 1Jn 4, 14-15
Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para
ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios
permanece en él y él en Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Voy a escuchar lo que dice el
Señor.
R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Primera
Lectura
Del segundo libro de los Reyes 6, 8-23
ELISEO CAPTURA DE FORMA MILAGROSA A SUS ENEMIGOS Y
LOS LIBRA MISERICORDIOSAMENTE.
En aquellos días, el rey de Siria estaba en guerra
con Israel, y en un consejo de ministros determinó: «Vamos a tender una
emboscada en tal sitio.»
Entonces el profeta mandó este recado al rey de Israel: «Cuidado con pasar por
tal sitio, porque los sirios están allí emboscados.»
El rey de Israel envió a reconocer el sitio indicado por el profeta. Eliseo le
avisaba, y él tomaba precauciones. Y esto no una ni dos veces. El rey de Siria
se alarmó ante esto, convocó a sus ministros y les dijo: «Decidme quién de los
nuestros informa al rey de Israel.»
Uno de los ministros respondió: «No es eso
majestad. Eliseo, el profeta de Israel, es quien comunica a su rey las palabras
que pronuncias en tu alcoba.»
Entonces el rey ordenó: «Id a ver dónde está, y enviaré
a prenderlo.»
Le avisaron: «Está en Dotán.» El rey mandó allá caballería y carros, y un
fuerte contingente de tropas. Llegaron de noche y cercaron la ciudad. Cuando el
profeta madrugó al día siguiente para salir, se
encontró con que un ejército cercaba la ciudad con caballería y carros. El
criado dijo a Eliseo: «Maestro, ¿qué hacemos?»
Eliseo respondió: «No temas. Los que están con nosotros son más que ellos.»
Luego rezó: «Señor, ábrele los ojos para que vea.»
El Señor le abrió los ojos al criado, y vio el monte lleno de caballería y
carros de fuego en torno a Eliseo. Cuando los sirios bajaron hacia él, Eliseo
oró al Señor: «¡Deslúmbralos!» El Señor los deslumbró, como pedía Eliseo, y
éste les dijo: «No es éste el camino ni es ésta la ciudad. Seguidme, yo os
llevaré hasta el hombre que buscáis.»
Y se los llevó a Samaría. Cuando ya habían entrado en Samaría, Eliseo rezó: «Señor,
ábreles los ojos para que vean.»
El Señor les abrió los ojos y vieron que estaban en mitad de Samaría. El rey de
Israel, al verlos, dijo a Eliseo: «Padre, ¿los mato?»
Respondió: «No los mates. ¿Vas a matar a los que no
has hecho prisioneros con tu espada y tu arco? Sírveles pan y agua, que coman y
beban y se vuelvan a su amo.» El rey les preparó un gran banquete. Comieron y
bebieron; luego, los despidió y se volvieron a su amo. Las guerrillas sirias no
volvieron a entrar en territorio israelita.
Responsorio Lc 6, 35.
36; 2R 6, 22
R. Amad
a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio. * Sed
misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre.
V. No los mates; sírveles pan y agua, que coman y beban.
R. Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre.
SEGUNDA LECTURA
De las Disertaciones de san Andrés de Creta, obispo
(Disertación 9, Sobre el Domingo de ramos: PG 97, 1002)
MIRA A TU REY QUE VIENE A TI JUSTO Y VICTORIOSO
Digamos, digamos también nosotros a Cristo: ¡Bendito el que viene en nombre del
Señor, el rey de Israel! Tendamos ante él, a guisa de palmas, nuestra alabanza
por la victoria suprema de la cruz. Aclamémoslo, pero no con ramos de olivos,
sino tributándonos mutuamente el honor de nuestra ayuda material. Alfombrémosle
el camino, pero no con mantos, sino con los deseos de nuestro corazón, a fin de
que, caminando sobre nosotros, penetre todo él en nuestro interior y haga que
toda nuestra persona sea para él, y él, a su vez, para nosotros. Digamos a Sión
aquella aclamación del profeta: Confía, hija de Sión, no temas: Mira a tu Rey
que viene a ti; modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica.
El que viene es el mismo que está en todo lugar, llenándolo todo con su
presencia, y viene para realizar en ti la salvación de todos. El que viene es
aquel que no ha venido a invitar a los justos a que se arrepientan, sino a los
pecadores, para sacarlos del error de sus pecados. No temas. Teniendo a Dios en
medio, no vacilarás.
