*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO DE CUARESMA
MIÉRCOLES
DE LA SEMANA I
Propio del Tiempo. Salterio I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros
murió, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CUANDO VUELTO HACIA TI DE MI PECADO.
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
iba pensando en confesar sincero
el dolor desgarrado y verdadero
del delito de haberte abandonado;
cuando pobre volvime a ti humillado,
me ofrecí como inmundo pordiosero;
cuando, temiendo tu mirar severo,
bajé los ojos, me sentí abrazado.
Sentí mis labios por tu amor sellados
y ahogarse entre tus lágrimas divinas
la triste confesión de mis pecados.
Llenóse el alma en luces matutinas,
y, viendo ya mis males perdonados,
quise para mi frente tus espinas. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS
El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es
invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt
16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es
invencible.
Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de
júbilo.
Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios con gritos de
júbilo.
LECTURA BREVE Dt 7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la
tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tiene y por mantener el
juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte
y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así
conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que
mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y
guardan sus preceptos.
RESPONSORIO BREVE
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
V.
Convertíos y haced penitencia.
R. Haceos un
corazón nuevo y un espíritu nuevo.
PRIMERA LECTURA AÑO (I)
Del libro del Deuteronomio 10, 12 -- 11, 9.26-28
ELEGID AL SEÑOR COMO ÚNICO DIOS
En aquellos días, dijo
Moisés al pueblo estas palabras:
«Y ahora, Israel, ¿qué es lo
que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus
caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda
el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te
mando hoy, para tu bien. Cierto: del Señor, tu Dios, son los cielos, hasta el
último cielo, la tierra y cuanto hay en ella; con todo, sólo con vuestros
padres se ligó con alianza de amor, y escogió a su descendencia, a vosotros
mismos, de entre todos los pueblos, como sucede hoy.
Circuncidad vuestro corazón,
no endurezcáis vuestra cerviz; que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y
Señor de señores, Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta
soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan
y vestido. Amad, pues, al forastero, porque forasteros fuisteis también
vosotros en Egipto. Temerás al Señor, tu Dios, lo servirás, vivirás unido a él
y jurarás en su nombre. Él será tu alabanza, él será tu Dios, pues él hizo a tu
favor las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres
cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como
las estrellas del cielo.
Amarás, pues, al Señor, tu
Dios, guardarás sus consignas, sus decretos y preceptos, mientras te dure la
vida.
Atended, pues, hoy a lo que
os digo. Me estoy dirigiendo a vosotros, no a vuestros hijos que no han
conocido ni han visto las lecciones del Señor, vuestro Dios, su grandeza y la
fuerza de su brazo extendido, los portentos y hazañas que realizó en medio de Egipto
contra el Faraón y toda su tierra; lo que hizo con el ejército egipcio, con sus
carros y caballos, que sepultó bajo las aguas del mar Rojo cuando os
perseguían, y cómo los aniquiló hasta el día de hoy; todo cuanto hizo por
vosotros en el desierto, hasta que llegasteis a este lugar; lo que hizo con
Datán y Abirón, hijos de Eliab, descendiente de Rubén, cuando la tierra abrió
sus fauces y se los tragó con sus familias, sus tiendas y todo lo que tenían.
Me estoy dirigiendo a vosotros, que habéis visto con vuestros propios ojos las
grandes hazañas que llevó a cabo el Señor.
Guardad fielmente los
preceptos que yo os prescribo hoy: así seréis fuertes, entraréis y tomaréis
posesión de la tierra que vais a pasar a ocupar; prolongaréis vuestros años
sobre la tierra que el Señor, vuestro Dios, prometió dar a vuestros padres y a
su descendencia: una tierra que mana leche y miel.
Mirad, hoy pongo ante
vosotros bendición y maldición: la bendición, si escucháis los preceptos del
Señor, vuestro Dios, que os mando hoy; la maldición, si no escucháis los
preceptos del Señor, vuestro Dios, y os desviáis del camino que hoy os marco,
yendo detrás de dioses extranjeros, que no habíais conocido.»
RESPONSORIO
1Jn 4, 19; 5, 3; 2, 5
R. Amemos a
Dios, porque él nos amó primero. En esto consiste el amor a Dios: en que
guardemos sus mandamientos; * y sus mandamientos no son pesados.
V. Quien
guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios.
R. Y sus
mandamientos no son pesados.
PRIMERA LECTURA AÑO (II)
Del libro del Éxodo 10,
21 -- 11, 10
PLAGA DE LAS TINIEBLAS Y
ANUNCIO DE LA MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS
El Señor dijo a Moisés:
«Extiende tu mano hacia el cielo, y se extenderá sobre el país de Egipto una
oscuridad palpable.»
