Musica Para el Alma

lunes, 25 de mayo de 2020

EVANGELIO DE JUAN 17,1-11a CICLO A


Martes, 26 de mayo de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (17,1-11a):

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.»

Palabra del Señor

*(«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo »)*.

*Esta expresión hoy, para mí tiene una nueva dimensión, cuando dice, padre glorifica a tu hijo, para mí no es más que un gran y nuevo favor, que el Señor está pidiendo, para que yo pueda llegar al punto más elevado del amor, y desde ahí conocer la voluntad de Dios en mi vida, y cuando reconozca y crea en su enviado su hijo, seré coronado con su mandamiento de “Amar a las personas que no son de mi agrado”, siento una gran alegría y a la vez una enorme esperanza, porque el Señor está rogando al padre por mí, porque soy de su propiedad. El Señor está rogando para que yo sea revestido en el corazón con el amor a su Santa Palabra*. 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.