Musica Para el Alma

martes, 30 de junio de 2020

LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 1 DE JULIO 2020


Lecturas de la 13º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Miércoles, 1 de julio de 2020

Primera lectura

Lectura de la profecía de Amós (5,14-15.21-24):

Buscad el bien y no el mal, y viviréis, y así estará con vosotros el Señor Dios de los ejércitos, como deseáis. Odiad el mal, amad el bien, defended la justicia en el tribunal. Quizá se apiade el Señor, Dios de los ejércitos, del resto de José. «Detesto y rehúso vuestras fiestas –oráculo del Señor–, no quiero oler vuestras ofrendas. Aunque me ofrezcáis holocaustos y dones, no me agradarán; no aceptaré los terneros cebados que sacrificáis en acción de gracias. Retirad de mi presencia el estruendo del canto, no quiero escuchar el son de la cítara; fluya como el agua el juicio, la justicia como arroyo perenne.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 49

R/.
 Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
"yo, Dios, tu Dios".» R/.


R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.


R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.» R/.


R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«Si tuviera hambre, no te lo diría:
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?» R/.


R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

 

R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

 

Miércoles, 1 de julio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,28-34):

   28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gerasenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.

   29 Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»

   30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.

   31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»

   32 El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.

   33 Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.

   34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.

 

Palabra de Dios

 

*(Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»)*  

 

*Entrando un poco en el interior de mi vida, tengo que reconocer que hay lugares dentro de mí que las persona no se pueden acercar, esos lugares son mis intereses. Me considero ser una persona, muy buena, muy servicial, muy humanitaria (Hasta) que no tocan mis intereses, (como mi dinero, por eso nunca mi mujer se ha dado cuenta de cuánto gano realmente en mi trabajo. Me pongo furioso si encuentro a alguien rebuscando dentro de mis lugares ocultos y secretos, de una vez sale de mí, el hombre viejo, la furia, la ira, los gritos, los insulto (mis demonios). ¿Y porque me sucede esto? Porque hay lugares y territorio dentro de mí, donde todavía no ha desembarcado el Señor, porque no le he entregado mi vida por completo, tengo algunas reservas todavía. La buena noticia para mi es que el Señor tiene todo el poder, toda autoridad sobre mí, y él tiene la misión de desembarcar y llegar a aquellos lugares dentro de mí que todavía no conoce y sacar, expulsar, las tinieblas, las oscuridades, que no me permiten ver la luz de su palabra*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.