*Lecturas del Jueves de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 10 de noviembre de 2022
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón
(7-20):
Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los
sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para
mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo,
Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús. Te recomiendo a Onésimo, mi hijo,
a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora,
en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis
entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu
lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo
sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad.
Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como
esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto
más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras
compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y
te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y
letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano,
a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a
Cristo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10
R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob
Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
*Lecturas del Jueves de la
32ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 10 de noviembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,20-25)*
En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el
reino de Dios Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá
espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el
reino de Dios está dentro de vosotros.»
Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el
Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os
vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así
será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser
reprobado por esta generación.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El reino de Dios está dentro de
vosotros).
*¿Por qué me cuesta tanto creer que
el reino de Dios está dentro de mí? La repuesta es muy sencilla, porque me
cuesta amar. El Reino de Dios está totalmente elaborado y diseñado para el
amor. Es algo que brota desde dentro. Cuando un recién nacido lleva mucho rato
durmiendo, llega un momento que de los pechos de su madre comienza a brotar
leche, y eso que corre por sus pechos es el alimente de ese niño, pero está
dormido, que hace la madre, que con mucha suavidad lo va despertando para darle
la vida. Cuando el amor de Dios fluya dentro de mí, como una fuente inagotable
y se convierta en torrente, en ríos que arrastran con todo a su paso hasta
llegar aquel lugar donde los hombres necesiten de tu paz, donde falte la
esperanza, donde falte la alegría, simplemente por no saber de ti Señor. Si
siento eso dentro de mí: Es porque el Reino de Dios está dentro de mí*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.