*Lecturas del Sábado de la 14ª semana del Tiempo Ordinario
Sábado, 10 de julio de 2021*
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (10,24-33)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Un discípulo no es más que su
maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su
maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado
Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay
cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a
saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al
oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma
y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo,
ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta
los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay
comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los
hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me
niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»
Palabra del Señor
(Lo
que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído,
pregonadlo desde la azotea).
*La
noche es aquel lugar donde el Señor fue a buscarme porque sintió lastima de mi
pobre alma. El príncipe de las tiniebla, el dueño de la oscuridad, se estaba
dando banquete torturando mi pobre alma, con sus herramientas favoritas como
son; la tristeza, la angustia, el miedo y tantas cosas más que él tiene para
hacer daño en medio de la noche. Que hermoso saber que en la luz, en el día
puedo hablar, porque el día me regala su claridad, me hace estar lucido y verme
tal como soy. La buena noticia para mi es que el Señor me hace una invitación a
no resistirme, que él me está abriendo el oído para decirme cuanto me
ama*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.