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jueves, 7 de noviembre de 2024

LAS LECTURAS DEL VIERNES 8 DE NOVIEMBRE 2024


 

*Lecturas del Viernes de la 31ª semana del Tiempo Ordinario*

Viernes, 8 de noviembre de 2024

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,17–4,1):

Seguid mí ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 121,1-2.4-5

R/.
 Vamos alegres a la casa del Señor

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

 

*Lecturas del Viernes de la 31ª semana del Tiempo Ordinario*

Viernes, 8 de noviembre de 2024

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-8)*

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.»

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(«Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz»).

*Cuando utilizamos la astucia mal intencionada, siempre lleva como amigo al maligno que busca como fingir, mentir, engañar, para logran nuestro beneficio personal. Es muy distinto cuando usamos la astucia para vivir como hijos de la luz. Como hijos de la luz que somos, iluminados por la palabra de Dios, motivado por su Hijo Jesucristo, guiados por la gracia del Espíritu Santo. Tenemos un llamado especial de vivir en el amor, la caridad y la justicia entre las personas, especialmente con los pobres, los enfermos, los ancianos, y todos aquellos que a través de nosotros le debe llegar la palabra de Dios. Somos hijos de la luz significa que todos los días tenemos que rechazar el poder de nuestro enemigo el diablo, y elegir seguir nuestra vida, bajo la luz de nuestro hermano y amado Cristo Jesús, para sigua que siga brillando la luz del evangelio*      

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.