*Lecturas del Sábado de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Sábado, 10 de julio de 2021*
Primera
lectura
Lectura del
libro del Génesis (49,29-32;50,15-26a):
En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos: «Cuando
me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de
Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, en Canaán, la
que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí
enterraron a Abrahán y a Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su
mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los
hititas.»
Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la
cama, expiró y se reunió con los suyos.
Al ver los hermanos de José que había muerto su padre, se dijeron: «A ver si
José nos guarda rencor y quiere pagarnos el mal que le hicimos.»
Y mandaron decirle: «Antes de morir tu padre nos encargó: "Esto diréis a
José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te
hicieron". Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu
padre.» José, al oírlo, se echó a llorar.
Entonces vinieron los hermanos, se echaron al suelo ante él, y le dijeron:
«Aquí nos tienes, somos tus siervos.»
Pero José les respondió: «No tengáis miedo; ¿soy yo acaso Dios? Vosotros
intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un
pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a
vosotros y a vuestros hijos.»
Y los consoló, hablándoles al corazón. José vivió en Egipto con la familia de
su padre y cumplió ciento diez años; llegó a conocer a los hijos de Efraín,
hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés;
los llevó en las rodillas.
José dijo a sus hermanos: «Yo voy a morir. Dios cuidará de vosotros y os
llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob.»
Y los hizo jurar: «Cuando Dios cuide de vosotros, llevaréis mis huesos de
aquí.» José murió a los ciento diez años de edad.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
104,1-2.3-4.6-7
R/. Humildes, buscad al
Señor, y revivirá vuestro corazón
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.
Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.
*Lecturas del Sábado de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Sábado, 10 de julio de 2021*
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (10,24-33)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Un discípulo no es más que su
maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su
maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado
Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay
cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a
saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al
oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma
y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo,
ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta
los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay
comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los
hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me
niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»
Palabra del Señor
(Lo
que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído,
pregonadlo desde la azotea).
*La
noche es aquel lugar donde el Señor fue a buscarme porque sintió lastima de mi
pobre alma. El príncipe de las tiniebla, el dueño de la oscuridad, se estaba
dando banquete torturando mi pobre alma, con sus herramientas favoritas como
son; la tristeza, la angustia, el miedo y tantas cosas más que él tiene para
hacer daño en medio de la noche. Que hermoso saber que en la luz, en el día
puedo hablar, porque el día me regala su claridad, me hace estar lucido y verme
tal como soy. La buena noticia para mi es que el Señor me hace una invitación a
no resistirme, que él me está abriendo el oído para decirme cuanto me
ama*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.