Musica Para el Alma

jueves, 9 de julio de 2020

LAS LECTURAS DEL VIERNES 10 DE JULIO 2020


Lecturas de la 14º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Viernes, 10 de julio de 2020

Primera lectura

Lectura de la profecía de Oseas (14,2-10):

Así dice el Señor: «Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano." Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su sombra: harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 50

R/.
 Mi boca proclamará tu alabanza, Señor

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.


R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor


Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve. R/.


R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor


Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.


R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor


Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

 

R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor

 

Viernes, 10 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,16-23):

   16 «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas.

   17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;

   18 y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.

   19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.

   20 Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

   21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.

   22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

   23 «Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.


Palabra del Señor

 

*(Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas)*.  

 

*Ver la alegría o la dulzura en esta palabra produce descanso y llama a la paz. Pero entrar dentro de esta palabra lleva un desprendimiento y una entrega. Tengo que revestirme de lo que me ofrece el Señor, que sea sagas, que sea hábil, inteligente, que sea astuto, prudente y al mismo tiempo ser sencillo. El Señor me invita a descubrir que hay en estos momentos dentro de mí, un lobo o una oveja, que no piense que soy oveja, porque en ocasiones entro en la murmurar, el juicio, el chisme, las mentiras para no quedar mal y lo más graves que arrastro a mi mundo de lobo vestido de oveja a otras personas. El Señor quiere y desea que yo aprenda, que el otro sufre, cuando se entera que hablo mal de él, que se siente mal cuando hablo mentiras de él, cuando le desprecio. Por eso el Señor, como buen maestro que es, me instruye en su sabiduría atreves de sus palabras y me invita a escuchar primera y a pensar ante de hablar, para no hacer daños al inocente*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.