Musica Para el Alma

domingo, 16 de noviembre de 2025

DE NOVIEMBRE LAS LECTURAS DEL LUNES


 

Lecturas del Lunes de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

17 Nov 2025

Primera Lectura

Lectura del primer libro de los Macabeos (1,10-15.41-43.54-57.62-64):

 

En aquellos días, brotó un vástago perverso: Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco. Había estado en Roma como rehén, y subió al trono el año ciento treinta y siete de la era seléucida.
Por entonces hubo unos israelitas apóstatas que convencieron a muchos: «¡Vamos a hacer un pacto con las naciones vecinas, pues, desde que nos hemos aislado, nos han venido muchas desgracias!»
Gustó la propuesta, y algunos del pueblo se decidieron a ir al rey. El rey los autorizó a adoptar las costumbres paganas, y entonces, acomodándose a los usos paganos, construyeron un gimnasio en Jerusalén; disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal. El rey Antíoco decretó la unidad nacional para todos los súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular. Todas las naciones acataron la orden del rey, e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el Sábado. El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey mandó poner sobre el altar un ara sacrílega, y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno; quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real. Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la alianza santa. Y murieron. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 118,53.61.134.150.155.158

 

R/. Dame vida, Señor, para que observe tus decretos

 

Sentí indignación ante los malvados,
que abandonan tu voluntad. R/.

 

Los lazos de los malvados me envuelven,
pero no olvido tu voluntad. R/.

 

Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus decretos. R/.

 

Ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad. R/.

 

La justicia está lejos de los malvados
que no buscan tus leyes. R/.

 

Viendo a los renegados, sentía asco,
porque no guardan tus mandatos. R/.

 

Lecturas del Lunes de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

17 Nov 2025

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Lucas (18, 35-43)*

 

En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.»
Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»
Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»
Él dijo: «Señor, que vea otra vez.»
Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.»
En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(«¿Qué quieres que te haga? Él dijo: ¡Señor, que vea!).

*Me llama a la atención el deseo del ciego, (Señor “Que vea”) y para entender este deseo, tengo que desear algo que ahora no lo tengo, pero antes tenía; como dice un dicho; nadie sabe lo que tiene, hasta que no lo pierde. Qué es lo que he perdido, tan importarte que, me hace gritar “Jesús Hijo de David ten piedad de mí, y es algo que solo Jesús hijo de David, tiene el poder de devolvérmelo. Jesús el maestro, me invita a buscar dentro de mí, aquello que me hace falta para seguir buscando de él. Y buscando cuidadosamente dentro de mí, pude encontrar que me falta algo que he perdido y que me hace mucha falta; eso es el deseo de hacer la voluntad de Dios, me hace mucha falta ese deseo. La buena noticia es que Jesús buen pastor, me quiere ayudar y me pregunta ¿Qué quieres que haga por ti? Jesús el amigo fiel, espera mi respuesta*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.