El evangelio de hoy: Lucas 1, 46-56: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y a los ricos los despide vacíos. En éste canto, esta proclamación, esta alabanza, puedo notar. Maria me habla de 7 cosas que puedo disfrutar como un favor prometido a Abrahán, pero hay tres cosas que el Señor rechaza: Primera: dispersa a los soberbio de corazón. Segunda: Derriba del trono a los poderosos. Tercero: A los ricos los despide vacíos. Que relación tienen estas tres cosas con migo una palabra "distancia" son las cosas por lo cuales me alejó, me aparto del Señor, mi corazón que en ocasiones se pone necio, terco, bruto, con tar de no perdonar o de pedir perdon. La segunda como uso el poder o sutileza o inteligencia: para humillar, para aplastar, para imponer me, en lo que quiero y deseo. La tercera, me considero un rico, que no necesito de nadie, que yo solo puedo. El Señor se entristece, porque tiene que despedirme, sin su gracia, sin su bendición, como el joven rico, por no querer compartir. Lo que tengo no es para mi, es para que lo administre y lo comparta con los demas, especialmente con alquel que está a mi lado, muy cerca de mi. Maria me da un abrazo lleno de ternura y esperanza, con éste cántico, quiere que me cuide y me alegre, como ella se alegró en DIOS, su salvador.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO 》
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