Moisés extendió la mano hacia el cielo, y una densa oscuridad cubrió el país de
Egipto durante tres días. No se veían los egipcios unos a otros, ni se movieron
de su sitio durante tres días, mientras que todos los hijos de Israel tenían
luz en sus poblados. El Faraón llamó a Moisés y le dijo:
«Id a ofrecer culto al Señor. También los niños pueden ir con vosotros, pero
dejad las ovejas y las vacas.»
Respondió Moisés:
«Tienes que dejarnos llevar víctimas para los sacrificios que hemos de ofrecer
al Señor, nuestro Dios. También el ganado tiene que venir con nosotros, sin
quedar ni una res, pues de ello tenemos que ofrecer al Señor, nuestro Dios, y
no sabemos qué hemos de ofrecer al Señor hasta que lleguemos allá.» Pero el
Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejarlos marchar. El Faraón, pues,
le dijo:
«Sal de mi presencia, y cuidado con volver a presentarte. Si te vuelvo a ver,
morirás inmediatamente.»
Respondió Moisés:
«Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro. Pues esto dice el Señor: "A
media noche pasaré yo a través de Egipto: morirán todos los primogénitos de
Egipto, desde el primogénito del Faraón que se sienta en el trono, hasta el
primogénito de la sierva que atiende al molino, y todos los primogénitos del
ganado. Y se oirá un gran clamor por todo Egipto como nunca lo ha habido ni lo
habrá. Mientras que a los hijos de Israel ni un perro les ladrará, ni a los
hombres ni a las bestias; para que sepáis que el Señor distingue entre Egipto e
Israel." Entonces todos estos ministros tuyos acudirán a mí y, postrados
ante mí, me pedirán: "Sal con el pueblo que te sigue." Y yo entonces
saldré.»
Y, lleno de ira, salió Moisés de la presencia del Faraón. El Señor había dicho
a Moisés:
«El Faraón no os hará caso, y así se multiplicarán mis prodigios en Egipto.»
Moisés y Aarón habían hecho toda clase de prodigios en presencia del Faraón,
pero el Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejar salir a los
israelitas de su tierra. El Señor había dicho a Moisés:
«Todavía tengo que enviar una plaga al Faraón y a su país. Después os dejará marchar
de aquí, es decir, él mismo os apremiará a salir. Habla a todo el pueblo:
"Que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina utensilios de
oro y plata."»
El Señor hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios; y también
Moisés era muy estimado en Egipto por los ministros del Faraón y por el pueblo.
RESPONSORIO Sb 18, 4; 17,
20; 18, 1
R. Bien merecían verse privados de luz
los que tuvieron encerrados en prisión a tus hijos, * los cuales habían de dar
al mundo la luz imperecedera de la ley.
V. Sobre los egipcios se extendía una
espesa noche, mientras tus santos disfrutaban de espléndida luz.
R. Los cuales habían de dar al mundo
la luz imperecedera de la ley.
SEGUNDA LECTURA
De las Demostraciones
de Afraates, obispo
(Demostración 11, Sobre la circuncisión, 11-12: PS 1, 498-503
LA CIRCUNCISIÓN DEL
CORAZÓN
La ley y la alianza antiguas fueron totalmente cambiadas. Primeramente, el
pacto con Adán fue sustituido por el de Noé; más tarde, el concertado con
Abraham fue reformado por el de Moisés. Mas como la alianza mosaica no fue
observada, al llegar la plenitud de los tiempos vino la nueva alianza, ésta ya
definitiva. En efecto, el pacto con Adán se basaba en el mandato de no comer
del árbol de la vida; el de Noé en el arco iris; el de Abraham, elegido por su
fe, en la circuncisión, como sello característico de su descendencia; el de
Moisés en el cordero pascual, propiciación para el pueblo.
Todas estas alianzas eran diversas entre sí. Ahora bien, la circuncisión grata
a los ojos de aquel de quien procedían todas estas alianzas es la que dice
Jeremías: Circuncidad el prepucio de vuestros corazones. Pues si el pacto
concertado por Dios con Abraham fue firme, también éste es firme e inmutable, y
ninguna ley se le puede añadir, ya venga de los que están fuera de la ley, ya
de los que están sometidos a la ley.
Dios, en efecto, dio a Moisés la ley con todas sus observancias y preceptos,
mas, como ellos no la observaron, anuló la ley y sus preceptos; prometió que
había de establecer una nueva alianza, la cual afirmó que sería distinta de la
primera, por más que él mismo sea el autor de ambas. Y ésta es la alianza que
prometió darnos: Todos me conocerán, desde el pequeño al grande. Y en esta
alianza ya no existe la circuncisión carnal como signo de pertenencia a su
pueblo.
