El evangelio de hoy: Lucas 1, 39-45. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.» María en cuanto es arropada, cubierta, bañada, por el poder del Espíritu Santo, se pone en movimiento a donde su prima Isabel que iba para el sexto meses de embarazo sin salir de su casa sumergida en una depresión y su esposo que se quedó mudo: Cuando Isabel escuchó el saludo de María le penetro tan profundo que logró levantarse de la depresión, de la angustia, y llenarse del Espíritu: Esto que tiene que ver con migo, que hay una persona portadora de la palabra echa carne en su vientre, que tiene la capacidad, de llegar a mi casa y con solo su saludo, tiene la capacidad instantánea de producir un movimiento dentro de mi, con la fuerza de cambiar mi depresión, mi sufrimiento, mi angustia, mis tormentos, en grito de alabanzas, de exclamación, de júbilo y mis labios pueden cantar un cántico nuevo al Señor, el echo de recibirla, me da la gracias de llenarme del Espíritu Santo como Isabel, y como es que madre de mi Señor viene a mi, porque apenas e sentido su voz algo se ha movido dentro de mi, y mi niño ha exultado de gozo.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO 》
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