*Lecturas del miércoles de la XX
Semana del Tiempo Ordinario*.
21 Agosto 2024
Primera Lectura
Lectura
de la profecía de Ezequiel (34,1-11):
Me
vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de
Israel, profetiza, diciéndoles: «¡Pastores!, esto dice el Señor: ¡Ay de los
pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que
tienen que apacentar los pastores? Os coméis su enjundia, os vestís con su
lana; matáis las más gordas, y las ovejas no las apacentáis. No fortalecéis a
las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas; no recogéis a
las descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las
fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del
campo. Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y altos
cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que nadie las
buscase, siguiendo su rastro. Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:
‘¡Lo juro por mi vida! –oráculo del Señor–. Mis ovejas fueron presa, mis ovejas
fueron pasto de las fieras del campo, por falta de pastor; pues los pastores no
las cuidaban, los pastores se apacentaban a sí mismos; por eso, pastores,
escuchad la palabra del Señor. Así dice el Señor: Me voy a enfrentar con los
pastores; les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas, para
que dejen de apacentarse a si mismos los pastores; libraré a mis ovejas de sus
fauces, para que no sean su manjar. Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en
persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.»»
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
22,1-3a.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me
falta
El
Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.
Me guía
por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas
una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad
y tu misericordia
me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.
*Lecturas del miércoles de la XX
Semana del Tiempo Ordinario*.
21 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (20,1-16)*
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se
parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su
viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la
viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin
trabajo, y les dijo: «Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.»
Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: «¿Cómo es que
estáis aquí el día entero sin trabajar?» Le respondieron: «Nadie nos ha
contratado.» Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña.» Cuando oscureció, el
dueño de la viña dijo al capataz: «Llama a los jornaleros y págales el jornal,
empezando por los últimos y acabando por los primeros.» Vinieron los del
atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros,
pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.
Entonces se pusieron a protestar contra el amo: «Estos últimos han trabajado
sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el
peso del día y el bochorno. Él replicó a uno de ellos: «Amigo, no te hago
ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete.
Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer
lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?»
Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(« ¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? »).
*El Señor y yo nos ajustamos en que él, me
daría una sola vida, y que tengo que vivir mi vida, según los trabajos de su
viña, en ningún momento me dijo que tenía que recibir más que los demás, y
mucho menos estoy autorizado a adueñarme de la vida de los demás. He cometido
un gran error en pesar, que esta vida es mía y puedo hacer con ella lo que
quiera, todo lo quiero para mí. El Señor me invita a reconocer que él es el
dueño y él, se despoja de su propia vida para darme de comer a mí, para que yo
me alimente de él, y así no perezca*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.