*Lecturas del Sábado de la
11ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 24 de junio de 2023
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a
los Corintios (12,1-10):
Toca presumir. Ya sé que no está bien, pero paso a las visiones y revelaciones
del Señor. Yo sé de un cristiano que hace catorce años fue arrebatado hasta el
tercer cielo, con el cuerpo o sin cuerpo, ¿qué sé yo? Dios lo sabe. Lo cierto
es que ese hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras arcanas, que un
hombre no es capaz de repetir. De uno como ése podría presumir; lo que es yo,
sólo presumiré de mis debilidades. Y eso que, si quisiera presumir, no diría
disparates, diría la pura verdad; pero lo dejo, para que se hagan una idea de
mí sólo por lo que ven y oyen. Por la grandeza de estas revelaciones, para que
no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás
que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme
libre de él; y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en
la debilidad.» Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así
residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis
debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las
dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy
fuerte.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,8-9.10-11.12-13
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor;
¿hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad? R/.
*Lecturas del Sábado de la
11ª semana del Tiempo Ordinario*
Sábado, 24
de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(6,24-34)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de
dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se
dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al
dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a
comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale
más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros:
ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial
los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza
de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis
por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.
Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos.
Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis
agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a
vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo
que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su
justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el
mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(¿No
valéis vosotros más que ellos?)
*Esta es una lectura es para que pueda aprender a
descansar y a vivir es la liberta como un hijo de Dios. El Señor me conoce él,
sabe que la fuerza de las preocupaciones tienen raíces muy profunda dentro de
mi vida; porque las preocupaciones tienen el poder de alterar mis intestinos,
tiene el poder de quitarme el sueño, tienen el poder de llevarme a pensar mal
de las personas, y tienen el poder de llevarme a la desesperación y ese es el
punto más peligrosos porque, cuando llego a la desesperación me olvido del
Señor y mi vida corre mucho peligro. La buena noticia para mí, es que el Señor
lo primero que me confirma es que tenga más valor que todos mis problemas, me
hace una invitación especial a sentirme su hijo
querido*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.