*Lecturas de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario -
Ciclo C*
Viernes, 14 de febrero de 2025
Primera lectura
Lectura del Génesis (3,1-8):
La serpiente era más
astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la
mujer:
«Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».
La mujer contestó a la serpiente:
«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol
que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios:
“No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».
La serpiente replicó a la mujer:
«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os
abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a
los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió.
Luego se lo dio a su marido, que también comió.
Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y
entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
Cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín a la hora de
la brisa, Adán y su mujer se escondieron de la vista del Señor Dios entre los
árboles del jardín.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 31,1-2.5.6.7
R/. Dichoso el que está absuelto de su
culpa
V/. Dichoso el que
está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito
y en cuyo espíritu no hay engaño. R/.
V/. Había pecado, lo
reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.
V/. Por eso, que
todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará. R/.
V/. Tú eres mi refugio,
me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación. R/.
Viernes, 14 de febrero de 2025
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,31
37):
31 Se marchó de la región de Tiro y
vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
32 Le presentan un
sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre
él.
33 El, apartándole
de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó
la lengua.
34 Y, levantando los
ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: = «Effatá», que quiere decir:
«¡Abrete!»
35 Se abrieron sus
oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
36 Jesús les mandó
que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo
publicaban.
37 Y se maravillaban
sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los
mudos.»
Palabra del Señor
*Que
la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Hace oír a los sordos y hablar
a los mudos).
*El
pensar que el Señor, mete un dedo en el oído y luego toma saliva en el dedo y
se la unta en la lengua, suena como una falta de higiene, algo no ético, y muy
poco profesional. La buena noticia para mi es que el Señor, me abrasa con su
amor y quiere una intimida conmigo y por eso me lleva a un lugar aparte y
quiere realizar en mi dos signo muy importante; abrirme el oído para que lo
pueda escuchar, y al escucharlo lo pueda reconocer, y al reconocerle le podré
hablar a los demás de él y todo aquel que me escuche, me pueda entender y pueda
gozar de la dulzura de su palabra; porque mirando
al cielo, suspiró y dijo: «Effetá» «ábrete» «Todo lo ha hecho
bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»)*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.