Lecturas del Martes de la XXXIII
Semana del Tiempo Ordinario
19 Nov 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (19,1-10)*
En
aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver
quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de
estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque
tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado
a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
« Se
adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por
allí».
*Subirme a un sicómoro,
es signo de entrar en la realidad de reconocer mis errores, defecto, mis
miedos, mis temores y saber que necesito ver a Jesús y que su mirada me encuentre,
pero tengo que ponerme en movimiento y colocarme en el lugar que lo pueda ver,
sin saber que su mirada me pueda encontrar. La misericordia de Dios siempre
alcanza a mirar a cada uno de sus hijos y cuando Jesús pase su mirara llena de
amor y mi mirada cargada de necesidad se puedan encontrar, y que mis oídos
estén atentos, para cuando las palabras
que él tiene para mí salgan de sus labios y me diga: Baja pronto que hoy desea
entrar en tu casa. Jesús viene a sanarme y sanar mi mente, y mi ser, para que mi
corazón pueda dar respuesta. Jesús me invita al desprendimiento, a entrar en la
pobreza y la indigencia de mi vida, para tenerlo a él como el centro de todo mi
ser*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.