Lecturas del Feria de Adviento
(21 de diciembre)
21 Dic 2024
Primera Lectura
Lectura
del libro del Cantar de los Cantares (2,8-14):
¡La
voz de mi amado!
Vedlo, aquí llega,
saltando por los montes,
brincando por las colinas.
Es mi amado un gamo,
parece un cervatillo.
Vedlo parado tras la cerca,
mirando por la ventana,
atisbando por la celosía.
Habla mi amado y me dice:
«Levántate, amada mía,
hermosa mía y ven.
Mira, el invierno ya ha pasado,
las lluvias cesaron, se han ido.
Brotan las flores en el campo,
llega la estación de la poda,
el arrullo de la tórtola
se oye en nuestra tierra.
En la higuera despuntan las yemas,
las viñas en flor exhalan se perfume.
Levántate, amada mía,
hermosa mía, y vente.
Paloma mía, en las oquedades de la roca,
en el escondrijo escarpado,
déjame ver tu figura,
déjame escuchar tu voz:
es muy dulce tu voz
y fascinante tu figura».
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
32,2-3.11-12.20-21
R/. Aclamad, justos, al Señor; cantadle
un cántico nuevo.
V/.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R/.
V/.
El plan del Señor subsiste por siempre;
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R/.
V/.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R/.
Lecturas del Feria de Adviento
(21 de diciembre)
21 Dic 2024
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (1,39-45):
En
aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a
una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su
vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se
cumplirá».
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(¿De dónde
a mí que la madre de mi Señor venga a mí?)
*Esta lectura me deja ver muy claro que, hay una
persona portadora de la palabra hecha carne en su vientre, que tiene la
capacidad, de llegar a mi casa, de llegar a mi vida y con su saludo, tiene la
capacidad instantáneamente de producir un movimiento dentro de mí, con la
fuerza de lograr un cambio importante en mi vida y hacer que mis labios pueden
cantar un cántico nuevo al Señor, el solo hecho de recibirla, me da la gracias
de llenarme del Espíritu Santo como Isabel, y decir con mis propios
labios: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto
de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.