Lecturas
del Martes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
09 Sep 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según San Lucas (6, 12-19)*
Sucedió que por aquellos días se fue él al monte
a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó
a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también
apóstoles.
A Simón, a quien llamó Pedro,
y a su hermano Andrés;
a Santiago y Juan,
a Felipe y Bartolomé,
a Mateo y Tomás,
a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de
discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y
de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser
curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos
quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a
todos.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pasó
la noche orando a Dios. Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles).
*Dos cosas me llaman a la atención: la elección del
primero y la elección del último, el primero lo negó tres veces y el último lo
traiciono y lo vendió: En cuál de estos dos acontecimientos está colocada mi
vida es estos momentos, en la negación o en la traición. La buena noticia es que,
en el Señor, no hay extremos difíciles, sino amó para el que lo negó y da de su
propio pan, al que lo vendería más tardes. Lucas el evangelista al final de
esta lectura me muestra con sus palabras que solo tengo que procurar una sola
cosa y eso que tengo que procurar, me lo hace saber cuándo dice: Toda la gente procuraba tocarle, porque salía
de él una fuerza que sanaba a todos. Tengo la esperanza de que la misericordia está pendiente
de mí, y lo único que tengo que hacer es estar pendiente y preocupado de tocar
a Jesús, porque de él sale la fuerza que lo sana todo*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.