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miércoles, 14 de septiembre de 2022

LAS LECTURAS DEL JUEVES 15 DE SEPTIEMBRE 2022


 

*Lecturas de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores*

Jueves, 15 de septiembre de 2022

Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 30,2-3a.3b-4.5-6.15-16.20

R/.
 Sálvame, Señor, por tu misericordia

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí. R/.

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos. R/.

 

*Lecturas de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores*

Jueves, 15 de septiembre de 2022

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (19,25-27)*

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Junto a la cruz de Jesús estaban su madre

*La Cruz es el lugar donde se encuentran dos corazones uno destrozado por el dolor y el otro por la angustia, pero son dos corazones rebosados de amor eterno, y el odio busca de alguna manera romper o traspasar el amor de estos dos corazones, que se hicieron en un instante uno en el amor. En ellos el dolor, la angustia y la tristeza no dieron lugar a que pudiera penetrar el odio, sino que en “La Cruz Gloriosa brilló  El Gran Amor” y fue el lugar donde recibí, donde me entregaron a la Madre de mi señor. Y esto viene a traer a mi vida paz, amor, tranquilidad y reposo a mi corazón*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.