*Lecturas del Martes de la
24ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 13 de septiembre de 2022
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los
Corintios (12,12-14.27-31a):
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del
cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos
nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un
mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo
Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Pues bien, vosotros
sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en
la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en
el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la
beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen
todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos
las interpretan? Ambicionad los carismas mejores.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 99
R/. Somos un pueblo y ovejas de su rebaño
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.
*Lecturas del Martes de la
24ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 13
de septiembre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(7,11-17)*
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus
discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad,
resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era
viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: «No llores.»
Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
«¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!»
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: «Un gran Profeta ha surgido
entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.» La noticia del hecho se divulgó
por toda la comarca y por Judea entera.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Al
verla el Señor, le dio lástima y le dijo: «No llores.»).
*El Señor
viene a consolarme porque, me paso más tiempo lamentándome, que buscando la
manera de sonreír, me preocupo más por estar triste, que por estar alegre. Hoy
el Señor me dice «No llores» porque todos los día, el me regala un día nuevo,
lo que tengo es que aprender que: Si hoy escucháis la voz del Señor que no
endurecías mi corazón, que luche por lo que quiero y si lo que quiero es ser un
cristiano, entonces me toca mantener el testimonio de Jesús*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.