Musica Para el Alma

miércoles, 23 de noviembre de 2022

LUCAS 21,20-28 CICLO C


 

*Lecturas del Jueves de la 34ª semana del Tiempo Ordinario*

Jueves, 24 de noviembre de 2022

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,20-28):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación).  

*El Señor utiliza tres palabras para ayudarme: huir, alejarme y no entrar. Si actúo contrario a ellas lo que recibiré serán días largo de angustia, sentir que todo se derrumba, que todo está perdido. Por eso estás tres palabras, que el Señor me regala no es por casualidad. Que huya del pecado, que me aleje del pecado y que no entre en el pecado. Si obedezco al Señor, no habrá miedo en mí, y tendré mi cabeza, levantada a la esperanza, al amor, a la misericordia, y esperando el gran día de mi liberación*

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.