Sabemos con certeza, queridos hermanos, que Dios impuso, en las diversas
generaciones, unas leyes, que estuvieron en vigor hasta que él quiso y que más
tarde quedaron anuladas, tal como dice el Apóstol, a saber, que el reino de
Dios subsistió antiguamente en multitud de semejanzas, según las diversas
épocas.
Ahora bien, nuestro Dios es veraz y sus preceptos son fidelísimos; por esto
cada una de las alianzas fue en su tiempo firme y verdadera, y los circuncisos
de corazón viven y son de nuevo circuncidados en el verdadero Jordán, que es el
bautismo para el perdón de los pecados. Jesús, hijo de Nun, o sea Josué,
circuncidó al pueblo por segunda vez con un cuchillo de piedra, cuando él y su
pueblo atravesaron el Jordán; Jesús, nuestro salvador, circuncida por segunda
vez, con la circuncisión del corazón, a todos los que creen en él y reciben el
baño bautismal, los cuales son circuncidados con la espada, que es la palabra
de Dios, más tajante que espada de dos filos.
Jesús, hijo de Nun, introdujo al pueblo en la tierra prometida; Jesús, nuestro
salvador, ha prometido la tierra de la vida a todos los que atraviesen el
verdadero Jordán, crean y sean circuncidados en su corazón.
Dichosos, pues, los que han sido circuncidados en el corazón y han renacido de
las aguas de la segunda circuncisión; éstos recibirán la herencia junto con
Abraham, guía fidedigno y padre de todos, ya que su fe le fue reputada como
justicia.
RESPONSORIO Hb 8, 8. 10;
cf. 2Co 3, 3
R. Yo concertaré una nueva alianza con
la casa de Israel, imprimiendo mi ley en sus mentes. * La escribiré en sus
corazones, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.
V. Les daré mi ley, no en tablas de
piedra, sino en tablas que son sus corazones de carne.
R. La escribiré en sus corazones, no
con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.
*Lecturas del Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma*
Miércoles,
1 de marzo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio segun san Lucas
(11,29-32)*
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los
habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta
generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la
tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán
que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y
aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Esta raza es una raza perversa: pide una señal, pero no se le dará
otra señal que la de Jonás.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Esta raza es una raza perversa:
pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás.
PRECES
Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar
en sí mismo todas las cosas, y digámosle:
Renuévanos, Señor, por tu Espíritu Santo.
Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos
sin cesar por tu Espíritu Santo,
para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén.
Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu
y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal.
Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia
y a poner nuestro corazón en los bienes eternos.
Líbranos del mal
y presérvanos de la fascinación de la vanidad que oscurece la mente y oculta el
bien.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Digamos al Padre, unidos a Jesús, la oración que él nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea
entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por
dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: HEME, SEÑOR, A TUS DIVINAS PLANTAS
Heme, Señor, a tus divinas plantas,
baja la frente y de rubor cubierta,
porque mis culpas son tales y tantas,
que tengo miedo a tus miradas santas
y el pecho mío a respirar no acierta.
Mas ¡ay!, que renunciar la lumbre hermosa
de esos divinos regalados ojos
es condenarme a noche tenebrosa;
y esa noche es horrible, es espantosa
para el que gime ante tus pies de hinojos.
Dame licencia ya, Padre adorado,
para mirarte y moderar mi miedo;
mas no te muestres de esplendor cercado;
muéstrate, Padre mío, en cruz clavado,
porque sólo en la cruz mirarte puedo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me
escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.
No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me
escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE Flp 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que
obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le
agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
RESPONSORIO BREVE
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres
noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Como estuvo Jonás en el vientre del
cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres
noches en el seno de la tierra.
PRECES
Alabemos a Dios todopoderoso y providente, que conoce todas
nuestras necesidades pero quiere ante todo que busquemos su reino;
supliquémosle, pues, diciendo:
Venga, Señor, tu reino y su justicia.
Padre santo, que nos diste a Cristo como pastor de nuestras vidas, ayuda a los
pastores y a los pueblos a ellos confiados, para que no falte nunca al rebaño
la solicitud de sus pastores
ni falte a los pastores la obediencia de su rebaño.
Mueve a los cristianos para que con amor fraternal se interesen por los
enfermos
y que en ellos socorran a tu Hijo.
Haz que entren a formar parte de tu Iglesia los que aún no creen en el
Evangelio,
y que, con sus buenas obras, la hagan crecer en el amor.
A nosotros, pecadores, concédenos tu perdón
y la reconciliación con tu Iglesia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A los que murieron concédeles resucitar a la vida eterna
y morar eternamente contigo.
Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea
entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por
dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.