Lecturas
del Jueves de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario
09 Oct 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (11,5-13)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos:
«Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para
decirle: «Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje
y no tengo nada que ofrecerle.» Y, desde dentro, el otro le responde: «No me
molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo
levantarme para dártelos.» Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no
se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará
y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid
y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide
recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre
vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez,
le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si
vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
piden?»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Pedid
y se os dará).
*El
Señor se me presenta como mi amigo inoportuno, y a una hora muy difícil a media
noche, en medio del silencio y de la oscuridad a media noche; y me pide tres
panes para otro amigo. Jesús como maestro, usa de una pedagogía especial para conmigo,
él sabe que hay cosas que me hacen serrar las puertas a las personas. Con mi
forma de actuar muchas veces digo a Jesús, no me moleste, que no tengo tiempo, las
puertas de mi corazón están serradas, y pongo excusas, por mis afanes. No
quiero levantarme, porque estoy muy cómodo en mi mundo, no me meto con nadie
para que nadie se meta en mi vida. Son tres cosas a las que me llama Jesús:
Primero abrir mi corazón, segundo a poner mi esperanza en él, tercero a levantarme
para la vida nueva. El Señor quiere que me entere que él siempre está dispuesto
para mí, que no importa la hora, ni el lugar, que pida; y que pida lo que da
vida: El Espíritu Santo, y el Espíritu Santo siempre buscara la manera de que
exista entre Jesús y yo una dulce y agradable cercanía; porque él es mi amigo
fiel y veraz en quien no hay engaño*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.