Recibe con las manos en alto al que con sus manos ha diseñado tus murallas.
Recibe al que ha plantado en sus palmas tus cimientos. Recibe al que, para
asumirnos a nosotros en su persona, se ha hecho en todo semejante a nosotros,
menos en el pecado. Alégrate, Sión, la ciudad madre, no temas: Festeja tu
fiesta. Glorifica por su misericordia al que en ti viene a nosotros. Y tú
también, hija de Jerusalén, desborda de alegría, canta y brinca de gozo.
¡Levántate, brilla (así aclamamos con el son de aquella sagrada trompeta que es
Isaías), que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
¿De qué luz se trata? De aquella que viniendo a este mundo ilumina a todo
hombre. Aquella luz, quiero decir, eterna, aquella luz intemporal y manifestada
en el tiempo, aquella luz invisible por naturaleza y hecha visible en la carne,
aquella luz que envolvió a los pastores y que guió a los magos en su camino.
Aquella luz que estaba en el mundo desde el principio, por la cual empezó a
existir el mundo, y que el mundo no la reconoció. Aquella luz que vino a los
suyos y los suyos no la recibieron. ¿Y a qué gloria del Señor se refiere?
Ciertamente a la cruz, en la que fue glorificado Cristo, resplandor de la
gloria del Padre, tal como afirma él mismo, en la inminencia de su pasión: Ya
ha entrado el Hijo del hombre en su gloria, y Dios ha recibido su glorificación
por él, y Dios a su vez lo revestirá de su misma gloria, y esto será sin
dilación. Con estas palabras identifica su gloria con su elevación en la cruz.
La cruz de Cristo es, en efecto, su gloria y su exaltación, ya que dice: Yo,
cuando sea levantado en alto, atraeré a mí á todos los hombres.
RESPONSORIO Sal 117, 26. 27. 23
R. Bendito el que viene en nombre del Señor; * el
Señor es Dios: él nos ilumina.
V. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un
milagro patente.
R. El Señor es Dios: él nos ilumina.
Evangelio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Mateo (18:1-5, 10, 12-14)
1En
aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es,
pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»2El llamó a un
niño, le puso en medio de ellos3y dijo: «Yo os aseguro: si no
cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.4Así
pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los
Cielos.5«Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a
mí me recibe.10«Guardaos de menospreciar a uno de estos
pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente
el rostro de mi Padre que está en los cielos.12¿Qué os
parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no
dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?13Y
si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que
por las 99 no descarriadas.14De la misma manera, no es
voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nos ha suscitado el Señor una
fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Adoremos a Cristo, que con su sangre ha adquirido el pueblo de la
nueva alianza, y digámosle suplicantes:
Acuérdate, Señor, de tu pueblo.
Rey y redentor nuestro, escucha la alabanza que te dirige tu Iglesia en el
comienzo de este día,
y haz que no deje nunca de glorificarte.
Que nunca, Señor, quedemos confundidos
los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
Mira compasivo nuestra debilidad y ven en ayuda nuestra,
ya que sin ti nada podemos hacer.
Acuérdate de los pobres y desvalidos;
que este día que comienza les traiga solaz y alegría.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ya que deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al
Padre que a todos llegue el reino de su Hijo:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, de quien dimana la bondad y hermosura de todo
lo creado; haz que comencemos este día con ánimo alegre, y que realicemos
nuestras obras movidos por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: COMO EL NIÑO QUE NO SABE DORMIRSE
Como el niño que no sabe dormirse
sin cogerse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse
sobre tus manos, al caer la tarde.
Como el niño que sabe que alguien vela
su sueño de inocencia y esperanza,
así descansará mi alma segura
sabiendo que eres tú quien nos aguarda.
Tú endulzarás mi última amargura,
tú aliviarás el último cansancio,
tú cuidarás los sueños de la noche,
tú borrarás las huellas de mi llanto.
Tú nos darás mañana nuevamente
la antorcha de la luz y la alegría,
y, por las horas que te traigo muertas,
tú me darás una mañana viva. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor rodea a su pueblo.
Salmo 124 - EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO.
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor rodea a su pueblo.
Ant 2. Si no volvéis a ser como niños, no
entraréis en el reino de los cielos.
