Lecturas
del Jueves de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario
09 Oct 2025
Primera Lectura
Lectura de la profecía de Malaquías (3,13-20a):
«Vuestros discursos son arrogantes contra mí
–oráculo del Señor–. Vosotros objetáis: «¿Cómo es que hablamos arrogantemente?»
Porque decís: «No vale la pena servir al Señor; ¿qué sacamos con guardar sus
mandamientos?; ¿para qué andamos enlutados en presencia del Señor de los
ejércitos? Al contrario: nos parecen dichosos los malvados; a los impíos les va
bien; tientan a Dios, y quedan impunes.» Entonces los hombres religiosos
hablaron entre sí: «El Señor atendió y los escuchó.» Ante él se escribía un
libro de memorias a favor de los hombres religiosos que honran su nombre. Me
pertenecen –dice el Señor de los ejércitos– como bien propio, el día que yo
preparo. Me compadeceré de ellos, como un padre se compadece del hijo que lo
sirve. Entonces veréis la diferencia entre justos e impíos, entre los que
sirven a Dios y los que no lo sirven. Porque mirad que llega el día, ardiente
como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha
de venir –dice el Señor de los ejércitos–, y no quedará de ellos ni rama ni
raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que
lleva la salud en las alas.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 1
R/. Dichoso el hombre
que ha puesto su confianza en el Señor
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los
impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Lecturas
del Jueves de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario
09 Oct 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (11,5-13)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos:
«Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para
decirle: «Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje
y no tengo nada que ofrecerle.» Y, desde dentro, el otro le responde: «No me
molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo
levantarme para dártelos.» Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no
se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará
y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid
y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide
recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre
vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez,
le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si
vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
piden?»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Pedid
y se os dará).
*El
Señor se me presenta como mi amigo inoportuno, y a una hora muy difícil a media
noche, en medio del silencio y de la oscuridad a media noche; y me pide tres
panes para otro amigo. Jesús como maestro, usa de una pedagogía especial para conmigo,
él sabe que hay cosas que me hacen serrar las puertas a las personas. Con mi
forma de actuar muchas veces digo a Jesús, no me moleste, que no tengo tiempo, las
puertas de mi corazón están serradas, y pongo excusas, por mis afanes. No
quiero levantarme, porque estoy muy cómodo en mi mundo, no me meto con nadie
para que nadie se meta en mi vida. Son tres cosas a las que me llama Jesús:
Primero abrir mi corazón, segundo a poner mi esperanza en él, tercero a levantarme
para la vida nueva. El Señor quiere que me entere que él siempre está dispuesto
para mí, que no importa la hora, ni el lugar, que pida; y que pida lo que da
vida: El Espíritu Santo, y el Espíritu Santo siempre buscara la manera de que
exista entre Jesús y yo una dulce y agradable cercanía; porque él es mi amigo
fiel y veraz en quien no hay engaño*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.