*Lecturas
del Lunes de la 2ª semana de Adviento*
Lunes, 6 de diciembre de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de Isaías (35,1-10):
EL desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.
Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará.»
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto
y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.
En el lugar donde se echan los chacales
habrá hierbas, cañas y juncos.
Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.
Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.
No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.
Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.
Llegarán a Sión con cantos de júbilo:
alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
84,9ab-10.11-12.13-14
R/. He aquí nuestro
Dios; viene en persona y nos salvará.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
V/. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino. R/.
*Lecturas
del Lunes de la 2ª semana de Adviento*
Lunes, 6 de diciembre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,17-26)*
UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de
la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder
del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico
y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde
introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la
camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él,
viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo
Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus
pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que
veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados
—dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a
tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había
estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor,
decían:
«Hoy hemos visto maravillas».
*Palabra del Señor*
A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y
vete a tu casa.
*Es impresionante, saber que esta palabra se cumple
en mí, saber que hay persona que hacen hasta lo imposible para llevarme a la
presencia del Señor atreves de sus oraciones. El Señor como buen médico,
enseguida quiere a donde están mis heridas, lo primero que hace es regresar la
paz a mi alma, perdonando la malicia de mis pecado y luego me hace el regalo maravilloso,
va más allá de todo lo que me pueda imaginar o pensar; superando mis propio
deseo: Y me da la fuerza de poder cargar con mi camilla, delante de todos, los
que me conocen y saben de mi paralices y de mi camilla. Y todo esto no sucede
por mí, ni por mis méritos, ni por mis fuerzas, ni por mi sabiduría, ni porque
me lo merezca, esto se hace posible gracias al amor de todas las personas que
me llevan cargado en sus oraciones*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.