Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
Martes, 3 de abril de 2018 (Juan 20,
11-18). (Jesús le dice: « ¡María!».
Ella se vuelve y le dice.«¡Rabbuní!», que significa: « ¡Maestro!».). *Hoy puedo encontrar en esta mujer un gran tesoro. Ella iba llorando, porque avían matado, a quien le regalo una nueva forma de vivir, a quien le había de vuelto su dignidad de mujer, uno que la amaba sin desearla, uno que la miraba sin codiciarla. Y ella sentía que estaban muertas sus esperanzas, y cuando llega al sepulcro otro dolor se agrega a su lista de tristeza, se han robado el cuerpo de su Señor. Cuál es la gran enseñanza que puedo encontrar con esta mujer. La enseñanza está en que ella me muestra que busco al Señor, con dolor, con tristeza, con rabia, con impotencia, con amargura y con lágrimas, en el lugar equivocado y eso nunca me dará la felicidad correcta. Que el gran tesoro es descubrís que contadas mis miserias que tengo dentro de mí, se pueden convertir en manantiales y torrentes de riquezas cuando le doy permiso y acepto al Señor como mi único «Maestro»*.
Ella se vuelve y le dice.«¡Rabbuní!», que significa: « ¡Maestro!».). *Hoy puedo encontrar en esta mujer un gran tesoro. Ella iba llorando, porque avían matado, a quien le regalo una nueva forma de vivir, a quien le había de vuelto su dignidad de mujer, uno que la amaba sin desearla, uno que la miraba sin codiciarla. Y ella sentía que estaban muertas sus esperanzas, y cuando llega al sepulcro otro dolor se agrega a su lista de tristeza, se han robado el cuerpo de su Señor. Cuál es la gran enseñanza que puedo encontrar con esta mujer. La enseñanza está en que ella me muestra que busco al Señor, con dolor, con tristeza, con rabia, con impotencia, con amargura y con lágrimas, en el lugar equivocado y eso nunca me dará la felicidad correcta. Que el gran tesoro es descubrís que contadas mis miserias que tengo dentro de mí, se pueden convertir en manantiales y torrentes de riquezas cuando le doy permiso y acepto al Señor como mi único «Maestro»*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》