Salmo 130 - COMO UN NIÑO, ISRAEL SE ABANDONÓ EN LOS BRAZOS DE DIOS
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Si no volvéis a ser como niños, no
entraréis en el reino de los cielos.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE Rm 12, 9-12
Que vuestra caridad sea sincera. Aborreced el mal y aplicaos al bien. En punto
a caridad fraterna, amaos entrañablemente unos a otros. En cuanto a la mutua
estima, tened por más dignos a los demás. Nada de pereza en vuestro celo,
sirviendo con fervor de espíritu al Señor. Que la esperanza os tenga alegres;
estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi
salvador.
PRECES
Invoquemos a Dios, esperanza de su pueblo, diciendo:
Escúchanos, Señor.
Te damos gracias, Señor, porque hemos sido enriquecidos en todo por Cristo, tu
Hijo;
haz que por él crezcamos en todo conocimiento.
En tus manos, Señor, están el corazón y la mente de los que gobiernan;
dales, pues, acierto en sus decisiones para que te sean gratos en su pensar y
obrar.
Tú que a los artistas concedes inspiración para plasmar la belleza que de ti
procede,
haz que con sus obras aumente el gozo y la esperanza de los hombres.
Tú que no permites que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas,
da fortaleza a los débiles, levanta a los caídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que nos has prometido la resurrección en el último día,
no te olvides de tus hijos que ya han dejado el cuerpo mortal.
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre
común:
Padre nuestro...
ORACION
Nuestra oración vespertina suba hasta ti, Padre de clemencia, y
descienda sobre nosotros tu bendición; así, con tu ayuda seremos salvados ahora
y por siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 12 DE AGOSTO 2025
Lecturas
del Martes de la XIX Semana del Tiempo Ordinario
12 Ago 2025
Primera Lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (31,1-8):
Moisés dijo estas palabras a los israelitas:
«He cumplido ya ciento veinte años, y me encuentro impedido; además, el Señor
me ha dicho: «No pasarás ese Jordán.» El Señor, tu Dios, pasará delante de ti.
Él destruirá delante de ti esos pueblos, para que te apoderes de ellos. Josué
pasará delante de ti, como ha dicho el Señor. El Señor los tratará como a los
reyes amorreos Sijón y Og, y como a sus tierras, que arrasó. Cuando el Señor os
los entregue, haréis con ellos lo que yo os he ordenado. ¡Sed fuertes y valientes,
no temáis, no os acobardéis ante ellos!, que el Señor, tu Dios, avanza a tu
lado, no te dejará ni te abandonará.»
Después Moisés llamó a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: «Sé fuerte
y valiente, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el
Señor, tu Dios, prometió dar a tus padres; y tú les repartirás la heredad. El
Señor avanzará ante ti. Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No
temas ni te acobardes.»
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Dt 32,3-4a.7.8.9.12
R/. La porción del Señor fue su
pueblo
Voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca,
sus obras son perfectas. R/.
Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre, y te lo contará,
a tus ancianos, y te lo dirán. R/.
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su
heredad
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios. R/.
La porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue el lote de su heredad.
El Señor sólo los condujo,
no hubo dioses extraños con él. R/.
Lecturas
del Martes de la XIX Semana del Tiempo Ordinario
12 Ago 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según
san Mateo (18,1-5.10.12-14)*
En aquel momento, se acercaron los discípulos
a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más importante en el reino de los
cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a
ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se
haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El
que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con
despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo
siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué os parece? Suponed
que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y
nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro
que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían
extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de
estos pequeños.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Y si llega a encontrarla, os digo de verdad
que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas)
*El Señor de una
manera especial me invita a tener las cualidades de un buen pastor: una de las
cualidades es saber conducir el rebaño por el buen camino, el buen pastor nunca
se cansa de hacer el bien a sus ovejas, otra cualidad del pastor es que siempre
esta pendiente, no se distrae, el buen pastor esta pendiente de cada oveja
hasta le pone un nombre, es por eso que el conoce a sus ovejas, el buen pastor lleva
animo a su rebaño. El buen pastor esta tan unido a su rebaño que cuando una oveja
se extravía él se llena de tristes y como quiere a su oveja va en su búsqueda,
recorre todos los lugares malos y buenos, porque tiene grabado en su corazón
las palabras: Hasta que no la encuentre no dejo de buscarla, es por eso su gran
alegría cuando la encuentra. Esa misma es la alegría de Dios Padre, cuando nos
dejamos encontrar por su amor y nos entregamos a él por amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.