Lecturas
del Martes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
09 Sep 2025
Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 6-15
Hermanos:
Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor,
proceded según
Arraigados en él, dejaos construir y afianzar en
la fe que os enseñaron, y rebosad agradecimiento.
Cuidado con que haya alguno que os capture con
esa teoría que es una insulsa patraña forjada y transmitida por hombres,
fundada en los elementos del mundo y no en Cristo.
Porque es en Cristo en quien habita
corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y por él, que es cabeza de todo
principado y autoridad, habéis obtenido vuestra plenitud.
Por él fuisteis también circuncidados con una
circuncisión no hecha por hombres, cuando os despojaron de los bajos instintos
de la carne, por la circuncisión de Cristo.
Por el bautismo fuisteis sepultados con él, y
habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo
resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por vuestros pecados, porque no
estabais circuncidados; pero Dios os dio vida en él, perdonándoos todos los
pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario
a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz, y, destituyendo por
medio de Cristo a los principados y autoridades, los ofreció en espectáculo
público y los llevó cautivos en su cortejo
Palabra de Dios.
Salmo
Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11
R/. El Señor es bueno con todos.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu
nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por
siempre jamás.. R/.
El Señor es clemente y misericordioso, lento a
la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas
sus criaturas R/.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen
de tus hazañas R/.
Lecturas
del Martes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
09 Sep 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según San Lucas (6, 12-19)*
Sucedió que por aquellos días se fue él al monte
a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó
a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también
apóstoles.
A Simón, a quien llamó Pedro,
y a su hermano Andrés;
a Santiago y Juan,
a Felipe y Bartolomé,
a Mateo y Tomás,
a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de
discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y
de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser
curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos
quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a
todos.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pasó
la noche orando a Dios. Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles).
*Dos cosas me llaman a la atención: la elección del
primero y la elección del último, el primero lo negó tres veces y el último lo
traiciono y lo vendió: En cuál de estos dos acontecimientos está colocada mi
vida es estos momentos, en la negación o en la traición. La buena noticia es que,
en el Señor, no hay extremos difíciles, sino amó para el que lo negó y da de su
propio pan, al que lo vendería más tardes. Lucas el evangelista al final de
esta lectura me muestra con sus palabras que solo tengo que procurar una sola
cosa y eso que tengo que procurar, me lo hace saber cuándo dice: Toda la gente procuraba tocarle, porque salía
de él una fuerza que sanaba a todos. Tengo la esperanza de que la misericordia está pendiente
de mí, y lo único que tengo que hacer es estar pendiente y preocupado de tocar
a Jesús, porque de él sale la fuerza que lo sana todo*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.